El Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, “El Bronco”, informó que su antecesor  Rodrigo Medina gastó 8 mil millones de pesos en las televisoras y que revisará todos los contratos que el gobierno hizo con los medios de comunicación.

“Hay contratos exageradamente leoninos y que dañaron el patrimonio del gobierno… vamos a aplicar la ley y a hacer justicia”, dijo.

Como candidato, “El Bronco” anticipó que de ganar la gubernatura ya no daría ni un peso más a las televisoras (Televisa, Televisión Azteca y Multimedios), por lo que acabaría en ese estado con una relación histórica entre medios y poder político, que generaba mutuos beneficios: imagen positiva para el gobierno y dinero para las televisoras. Esta relación implicaba un gasto anual de unos mil 300 millones de pesos.

La comunicación política del nuevo gobierno se hará a través de las redes sociales. “El ingeniero va a seguir usando el Facebook, será un gobierno digital o pretende que éste sea un gobierno digital”, dijo “Memo” Rentería, publicista de la campaña del ahora Gobernador independiente de Nuevo León (El Norte, 4 de octubre 2015). Asimismo se utilizará Twitter, Instagram y portales web para que la ciudadanía consulte las reuniones del Gobernador, participe en ellas y emita opiniones a favor o en contra de las políticas públicas de la gestión, dijo a su vez Miguel Ángel Dávila, responsable de las redes sociales de “El Bronco” (El Norte, 4 de octubre 2015).

Pero también buscarán ahorrar recursos utilizando Radio y Televisión de Nuevo León, un sistema a cargo del gobierno estatal que cuenta con una infraestructura importante: 14 estaciones de radio (13 en FM y una AM) y una red de repetidoras del Canal 28, que le permite cubrir prácticamente todo el estado.

A El Norte, Rentería dijo que fortalecerán mucho a dicho sistema de radiodifusión, que renovarán su programación para atraer a la población y así “competir con las televisoras locales”. “No va a ser la típica programación de un canal de un estado… el ingeniero quiere que sea atractiva, divertida, inteligente”.

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“El Bronco”, como todos los gobernadores del país, ven a los medios de comunicación en manos de sus administraciones como parte del gobierno, como una extensión de su poder, pese al discurso “ciudadano”. Ese es el problema.

Bajo la lógica democrática, los sistemas estatales de radio y televisión no están para servir al gobernador y su gobierno, sino para servir a sus audiencias. O dicho con palabras de “El Bronco”: Radio y Televisión de Nuevo León no tienen como fin exaltar la imagen de él, sus colaboradores o los políticos en general, sino ser medios de comunicación de servicio público de y para “la raza”.

El gobierno ciudadano de Nuevo León debe dar ese salto. La televisión estatal no es un sustituto de lo que hace la televisión comercial. La misión del sistema estatal de radio y televisión debe ser la de ofrecer una programación plural, incluyente, diversa, al servicio de sus diferentes audiencias: niñas, niños y adolescentes, mujeres y hombres adultos mayores, personas con discapacidad, minorías étnicas, etcétera.

Y está bien tener una “programación atractiva, divertida e inteligente”, pero lo prioritario es no perder algunos de los objetivos de los medios públicos: el vínculo social, la inclusión, la participación y ser un instrumento de la democracia. Tampoco debe preocuparles demasiado el “competir con las televisores locales”. Su objetivo no es competir, sino ofrecer simplemente contenidos de calidad.

La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (artículo 86) establece que las concesiones de uso público (como las que tiene Radio y Televisión de Nuevo León) deberán contar con mecanismos para asegurar independencia editorial (del gobierno y otros intereses políticos y económicos), garantías de participación ciudadana, reglas claras para la transparencia y rendición de cuentas, opciones de financiamiento, defensa de sus contenidos y reglas para la expresión de diversidades ideológicas, étnicas y culturales.

¿Cómo garantizar dichas obligaciones? Una manera posible es construyendo un Consejo Ciudadano, integrado por organizaciones representativas de la sociedad nuevoleonesa, no estatales y sin fines de lucro, que sea garante de los principios de los medios públicos: la universalidad, la independencia, la diversidad y la especificidad. También sería deseable para el ámbito informativo la creación de un Consejo de Autorregulación, independientemente de la obligación legal de tener una Defensoría de la Audiencia.

“El Bronco” puede convertir a Radio y Televisión de Nuevo León en verdaderos medios públicos y colocarse también a la vanguardia en este terreno. De otra manera, quedarán supeditados a la visión y objetivos de un gobierno que no deja de ser gobierno por sólo afirmarse que es “ciudadano”.

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Por lo pronto, “El Bronco” empezó mal: nombró a Luis Yermak Torres Valera como director del sistema, sin experiencia en los medios públicos, sin ningún vínculo con la sociedad nuevoleonesa, pero que tuvo el mérito de participar en el equipo de campaña de Jaime Rodríguez.

Torres Valera es originario de Mexicali, Baja California, licenciado en administración de empresas en la Universidad de Tijuana, con actividades profesionales en la publicidad y la mercadotecnia. También es guitarrista y compositor de música desde hace 25 años y según refiere El Norte produjo la música de la campaña del ahora gobernador.

Entrevistado por este medio, el nuevo funcionario se refirió al abandono que tuvo Radio y Televisión de Nuevo León en el gobierno de Rodrigo Medina (lo que es cierto, ya que siempre se privilegió la relación con las televisoras comerciales) y dijo que hará de este sistema “un medio de comunicación entre el gobierno y la ciudadanía”. Sin embargo, reveló que “no tiene un plan de trabajo definido porque eso depende aún de la auditoría que se le hasta haciendo a la pasada la administración” (El Norte, 9 de octubre 2015).

¿La auditoría define al plan y a los objetivos del medio público? Increíble. Ese es el problema de nombrar a los amigos o recomendados y no a los expertos en medios de comunicación, que de sobra tiene Nuevo León en sus Universidades públicas y privadas, así como en el propio sistema, y sin ligas partidistas.

En conclusión: “El Bronco” puede hacer mucho a favor de los medios públicos de la entidad, pero para ello debe conocerlos, apoyarlos con nuevos recursos para fortalecer la calidad de la programación, impulsar la producción local y nacional independiente, modernizarlos tecnológicamente (hay repetidoras de televisión aún sin digitalizarse, pese al apagón analógico en municipios del estado), ciudadanizar sus órganos de decisión y, como ya se dijo, asegurarse que se conviertan instrumentos de la propia sociedad y no del gobierno.

@telecomymedios

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