Teófilo González nació en León, Guanajuato, una de las ciudades más conservadoras de la República Mexicana, donde la población gay ha sufrido embates por parte de la Arquidiócesis de León y el aborto ha sido uno de los temas que grupos de ultraderecha han atacado con ímpetu.
Es posible que Teo González, como se le conoce artísticamente, esté impregnado por este ambiente y sus chistes más famosos, los más solicitados por su público, sean de “jotos”, como él les llama. Ya sea en funciones privadas o en televisión abierta, la audiencia le pide a gritos: “Más de jotos” y el comediante tuerce la mano, adelgaza la voz y dice: “Fíjate, antes les decíamos mariquitas, pulmones o jotos… hoy les decimos gays”. Y estallan las carcajadas.
Piden más, viene una pista con alguna canción de Juan Gabriel y de nuevo otro chiste. Teo González tiene un repertorio amplísimo sobre chistes gay, incluso en You tube hay un decena de videos al respecto.
Lo cierto es que el humor en México tiene varias tonalidades, además de una tradición añeja, que viene desde el Teatro de Revista, pasando por la Carpa, la comedia del cine mexicano, hasta las películas de ficheras. Entre tanto crisol de humor y algarabía, Sergio Corona es uno de sus representantes. Tiene 83 años y siguen en los escenarios y en la pantalla chica. Respecto al humor dice: “No se debe hacer escarnio de los caídos”.
Su comentario viene a cuento, tras la controversia que suscitó un video difundido en las redes sociales donde Sergio Verduzco, mejor conocido como el payaso Platanito, hiciera mofa acerca de los niños muertos en la Guardería ABC, de Hermosillo, Sonora. Un “chiste” que se convirtió en una lapidación mediática hacia el comediante. Ahora, Platanito Show no sólo perdió su programa en el canal de paga de Televisa, Telehit, sino también la Comisión Nacional de Derechos Humanos del Distrito Federal (CNDHDF) emitió un pronunciamiento al respecto:
“Esta conducta viola el derecho a la no discriminación, al no haber un trato digno a las víctimas mortales”, reza una parte del comunicado. Aunado a esto, las redes sociales, sobre todo Twitter y Facebook, son los jueces más acérrimos en contra de Platanito Show.
Poco antes de la polémica, quedó relegada la noticia de que Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, socia de la Guardería ABC y prima de Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa del presidente Felipe Calderón Hinojosa, quedaba exonerada de toda culpa en torno a esa tragedia. Vinieron rumores de que la controversia del comediante sólo desviaba la atención sobre un hecho aún más importante: la de la impunidad y corrupción en torno a una persona cercana a la familia presidencial. Verdad o mentira, lo cierto es que la comedia en México entró a un debate sobre la libertad de expresión, la ética y, sobre todo, los límites del humor.
¿HUMOR NEGRO?
Atanasia es el personaje más reconocido de Darina Robles. Ella es una de las expresiones clown más importantes en México. Atanasia, por ejemplo, habla sobre temas tan sencillos y a la vez tan humanos como la creación del mundo, la soledad y el amor irracional. Su público es infantil y adulto, citadino o indígena. Va de África a Japón pero su humor no tiene fronteras: “Lo único que tengo para hacer reír es mi estupidez. En un mundo donde millones de personas quieren ser inteligentes, donde ser tonto es malo socialmente, el humor que parte de la humanidad y el placer, nos hace reír sin importar el idioma o la cultura. La risa es universal”, dice. Pero también advierte que para hacer reír es importante que el personaje no agreda al público ni lo subestime: “Un clown sale a escena con mucho placer porque sabe que su público lo ama y él ama a su público”.
Eso lo sabe de sobra Sergio Corona; él, quien ha dominado públicos masivos, considera que el actor debe respetar a su audiencia. Y recomienda: “Uno de los consejos que siempre doy a los comediantes es que, para no insultar a los demás, es importante hacer humor de uno mismo. Yo, por ejemplo, me rio de mis canas”. Aunque reconoce que la comedia en México es diversa, está consciente que hay comediantes que se burlan de grupos vulnerables, “minorías” y mujeres.
Para la actriz y cantante Regina Orozco, debe existir en el humor una responsabilidad. Ella asegura que en sus obras hay mucho respeto a su público, sobre todo cuando se trata de víctimas. “Yo hago cabaret, y en él se debe hacer mucha investigación. Si interpreto a una mujer oprimida, no es para burlarme de ella, sino para mostrar su condición para que la gente reflexione”. Está en contra de los chistes sexistas, clasistas y homófobos. Sin embargo, Sergio Corona piensa que el humor en sí mismo es cruel, las personas igual, pero “debe ser ingenioso, de buen gusto, inesperado, con sorpresa y gran simpatía”.
Respecto a Platanito Show, la “Megabizcocho”, como se le conoce a Orozco, cree que cometió un error al hacer mofa de una tragedia, pero considera que tras el personaje se encuentra una persona “y tiene derecho a equivocarse y a pedir perdón. No hay que regocijarse en el dolor humano, es cierto, pero el problema no es Platanito, sino ese tipo de humor. Hay más gente que hace chistes que van en esa línea, incluso peores, que están en las redes sociales y no se les lapida tanto”. Lo mismo opina Darío T. Pie, intérprete de “La Roña”, personaje que igual aparece en tele abierta que en un teatro o bar. Él reconoce que también ha rebasado la frontera de la risa y asegura que no hay comediante que se salve de cometer un dislate.
“Pararse en el escenario, en sí, requiere mucho valor. Yo respeto mucho a quien lo hace, incluso para contar chistes malos. Respeto a todos los comediantes del país. Aunque sí se requiere responsabilidad de quien se para en un foro o ante la televisión. Te puedes equivocar, pero también debes reconocer tu error y tener más cuidado. El humor siempre es cruel”, opina T. Pie, quien constantemente ha sido encarado por el público y la crítica, querido y amado, pero “siempre con humor pensante”, dice.
–¿Hasta dónde un chiste deja de serlo? –se le pregunta al actor.
–Primero hay que entender que el chiste no hace daño. La risa es liberadora, te relaja. Cuando a veces se quiere penalizar un chiste, habla mucho de nuestra idiosincrasia. Habla de nosotros, porque los mexicanos somos bipolares. Un día te ríes de la muerte, y al otro te vuelves solemne. Eso es muy mexicano.
LOS LÍMITES DEL HUMOR
No sólo Teo González tiene entre su repertorio chistes en torno a la homosexualidad. Igual el comediante Jojo Jorge Falcón, que también se burla de indígenas, o “inditos” como les llaman. Tartamudos, personas con alguna discapacidad, mujeres, niños, gordos, pobres, lo que dé risa.
No sólo Platanito se vio envuelto en una polémica a partir de un chiste. El 17 de mayo de 2009, el programa de comedia “Hazme reír” transmitió una broma que las conductoras de televisión Galilea Montijo y Roxana Castellanos le hicieron a Sammy –una persona con retraso mental moderado– donde le dijeron que estaba seleccionado para hacer casting en un programa piloto. Tras explicarle en qué consistía la audición, las conductoras comenzaron a desvestirse y lo mismo hicieron con él, luego de embadurnarle una crema. Enseguida entró un falso guardia, quien dijo violaba las normas de la empresa. Tras un susto, Montijo y Castellanos confesaron, se trataba de una broma.
Pero todo se desbordó cuando uno de los críticos, Rafael Inclán, consideró como falta de respeto a Sammy, debido a sus “condiciones”, incluso dijo que no era una persona “normal”. Tanto activistas de derechos humanos, como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la CNDHDF emitieron recomendaciones a los productores del programa y a los responsables. La risa se apagó.
Darina Robles opina al respecto: “El público no paga una entrada al teatro para que le faltes el respeto. Viene a divertirse. Cuando se siente agredida, se acabó el humor”. Ella prepara sus espectáculos, pero siempre piensa en la generosidad, en que la comedia también sana con la risa.
Pero, ¿deben existir límites en el humor?
-Sí, pero los límites son individuales –dice Corona–. Depende de la educación del comediante, de su escuela como actor, de su criterio, su gusto.
Sergio Corona recuerda que hace más de 30 años dio un espectáculo para residentes suecos en México en una convención. Él, que poco utiliza tantos chistes, se le ocurrió uno sobre una persona discapacitada. La familia del comediante estaba presente y fueron los primeros en indignarse. No lo volvieron a llamar. “Entendí que cometía un error. Una cosa es la ironía y el juego y otra el sarcasmo que llega a insultar, a denigrar a las personas”.
Sin embargo, para Darío T. Pie el humor no debe tener límites. Es lo más enriquecedor que hay, dice. Y aunque está de acuerdo en que sí hay una ética al momento de hacer comedia, no coincide en que alguien regule o decrete a nivel gremial cómo y bajo qué circunstancia debe aparecer la ética. “Ya te metes en terrenos de censura, de libertad de expresión. Y el humor no lo necesita”.
–¿Cuál es, entonces, la responsabilidad del comediante o cómico?
–Hacer reír a la gente, es su mayor responsabilidad. Ya si quieres hacerla pensar, pues mucho mejor.
–¿Coincides que el humor es siempre cruel?
–Muchas es veces es macabro. Hay humor blanco y otro que es macabro, como las personas. El problema es que uno debe ser oportuno y, como creador, entender que hay temas sensibles, más politizados, y que no sirven para hacer humor, aunque sí para criticar.
LAS REDES SOCIALES
“¿Saben de qué murió Michael Jackson? De desesperación porque le quemaron una guardería allá en Sonora, aparte ahora ya no hay guardería. No se burlen, pobrecitos chavitos al pastor, no se burlen, ahora abrieron un changarrito que se llama Kentucky Fried Children”, bastó un chiste para que Platanito fuera lapidado en las redes sociales, mientras su imagen es ahora muy cuestionada.
Comentarios en las redes sociales como: “Lo que tienen que hacer para tragar: burlarse del DOLOR AJENO esto es México” o “Payaso estúpido, pide disculpas”. Incluso, Patricia Duarte, madre de uno de los niños de la guardería ABC, escribió en su muro de Facebook, luego de que el comediante ofreciera disculpas públicas: “SI DE VERDAD ESTE HOMBRE ES SINCERO YO LE ACEPTO SUS DISCULPAS Y SINO ES ALLA EL Y SU CONCIENCIA, QUE LO PERDONE DIOS”.
Regina Orozco tiene que cuidarse de cada coma y punto que escribe en sus cuentas de Face y Twitter. Sus miles de seguidores, donde posiblemente se encuentre algún detractor, podrían utilizar una broma o un comentario para ser enjuiciada. “Me pasó con lo del Teletón, donde participé. Es diferente, porque asumí la crítica como parte de todo. Pero me llovió en las redes sociales. También me sucedió, y es que me pasé en serio, cuando critiqué a Lorena Herrera y Ninel Conde, de que mejor enseñaran cuerpo, pero no cantaran. Me fue muy mal. Una tiene que cuidarse, porque cualquier error, no te lo perdonan”.
El humorista y escritor Piolo Juvera escribió, a propósito de la coyuntura del tema, una reflexión acerca del humor y sus alcances: “Veo a la turbamulta de tuiteros linchando a Platanito y no puedo dejar de imaginarlos en su próxima reunión contando chistes (o riéndose de ellos) acerca de ‘negros’, ‘judíos’, ‘jotitos’ y demás. (…) En mi caso, cuando veo que la constante en ciertos programas, comediantes o tuiteros es la burla a los vulnerables (habiendo tanto poderoso del cual mofarse) pues dejo de consumirlos. (…) Si eso hiciéramos todos, pues desaparecerían. No hay artistas que sobrevivan sin aplausos, ni cómico sin risas. Tácitas o explícitas”.