Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo/HuffingtonPost).- “No soy un gato haciendo monadas, ni un bebé riendo, ni un grupo de chicos ensayando el baile del verano”. El protagonista de este vídeo, un hombre de pelo cano que mira directamente a cámara, aparentemente no tiene ninguno de los ingredientes que suelen incorporar los vídeos virales que acaban llegando a todo el mundo. Sin embargo, sí incluye uno de los más importantes: despierta la emoción en quien lo ve.
El hombre pide al espectador que, por favor, visione más de 30 segundos. ¿Cuál es el motivo de esta petición tan extraña? Que la plataforma YouTube —o, más bien, los anunciantes que aparecen en ella—, pagan a los creadores de vídeos por cada usuario que ve al menos estos segundos.
Según va explicando el protagonista de estas imágenes, quien se llevará ese dinero por este vídeo será la Fundación Arrels, una ONG de Barcelona que ayuda a las personas sin hogar —también responsable de la iniciativa Homelessfonts.
Desde su creación en 1987, la Fundación Arrels ha ayudado a más de 9 mil personas sin hogar con alojamiento, alimentación, atención social y sanitaria. Sólo en 2014, atendió a mil 600 personas, 665 por primera vez.
