Por Joaquín Cavanna (dpa)
Natal (Brasil), 13 jun (dpa) – Uno fue el mejor jugador del partido; el otro, el autor del gol de la victoria: Giovani Dos Santos y Oribe Peralta demostraron en la victoria de Camerún que México dispone de una dupla ofensiva asentada, confiable y que todavía no conoce su techo.
“Gio hizo un partido muy grande. Fue desequilibrante y hasta nos ayudó para recuperar la pelota y Oribe ha demostrado una vez más su ambición goleadora. Siempre está donde tiene que estar”, elogió el entrenador Miguel Herrera después de la victoria.
Aquella dupla que nació y empezó a forjarse con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 hoy aparece como una de las sociedades más consolidadas del equipo norteamericano.
A lo largo de los últimos dos años, ambos desarrollaron una relación de compicidad inmediata dentro del campo de juego y una muy buena amistad fuera de las canchas.
Fueron dos de los jugadores más experimentados de la plantilla de los Juegos de Londres y hoy confirmaron su sintonía futbolística con asistencias a un toque y protagonismo en casi todas las jugadas de peligro de su equipo contra Camerún.
“Cuando te entiendes con tu compañero de ataque todo se hace más fácil. Con Oribe nos entendemos casi con la mirada y siempre nos preocupamos por hacer mejor nuestro trabajo”, afirmó el delantero del Villarreal.
Dos Santos reprodujo hoy ante Camerún el gran momento de forma que mostró durante todo el último año en el Villarreal español.
El atacante adoptó su condición de asistente con una enorme tarea de espaldas al arco rival y hasta fue letal en la definición en los últimos metros.
De no haber sido por dos errores arbitrales del juez asistente Humberto Clavijo, el ex jugador del Barcelona pudo haber terminado el encuentro de hoy con al menos un gol.
Así y todo, fue elegido como el mejor jugador del partido, resultado de la combinación entre la votación de los internautas de “Fifa.com” y el tráfico de su nombre en la red social Twitter.
“Ver a Giovani correr hasta una esquina para robar la pelota o a Peralta barrerse en el suelo me hizo ver que estábamos por el buen camino”, aseguró el técnico Herrera tras el triunfo.
El caso de Peralta es el de un delantero que no puede tener una relación más idílica con la afición mexicana.
El atacante del Santos Laguna, de 30 años, se ganó el corazón de su afición en 2012 al ser el héroe del oro olímpico y desde entonces no paró de crecer.
Sus últimos dos grandes hitos fueron los cinco goles que logró en los encuentros ante Nueva Zelanda en el repechaje mundialista y el de hoy en la primera victoria de México contra un equipo africano en una Copa del Mundo.
Dos Santos y Peralta demostraron que México tiene una base sólida como para poder soñar con la clasificación a la segunda fase. Entre ambos se encargaron de dejar en un segundo plano a la estrella “Chicharito” Hernández y, especialmente, de dar una victoria de oro a su selección en el primer paso de Brasil 2014.
