Cuando era niña en muchas caricaturas antiguas se hablaba de unos misteriosos frijoles saltarines mexicanos, que yo siendo mexicana nunca había visto ni había oido hablar de ellos en la vida real. Me parecía que se trataba en un invento mas que inundaba el inconsciente colectivo norteamericano del estereotipo de cómo somos los mexicanos, además del famoso Speedy González que corría de un lado a otro con un sombrero gigantesco, los mexicanos frijoleros parecíamos tener unos frijoles mágicos que se movían por si mismos.
Recientemente me voy enterado de que los famosos frijoles saltarines sí existen y no sólo eso sino que si son mexicanos. No son frijoles en sentido estricto porque son semillas de una planta que no está ni siquiera emparentada con los frijoles, pero son semillas del arbusto conocido como Sebastiana pavoniana que crece en los desiertos del norte de México, en Sonora y Chihuahua. El carácter saltarín de las semillas está dado ni mas ni menos que por la presencia de un bicho dentro de las semillas. Es la larva de una polilla pequeña llamada Cydia deshaisiana, la larva llega al interior dela semilla porque las polillas adultas depositan sus huevos dentro de los ovarios de las flores, de manera que conforme va madurando la semilla en la planta, también va creciendo la larva en su interior. Cuando el arbusto suelta las semillas porque ya están maduras, las larvas habitantes también están casi listas para convertirse en adultas. Es en esta etapa que los habitantes del desierto las recolectan para venderlas como souvenir o curiosidades.
Pero ¿cuál es la característica que los hace saltarines? Muchas semillas son parasitadas o depredadas por insectos y sin embargo no nos damos cuenta de ellos hasta que las cocinamos o las comemos porque aparece un gusano desagradable. En el caso de las semillas de la Sebastiana, los gusanos parásitos son muy sensibles a la temperatura, de manera que cuando sienten calor comienzan a moverse dentro de la semilla y hacen que ésta brinque. Si tomas un frijolito con gusano, al contacto con el calor de tus manos la semilla empezará a moverse. Esta característica ha sido el furor para los coleccionistas de cosas extrañas, y forma parte de una mas de las curiosidades de nuestro país, que por cierto aún no he tenido el gusto de conocerlas en vivo y a todo color. Algunos autores postulan que el movimiento de las larvas en respuesta al calor es una adaptación para sobrevivir a los climas extremos donde habitan. Podría ser que al moverse las larvas indujeran que las semillas queden bajo la sombra y por lo tanto prevengan su desecación, lo cierto es que no hay investigaciones científicas rigurosas al respecto, nos quedamos con el hecho de que las semillas parasitados por Cydia deshaisiana son auténticos frijoles saltarines mexicanos.
Lo que es mas común encontrar en los mercados de México donde los souvenirs chinos dejan poco espacio para los nacionales, son frijoles saltarines de plástico. Estos son cápsulas ovaladas de diferentes tamaños con imanes en el interior que al moverlos producen agitaciones particulares que fascinan a grandes y a chicos.