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La disfunción eréctil es señal de enfermedades crónicas: experto

13/04/2015 - 12:00 am

Ciudad de México, 13 de abril (SinEmbargo/HuffPost).- Cada vez más investigadores están reconociendo el vínculo entre la salud sexual y enfermedades crónicas como la diabetes, el colesterol y presión arterial altos. Entre más avanzadas estén estas enfermedades, mayor es el riesgo de un hombre de la disfunción eréctil (DE), lo que significa no ser capaz de mantener una erección durante el tiempo que él quisiera, o no poder tener una erección en absoluto.

Los hombres son menos propensos a ser proactivos acerca de su salud o consultar a un médico cuando tienen estos problemas crónicos. Ésta es en parte la razón por la que los hombres tienden a morir unos cinco años antes que las mujeres, y son más propensos a morir de padecimientos crónicos como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Pero una cosa que sí lleva a los pacientes al médico, dijo el doctor Kevin Billups, es la disfunción eréctil.

Billups, quien es el director del Programa de Salud Integral del Hombre en el Instituto Urológico Brady en la Universidad Johns Hopkins, utiliza estas citas con el médico para tratar la disfunción eréctil como una manera de abrir las mentes de los pacientes acerca de los problemas de salud más allá del pene.

Monitorea los niveles de azúcar en la sangre, presión arterial, niveles de colesterol y la apnea del sueño. Billups dice que la DE es a menudo una oportunidad para que él pueda intervenir y tratar toda una serie de otras condiciones, a menudo cacha a las personas antes de su pre-diabetes se convierta en una diabetes completa, o antes de que el accidente cerebrovascular o ataque al corazón se produzca.

“Toda mi práctica se basa en el uso de disfunción sexual como un indicador clínico precoz de un mayor riesgo de enfermedades crónicas”, dijo Billups. “[La disfunción eréctil] es el canario en la mina de carbón; es un barómetro de la salud que no sólo los hombres, sino que sus parejas puede notar también”. Y una vez que sus pacientes entienden el vínculo entre la disfunción sexual y la salud en general, se ven más motivados para salir y hacer los cambios de estilo de vida que beneficiarán al resto de su cuerpo, también.

“Yo les digo al 90 por ciento de los hombres en la práctica que deben tratar los cambios de estilo de vida en primer lugar, antes de buscar una disfunción eréctil o cambios en la testosterona”, explicó. “Aunque inicialmente les dé una píldora para que funcione de nuevo, les digo que si ignoran todas estas otras cosas, la píldora va a dejar de funcionar, y vamos a tener que ir por un manejo más agresivo, como inyecciones en el pene o cirugía para implantes “.

La cara de la disfunción está cambiando 

Foto: Shutterstock
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Al igual que otras enfermedades crónicas, el riesgo para la disfunción eréctil generalmente aumenta a medida que el hombre envejece. A los 40, alrededor del 40 por ciento de los hombres tienen algún grado de disfunción eréctil, y el número aumenta a 70 por ciento en los 70 años de edad. Se espera que la disfunción eréctil afecte a un estimado de 322 millones de hombres en todo el mundo para el año 2025, en parte debido a que la población está envejeciendo rápidamente.

A pesar de que es muy común, la DE no es una parte natural del envejecimiento, según los Institutos Nacionales de Salud. En cambio, puede ser un signo de enfermedad; Así como el sobrepeso, la obesidad y la diabetes empezaron a desplazarse hacia las generaciones más jóvenes y más saludables, habrá que esperar a ver las tasas de disfunción eréctil en los hombres más jóvenes, también, según los investigadores. Por ejemplo, los hombres con diabetes tipo 2 están en riesgo de desarrollar DE, de 10 a 15 años antes de lo que un hombre sin diabetes.

Es por eso que el Dr. Jacob Rajfer, profesor de urología de la Universidad de California en Los Angeles, piensa que volver a enmarcar la salud de un hombre en términos de salud sexual no puede iniciarse con suficiente antelación. En lugar de capturar a hombres de mediana edad que están bien en su camino a la disfuncion erectil y la enfermedad crónica, como lo hace Billups, sostiene que apelar a la función sexual podría tentar a los hombres jóvenes entre los 20 y 30 años para tener una buena dieta, rutina de ejercicios y su estado general de salud más serio.

“Una vida saludable para el corazón es una vida saludable para el pene”, dijo Rajfer.

 

 

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