Julieta Cardona
14/02/2015 - 12:00 am
Víctimas de asalto sexual (parte II)
“En México se puede todo”, les dijeron, y las multinacionales de tiendas de conveniencia hicieron de este país su paraíso. El 13 de diciembre escribí la primera parte de Víctimas de asalto sexual y hoy vengo a presentarles el desenlace de esta historia impune. De haberme sucedido este delito sexual dentro de un 7-Eleven situado […]
“En México se puede todo”, les dijeron, y las multinacionales de tiendas de conveniencia hicieron de este país su paraíso.
El 13 de diciembre escribí la primera parte de Víctimas de asalto sexual y hoy vengo a presentarles el desenlace de esta historia impune.
De haberme sucedido este delito sexual dentro de un 7-Eleven situado en algún país del primer mundo, dígase Estados Unidos, por ejemplo –y como referente–, se me hubiese indemnizado por punitive damages [1], pero en este país bananero, en el que la corrupción e impunidad se desbordan –por no mencionar todo lo que se desborda– a las instituciones y a las empresas les importa algo menos que una mierda. Bien lo dijo Lorena Cruz Sánchez (presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres): el delito de abuso sexual recibe castigos mucho menores que el asignado al robo de una vaca.
En un caso similar, si en Estados Unidos le descubren una casa blanca multimillonaria a la primera dama, le cuesta el pellejo a la presidencia. Si descubren una casa multimillonaria para el primer mandatario, le cuesta el pellejo a la presidencia. Si descubren una casa multimillonaria para un secretario de estado, le cuesta el pellejo a la presidencia. Y más si estás casas fueron compradas a un contratista del gobierno que ha ganado sumas multimillonarias en obras adjudicadas por ese mismo gobierno.
Si usted googlea “Naucalpan violencia delitos”, “feminicidios Naucalpan”, o, peor aún “estadísticas delitos Naucalpan”, se encontrará notas periodísticas que le quitarán el aliento; incluso, Televisa Noticias publicó hace un año “Naucalpan se ha convertido en uno de los municipios más peligrosos del Estado de México; de acuerdo con autoridades, más del 83 por ciento de sus cuerpos de seguridad no están certificados”: ¿Qué pasó ahí, David Sánchez? Al parecer le hace falta un tratillo con Televisa [2].
Hace menos de dos meses, El Universal publicó “Bajan 20% delitos de alto impacto en Naucalpan” [3], y en la nota, David Sánchez Guevara (presidente municipal de Naucalpan) se atrevió a reiterar que “la inseguridad es un problema de percepción y los medios de comunicación siempre hacen énfasis en los datos negativos”. David Sánchez, le tengo una noticia: no hubo reducción real de delitos, hubo reducción de denuncias porque no creen en usted. Pero, al parecer, a usted no le atañe la profunda crisis institucional que vive el país. Ni le atañe atender a los afectados, eso sí lo sostengo yo. Ahora mismo le digo por qué.
Bien, es claro que el presidente municipal torea a los afectados (a nosotras nos toreó por Facebook; ver en parte de Anexos). Dice que los atiende personalmente para platicar sobre algún problema que tuvieron en el municipio, pero es el gancho para que asistas a su “Día del Presidente”, para que vayas a observar lo que él, supuestamente, hace en el municipio: la dinámica es que lo sigas adonde camine y observes cómo tapa los baches, cómo saluda a Don Manuel el abarrotero, cómo se toma la foto con la señora Martita que camina más de una hora para ir por su leche Liconsa, cómo habla con los policías y ese tipo de faramallas que les encantan a los políticos.
Por supuesto, mi averiguación previa está empolvada y olvidada, no me han citado, no se ha actuado. Una de dos: o el Ministerio Público tiene casos más importantes o está al servicio de los mafiosos. El MP tiene el imperio de la ley.
En suma: la gestión de gobierno de Naucalpan es inútil y populachera.
Jesús Uribe (Gerente de prevención de pérdidas del 7-Eleven) fue el empleado de segundo nivel que delegó la empresa para atender nuestro caso y, después de decirnos por teléfono que “se revisaron las grabaciones del asalto y tuvimos una conversación con la encargada de la sucursal donde sucedieron los hechos; les ofrezco una disculpa en nombre de la marca porque la responsable en turno, al reconocer al asaltante, actuó de manera irresponsable al esconderse en la bodega de la tienda y las dejó afuera; incluso la empresa ha faltado al no tener un guardia de seguridad para prevenir futuros atracos”, nos citó para verlo en una sucursal muy específica de Polanco, D.F. Llegó el día de la cita y ¡oh, sorpresa!: Jesús Uribe estaba con un abogado de nombre Ramón Zavala, sin previo aviso. Y doy gracias a mi suerte, que llevé al mío por si algo ocurría.
Días posteriores, fue milagroso que Jesús Uribe contestara el teléfono, como queriendo deslindarse de lo sucedido, como queriendo imitar a Peña Nieto pidiendo que se superara la tragedia de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero.
Por consejo de mis abogados, posteriormente se pidió indemnización, pero es muy claro que en México, el 7-Eleven se siente como en El Edén violando tus derechos, al fin que qué, nadie le hará nada.
En suma: no sería extraño que el 7-Eleven culpara a su trabajadora por lo sucedido, pues, como hemos visto en otro claro ejemplo de impunidad, los trabajadores de una empresa gasera están siendo culpados por la muerte de media docena de personas tras explotar una pipa que conducían en un hospital de Cuajimalpa, o el de la muchacha muerta en el cuarto de aseo de la tienda Liverpool en donde el representante legal de la empresa acordó con la madre de la joven fallecida “hacer ver que se trató de una muerte natural por un padecimiento de hipertensión arterial para que la tienda no se vea involucrada en un escándalo”, por lo que no es ingenuo pensar que la trabajadora del 7-Eleven pueda ser culpada por todas las omisiones de la multinacional que burlan, enterito y con iterada negligencia, el sistema de protección al consumidor.
A los ciudadanos nos dejan imposibilitados, sin herramientas para actuar contra la autoridad y contra las empresas, por eso, lo único que nos queda, es seguir alzando la voz.
Anexos:
1. Me di a la tarea de dedicar dos días enteros en recorrer la colonia Boulevares, Satélite, Las Américas y San Mateo, con el fin de preguntarles si habían sido víctimas de algún delito dentro del municipio. La muestra fue de 100 y los resultados son alarmantes: 30% afirmaron haber sido víctimas de un delito en el municipio y solo el 10%, de ese 30%, denunció. Y en ningún caso respondió la autoridad.
2. David Sánchez Guevara, en su página web (cuando podías ingresar, porque hoy, al parecer, está muerta), se jactaba de ser el 1º lugar en redes sociales a nivel nacional:
Pero si tú le dabas click a “Contacto”, tenías este resultado:
Cuando intentabas navegar en su página, obtenías lo siguiente –iterativamente–:
A continuación, presento una conversación “directa” con David Sánchez vía Facebook:
3. Según el Centro de Investigación para el Desarrollo AC (CIDAC), el Estado de México se encuentra en el lugar 30 de 32 (siendo el 32 el mayor índice con afectación severa) en el robo a transeúnte con violencia. Índice Delictivo CIDAC. 2013.
[1] Entendido por punitive damages: En derecho anglosajón, penalización económica que impone el juez al causante de un daño, de cuantía extraordinaria y carácter ejemplarizante, por haber incurrido en un comportamiento de mala fe o conducta maliciosa. Tiene por objeto aliviar al perjudicado y castigar al demandado por su conducta y al propio tiempo servir de ejemplo.
[2] Noticieros Televisa, 19 febrero 2014, “Naucalpan, entre los municipios más peligrosos”.
[3] Jiménez Jacinto Rebeca, 21 diciembre 2014, “Bajan 20% delitos de alto impacto en Naucalpan”.
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