"El proceso electoral en Estados Unidos se ha visto reflejado en un incremento en la incertidumbre en los mercados financieros internacionales. En este contexto, las variables económicas en nuestro país han experimentado episodios de volatilidad, especialmente el tipo de cambio", concedió José Antonio Meade, Secretario de Hacienda, la mañana después de la victoria de Donald Trump. El dólar superaba los 20 pesos. El viernes alcanzó más allá de los 21 por unidad y ahora la divisa nacional vale 64 por ciento menos que en diciembre de 2012. Sin embargo, como ha ocurrido con otros golpes externos como la crisis de Grecia, el cambio de modelo económico en China o el Brexit, las autoridades financieras insisten en que el peso es afectado principalmente por la locura del exterior. El problema de raíz, no obstante, está en la indisciplina fiscal (alta deuda) y la corrupción, aseguran analistas.
Ciudad de México, 13 de noviembre (SinEmbargo).– México es un edificio agrietado. El valor del peso, indicador de la confianza de los inversionistas en México, ya era pisoteado desde antes de que Donald Trump hablara por primera vez como candidato a la presidencia de Estados Unidos. Del 3 de diciembre de 2012 al viernes 11 de noviembre de este año, la moneda mexicana se ha depreciado 63.95 por ciento frente al dólar en bancos, de la mano de un nivel de endeudamiento extremo, corrupción y estrategias desgastadas o predecibles como la subasta de billetes verdes, han reiterado economistas.
La administración de Enrique Peña Nieto recibió un dólar en 12.93 pesos y este viernes la divisa estadounidense cerró hasta en 21.20 pesos en bancos, una cotización que, de mantenerse a esos niveles, genere mayor inflación (precios de bienes y servicios). En estos últimos días de zozobra, el peso ha alcanzado el máximo histórico de 21.45 pesos por billete verde.
Antes de que el dueño de la Torre Trump saliera a anunciar su candidatura y emitiera un discurso contra los "criminales" y "violadores" mexicanos, el dólar en bancos se vendía en 15.74 pesos. Era el 15 de junio de 2015. Es decir, aun sin los efectos nocivos provocados por el magnate, la moneda de México ya valía 34.68 por ciento menos que cuando Peña Nieto asumió el cargo.
El año pasado, en el mundo financiero, se vivieron fuertes sismos con epicentro en la crisis económica de Grecia; el cambio de modelo económico en China, y la inminente alza de tasas de interés de Estados Unidos, finalmente anunciada en diciembre. Aquellos movimientos violentos, sumados a la débil estructura fiscal de México y el descalabro de los precios del petróleo, tumbaron a la moneda mexicana una y otra vez.
“Una moneda está más sujeta a ser atacada por especuladores entre más desequilibrada se encuentre la economía. El hecho de que el peso mexicano, entre las monedas de los mercados emergentes, haya sido una de las más debilitadas tiene que ver con que México tiene desequilibrios económicos por la ausencia de una disciplina en la política fiscal y monetaria”, dijo en una entrevista previa Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics.
Luego llegó el terremoto. El millonario estadounidense comenzó a presentar sus promesas de campaña: un gran muro fronterizo al sur para frenar la migración; una renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) y un bloqueo a las millones de remesas enviadas a México, entre otras.
Los inversionistas primero lo tomaron con calma. Trump debía competir contra los otros precandidatos del partido republicano. Sin embargo, el 3 de mayo de este año el político conservador Ted Cruz abandonó la contienda ante sus pocas probabilidades de ganar, lo cual dejó el camino libre al empresario neoyorkino. Al otro día, el dólar su posó por arriba de los 18 pesos. A partir de ese día, los mercados lo tomaron en serio y el efecto Trump comenzaría a golpear, golpear y golpear al ya frágil peso más que otros factores externos.
Medios especializados en finanzas, como el Financial Times o Bloomberg, reportaron en varias ocasiones que el peso funcionó durante el proceso electoral de Estados Unidos como un indicador del sentimiento de los inversionistas de los mercados financieros sobre las posibilidades de que Trump fuera el sucesor de Barack Obama.
"Cuando Trump ha repuntado en las encuestas, el tipo de cambio se ha depreciado, mientras que cuando aumentan las probabilidades de un triunfo de Clinton, este se aprecia. Una verdadera montaña rusa", escribió el economista del ITAM Isaac Katz un día antes de que el mundo supiera que el multimillonario gobernará la primera potencia mundial durante los próximos cuatro años, al menos.
EL EDIFICIO AGRIETADO
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México tiene hoy una deuda exagerada y muy similar a la alcanzada durante la crisis del "efecto Tequila", en la década de los 90. Las agencias calificadoras como Moody's y Standard and Poor's se lo han advertido e incluso podrían bajar su calificación, lo cual provocaría la salida de inversión y con ello menos crecimiento y menos empleo, han explicado economistas. En total, el país debe 9 billones 683 mil millones de pesos, un 50.5 por ciento del PIB.
“Durante este gobierno, y eso lo saben las agencias calificadoras, la corrupción ha avanzado de manera galopante. Para toda inversión o proyecto se pide una mordida. Si vas a hacer una obra, se requiere una mochada. Antes pedían el 10 por ciento, pero ahora es el 30 o el 35 por ciento. Si se solicita un permiso, cuesta un millón de pesos cuando antes costaba 200 mil pesos. La corrupción es a nivel municipal, estatal y federal; no hay controles. El ejemplo viene desde la misma Presidencia y eso se generaliza”, aseguró previamente Miguel Reyes Hernández, Director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana de Puebla (UIAP).
Ante la alta deuda, más la caída en ingresos por los bajos precios del petróleo, la Secretaría de Hacienda ha anunciado una serie de recortes al gasto público y el Banco de México subió las tasas de interés hasta 4.75 por ciento para evitar la fuga masiva de capitales. Pero el problema de raíz, la corrupción, sigue avanzando como enredadera pese al Sistema Nacional Anticorrupción y la Ley de Disciplina Financiera.
A este escenario de un país con indisciplina fiscal, un país con cuarteaduras, llegó el terremoto Donald Trump, empresario y show man que tiene una seguridad en sí mismo muy alta.
Contrario a lo esperado por algunos analistas, la mañana del miércoles 9 de noviembre, después de que el mundo sabía quién será el próximo Presidente del principal socio comercial de México, el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y el Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, optaron por esperar a ver cómo evolucionaban los mercados.
"El proceso electoral en Estados Unidos se ha visto reflejado en un incremento en la incertidumbre en los mercados financieros internacionales. En este contexto, las variables económicas en nuestro país han experimentado episodios de volatilidad, especialmente en la cotización del tipo de cambio", concedió Meade durante el mensaje.
De acuerdo con el Secretario, nuestro país goza de una estabilidad macroeconómica que se ha logrado a través de muchos años de la aplicación de políticas fiscales y monetarias "responsables, prudentes y oportunas", de un sistema financiero bien capitalizado, solvente y sin problemas de liquidez.
Para permitir que siga así, "en la medida en que se obtenga información adicional, y estando vigilantes de nuestro entorno de mercado, se procederá a ajustar las políticas fiscal, monetaria, financiera y comercial, buscando que se preserven nuestros fundamentos macroeconómicos sólidos, lo que es esencial para anclar el valor de nuestra moneda y para poder retomar y mantenernos la senda de crecimiento económico sostenido con estabilidad financiera", dijo Meade. Es decir, ajustar más a la baja el gasto público y elevar las tasas de interés una vez que la volatilidad y nerviosismo sean menos.
"OMG, el fix de hoy arriba de los veintiún pesos por dólar, el nuevo máximo histórico (hasta mañana) en 21.0511 pesos por dólar. Pero eso sí, la acción conjunta de SHCP y Banxico sigue en pie; 'estamos atentos'", ironizó el economista Jonathan Heath el viernes pasado.
Por su parte, la subsecretaria de Hacienda y Crédito Público, Vanessa Rubio Márquez, consideró que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2017 muestra el compromiso del Gobierno de mantener una economía sólida y estable ante cualquier eventualidad en los mercados financieros internacionales.
Dijo que el PEF promueve un gasto responsable y detona la inversión en infraestructura de cerca de 26 mil 400 millones de pesos.
A menos de 70 días de que Donald Trump asuma como Presidente de Estados Unidos, México crece menos que el año pasado y su moneda vale menos que nunca antes. Las autoridades financieras aseguran que México está preparado y puede controlar su deuda.
"Es indispensable un gasto público más eficiente y eficaz en los tres niveles de gobierno y actuar simultáneamente por el lado de los ingresos tributarios ampliando la base gravable", expuso Isaac Katz en un artículo de opinión para el diario El Economista.
El tiempo dejará ver si el edificio se derrumba o se mantiene.