Neneh Marianne Karlsson Cherry antepone la inteligencia sobre la tentación mediática. Con una discografía de tres títulos optó por el bajo perfil, aunque no ha dejado de hacer música y ser, involuntariamente, una artista de culto.
Ciudad de México, 13 de abril (SinEmbargo).– A simple vista, pareciera que la carrera de Neneh Cherry se limita a dos grandes éxitos comerciales infaltables en alguna compilación de Smash Hits de finales de los 80 y principios de los 90 del siglo pasado.
De ella sabemos que tuvo el tino de lanzar un sencillo de genuino hip hop que sin embargo no se reprimía en incluir elementos dance de la época, “Buffalo Stance”, track pegadizo cuya versión extended mix nunca faltó en las discotecas de 1988 con una letra que aunque irónica, reproducía una especie de manifiesto feminista urbano-glam. Era un discurso pop rebelde que se burlaba del movimiento Buffalo, integrado por fashionistas empedernidos, peluqueros, modistos, fotógrafos, modelos y uno que otro inglés entrometido liderados por el diseñador de modas Ray Pietri, el “hombre que vistió a una década” como lo describe Kathryn Flett de The Guardian. “Buffalo Stance” también era la respuesta a esos machos que creen que pueden deslumbrar a una chica con una cartera hinchada de billetes y cadenas de oro. El tema ocupó el puesto número tres del Top Billboard de Estados Unidos y el número uno del Billboard Hot Dance Club Songs.
Años más tarde, Neneh volvió a escalar en las listas de popularidad de distintos puntos del planeta con el extraordinario y oscuro tema “Seven Seconds” que grabara en colaboración con el artista senegalés Youssou N´Dour. Interpretada en inglés, francés y wolof (lengua nativa de Senegal). Uno de esos un golpes en la música que trascienden el tiempo, es sorprendente como casi 20 años después de su lanzamiento, “Seven Seconds” sigue estando en constante rotación en muchas estaciones de radio, incluyendo frecuencias mexicanas.
Desde entonces, pareciera que Neneh emprendió una digna retirada, con la frente en alto, directo a regodearse en sus buenos recuerdos y cobrar ganancias.
La discografía de Neneh Cherry se compone sólo de tres títulos: “Raw like sushi”, “Homebrew” y “Man”. Y si bien es cierto que después de “Seven Seconds”, Neneh Mariann Karlsson optó por mantener un perfil un tanto bajo, nunca ha dejado de hacer música y otras actividades. Pocos saben que ella estuvo presente en toda la efervescencia del sonido Bristol, aquel que parió bandas como Portishead y Massive Attack, de hecho Cherry fue miembro del equipo que produjo el “Blue Lines” de Massive attack y Geoff Barrow, responsable de que Portishead alcanzara su distintivo y claustrofóbico sonido que no para de evolucionar, le produjo el sencillo Somedays incluido en su segundo álbum “Homebrew”. Es solicitada por varios artistas como Michel Stipe, Tricky o Matt Johson de The The para grabar eclécticas colaboraciones.
NENEH, LA MULTIFACÉTICA
Nacida en Estocolmo, hija de un baterista oriundo de Sierra Leona y una artista textil sueca, después de “Seven Seconds” Neneh ha pasado largas temporadas en Londres, Málaga y Chicago; madre de dos hijos, cuando no hace presentaciones especiales se le puede encontrar pinchando tornamesas en algún club nocturno, componiendo y produciendo sencillos para su proyecto de jazz experimental CirKus al lado de su esposo Cameron McVey, además es locutora y tuvo un reality show para la BBC.
El año pasado Neneh regresó a los reflectores, a esos que parecen estar fascinados en iluminar todo lo que parezca mainstream con un nuevo y complejo material discográfico: “The Cherry Thing by Neneh Cherry and The Thing”, un álbum en la línea de jazz electrónico bizarro con la que Neneh viene trabajando desde hace varios años, alejada de aquel pop dance que la catapultó a la fama. Los críticos no tuvieron más opción que elogiarla, la evolución de una artista que antepone la inteligencia sobre cualquier tentación mediática.
Con motivo del lanzamiento del álbum de remixes de los tracks de “The Cherry Thing” y a punto de sacar al mercado otro disco inédito, desde su hogar en Estocolmo sostuvo una conversación exclusiva con SinEmbargo sobre la vida después de dos trancazos internacionales y la responsabilidad, quizás involuntaria, de ser una artista de culto.
–Escuchando de “The Cherry Thing” se puede percibir que eres una artista ecléctica, inteligente y exigente que parece haber dejado atrás las épocas de pop bailable y accesible por una música más compleja. Siendo así, ¿qué características debe tener un artista o dj que quiera hacer un remix de un tema de “The Cherry Thing”?
–Sobre todo buenas ideas. No me detengo mucho en la carrera de tal o cual dj, si tienen un estilo definido o si apenas están empezando, tampoco si están muy metidos en corrientes comerciales o si apenas tienen dos canciones producidas Tienen que ser creativos y que sean capaces de hacer una extensión dinámica de mis temas.
–Hablando de buenas ideas, ¿qué músicos crees que estén ejerciendo buenas ideas actualmente? ¿Algo que recién acabes de agregar a tu ipod?
–Definitivamente el nuevo disco de My Bloody Valentine, “mbv”, lo último que acabo de cargar antes de esta entrevista, creo que mantienen intacto su sonido y lo llevaron aún más allá, como que descubrieron sus propios límites.
–¿Y en cuanto a música electrónica? Género que me imagino estás muy familiarizada…
–Todo lo que hace Four Tet siempre es capaz de cimbrarme de formas muy peculiares, su estilo minimalista pero al mismo tiempo con una sensibilidad para el groove puede sacudirte los sentimientos. También me gusta mucho Blouse, una banda alternativa de Portland que hace una especie de dream pop refinado y sexy. Atoms For Peace el nuevo proyecto electrónico de Tom Yorke de Radiohead y Rocket Number Nine.
–Para los mexicanos que te recuerdan por “Buffalo Stance” y sobre todo por “Seven Seconds”, y que no están muy familiarizados con tus nuevas incursiones musicales, ¿cómo describirías el álbum “The Cherry Thing” y tu colaboración con The Thing?
–Es básicamente un trabajo experimental. Pero sí habría que darle una aproximación figurativa, es porque queríamos hacer una especie de híbrido entre la poesía de algunas personas a las que respeto, con música de otros tantos artistas más cuya música creo que ha cimbrado la historia de la música contemporánea de una forma radical, como Thurston More o Jim O´Riourke. Pero bajo esa perspectiva de los mashups, dos canciones totalmente opuestas empalmadas al mismo tiempo que encuentran armonía en determinadas pistas. Y hablando de una descripción sonora, son canciones aproximadas al free jazz con muchos pasajes de ruido, pero es mucho más que eso.
–¿Con “The Cherry Thing” buscas volver a tener esa atención de los medios (hoy día ya existe la Internet) que te abordaba, como cuando en las épocas de “Buffalo Stance” y “Seven Seconds”?
–No precisamente. Nunca hago música pensando en el impacto que pueda tener en la prensa por ejemplo, o en las cadenas como MTV que mucho tiempo pusieron mis videos. Mi trabajo parte de una esencia muy íntima, lo demás lo veo como ganancia.
–Justamente pareciera que después de esos dos grandes éxitos te alejaste de la escena comercial o mediática. ¿Fue algo calculado? ¿Una mala decisión en la industria discográfica o la tendencia del mainstream te hizo una mala jugada?
–Nada de eso. Ahora que lo pienso, simplemente me aburrí de ser el punto focal de ciertos tipos de reflectores sabes. Unos que al parecer lo que haces nunca será suficiente y pretenden exigir algo que ni ellos mismos saben. Supongo que yo soy más que eso. Satisfacer a la industria no es tan divertido. Así que decidí moverme a otra área. Pero nunca he dejado de hacer cosas.
–¿Qué has hecho después de “Buffalo Stance” y “Seven Seconds”?
–Tuve muchos niños y ahora nietos. Muchas vidas para vivir y ocuparme de mis asuntos fuera de la industria, aunque monté un negocio de hacer música con mis seres queridos, como mi esposo. Estuve al frente de un reality show de cocina con Andi Oliver (cantante del grupo Rig Pig y Panic) para la BBC Two, que se llamó “Dish it up soul food”, en el que mostrábamos recetas exóticas de comidas de distintas partes del mundo. Eventualmente me invitan a participar como dj en algunos eventos pero básicamente he estado dedicándome a mi familia y haciendo música. Nunca he parado de hacer música.
–Leyendo, investigando para esta entrevista, me di cuenta que eres una artista con cierto aire de retiro. Pero lo cierto es que muchos te citan como una artista de culto, una referencia de calidad, de ti y tus únicos tres álbumes, ¿cómo te sientes al respecto?
–Es tan hermoso escuchar que la gente de algún modo esté al pendiente de lo que haces, a pesar de no ser una figura pública con una constante presencia en los medios, las revistas en los canales de música. Cuando eso pasa, también es cierto, que las especulaciones sobre ti aumentan y no siempre de buena manera. Digo, puedo decirte a ti y a muchos que no me quedé atrapada con mi familia rodeada de armas (algo se rumoró tras un asalto que sufrí en Nueva York), así que pueden estar tranquilos. Pero cuando escucho el hecho de que soy un punto de enfoque o referencia de buena música y calidad me pongo muy contenta porque después de todo, eso, la buena música es algo que trato de cumplir cada día.
–¿Crees que es mejor tener una discografía pequeña pero de calidad, que muchas grabaciones pero con sus altibajos?
–Es una pregunta complicada. Por lo que veo en amigos, gente cercana, hay quienes hacen todo lo posible por lanzar y lanzar discos cada vez que pueden. Pero también hay otros que al parecer sólo se dedican a hacer juicios, críticas de esos discos que lanzan la otra mitad de la que te platicaba. Bajo esa perspectiva, creo que los más sensato y sano es concentrarme sólo en el trabajo.
–Para la música que hace Neneh Cherry ¿cómo calculas o determinas el momento en que lanzas un disco al mercado?
–Pues para empezar, nunca hago música, la grabo o produzco pensando en la respuesta que pueda tener en el “mercado”. Nunca pienso en eso. En cualquier caso, el “mercado” al que probablemente te refieres es mi familia, ellos son mi filtro, mis críticos. Toda la música que hago germina dentro de mi familia, todo el tiempo. Una vez hecha, entre todos buscamos la manera de que salga de nuestro entorno familiar, en forma de dj o un álbum. Últimamente nunca es un trabajo exclusivamente mío, por eso es que mis últimos discos tienen el nombre “Neneh Cherry &…” en referencia a todas las colaboraciones que hago. De hecho esto de “Neneh Cherry & …” se han convertido en una especie de serie, una colección en dónde un disco está ligado al otro, sin importar mucho el tiempo entre uno y otro. Los editamos bajo un pequeño sello discográfico Smalltown Supersound records que reúne artistas nada conformistas como Lindstrøm o Young Galaxy. No es una disquera precisamente comercial pero como te decía, no pienso muchos en términos del mercado.
–Recuerdo que tu fama aumentó relativamente con aquella presentación en Top of the Pops en la que bailaste “Buffalo Stance” embarazada casi a punto de tener tu bebé. ¿Disfrutas dar conciertos en vivo? ¿Lo extrañas?
–Nunca me he alejado por completo de los escenarios. Si no canto en colaboración con alguien de jazz, estoy al frente de las tornamesas. Actualmente estoy en una gira con un proyecto que se llama Rocket Number Nine, un dúo compuesto por los hermanos Ben y Tom Page que hacen algo así como jazz electrónico-tecno muy intenso. Yo hago las vocales.
–“Buffalo Stance” era una suerte de canción feminista, ¿te consideras como una feminista?
–Ese tema siempre me ha parecido complicado y difuso. Mejor te respondo que mucho de lo que yo pienso al respecto está en la letra de “Buffalo Stance”. Dejémoslo así.
–¿Neneh es algo así como una chica pionera en el mundo del hip hop y las tornamesas? Cuándo empezaste, ese mundo era dominado por los hombres y muy machos. Por cierto, recientemente Frank Ocean declaró públicamente ser homosexual lo que ha motivado que le llamen como el primer rapero abiertamente gay. ¿El hip hop está cambiando?
–No lo creo, simplemente soy Neneh… Y sí, lo de Frank Ocean me pareció estupendo, algunas personas tienen más amor en su corazón que otros. Algunos tienen lecciones que aprender. Creo que en lo de Ocean hay amor y muchas lecciones por aprender. Es valioso, sobretodo en ese mundo del hip hop que en efecto es muy homofóbico.
–Tu historia es particular, naciste en Suecia, país que al menos en México, tenemos la percepción de que es muy civilizado, dónde el tema racial no es conflictivo, ¿te identificas con la black culture?, ¿has vivido alguna vez una situación racista?
–Por supuesto que me identifico mucho con lo que gira alrededor de la cultura negra, las tornamesas, el hip hop, el grafiti. Lo que hago musicalmente tiene mucho que ver con eso. En cuanto al racismo, procuro no pensar mucho en ello… hasta que te topas con él. Es terrible y triste. Aunque creo que la única forma de combatirlo es con amor. Al meno es lo que yo hago.
–¿Veremos pronto a Neneh Cherry en México?
–Esperemos que pronto. He ido un par de veces, pero siempre de vacaciones…