¿El “Tri” debe tener tanto cuidado de los salvadoreños en el Azteca esta noche? Los números dicen que no hay que preocuparse, pero ya antes el exceso de confianza le ha jugado malas pasadas a la Selección.

Ciudad de México, 13 de noviembre (SinEmbargo).- En unas horas la Selección Nacional de Futbol entrará de lleno a las eliminatorias mundialistas para buscar un sitio en Rusia 2018. Son muchos los partidos que restan a partir de este momento. Sin embargo, el inicio está marcado por un encuentro contra un rival conocido de la región: El Salvador. Si el “Tri” responde a las expectativas, sus primeros partidos (incluido este) con Juan Carlos Osorio al frente no deberán ser complicados. Sin embargo, en los últimos años, las selecciones centroamericanas se le han indigestado al conjunto azteca.

Pero, ¿en realidad el “Tri” debe tener tanto cuidado de los salvadoreños en el Azteca esta noche? El futuro nunca está dicho; pero, al menos, los números son más contundentes.

De inicio, México tiene a su favor una marca que, a medida que se alarga, corre más el riesgo de detenerse. Así, la Selección Nacional nunca ha sido vencida en su debut en una eliminatoria mundialista, con los que ya acumula seis procesos eliminatorios consecutivos.

Si a lo anterior se le suman sus 15 premundiales, México reporta un saldo blanco y favorable para las expectativas de los aficionados: 12 triunfos y tres empates.

NÚMEROS CONTUNDENTES

Para México los “peores” inicios han sido en la clasificación rumbo a Chile 1962, Argentina 1978 y España 1982, donde el “Tri” arrancó. sin embargo, estos “malos” inicios no fueron el prólogo de una eliminación, cosa que sí sucedió en 1980, la Selección Nacional debuto con igualada ante Canadá, en Toronto. Desde entonces, 35 años han transcurrido desde que México no arrancó con una victoria.

Sin embargo, esos tres empates en el historial mexicano se han registrado fuera de territorio nacional, ya que en los cinco procesos eliminatorios en los que la eliminatoria inició en el país siempre se obtuvo el triunfo.

Los antecedentes de los partidos recientes disputados contra “La Selecta” también son optimistas para la escuadra mexicana. Así, de los últimos 10 encuentros entre México y El Salvador, la Selección Mexicana tiene una ventaja de siete juegos contra tres.

Así mismo, de los tres “grandes momentos” de la historia salvadoreña contra el “Tri” han sido cuando los centroamericanos han jugado como locales. El Azteca, por otro lado, parece que no será el escenario para una victoria salvadoreña, sobre todo si se toma en cuenta que “La Selecta” viene con un equipo recién armado debido a los problemas por los que atraviesan los jugadores titulares con la Federación Salvadoreña,lo que se refleja en el ranking actual de ambos equipos.

De acuerdo con la última lista de posiciones de la FIFA, el “Tri” ocupa el sitio 24, mientras que a 70 lugares se encuentra “La Selecta” en la posición 94, con nueve selecciones de CONCACAF de por medio.

No tan definitoria, pero no por eso menos importante, es la comparación del valor total de ambos representativos. En este caso, se trata de algo imposible de realizar, pues la mayoría de los jugadores salvadoreños no aparecen en Transfermarkt, un sitio especializado en traspaso de jugadores.

No obstante, se tiene que del lado mexicano Carlos Vela es el más caro en el mercado internacional al ser tasado en 18 millones de euros, mientras que por El Salvador, Nelson Bonilla, del FK Zira de Azerbaiyán, tiene un valor de mercado de 550 mil euros.

Tampoco mejoran las cosas si se habla de la actual figura del balompié del país centroamericano, Arturo Álvarez, del Videoton FC de Hungría, quien registra un valor de 400 mil euros.

En el papel, el debut de México, como local, en el Coloso de Santa Úrsula presenta las condiciones ideales para el éxito y para que los seleccionados recuperen la confianza perdida en las eliminatorias pasadas. Sin embargo, precisamente esa lección debe ser un indicio para descartar que la clasificación al mundial ya está asegurada.

En pocas palabras: se trata sólo de un juego, cierto, pero es una obligación vencer a El Salvador sin que por ello se echen las campanas al vuelo.