1. Crean un cargamento de problemas:
“Rápido y Furioso” es un programa que se creó en la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos entre octubre de 2009 septiembre de 2010. El objetivo era vender 2 mil 020 armas a diversos grupos del crimen organizado en México, para ubicar la cadena del contrabando de armas y rastrearla hasta los cárteles de la droga, desmantelar las estructuras del crimen organizado y capturar a capos de alto nivel. Todo esto sin informar al gobierno mexicano sobre las posibles consecuencias que podría acarrear dicha operación.
2. ¿Qué es la ATF?:
La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos es una agencia federal de seguridad de Estados Unidos. Dentro de sus actividades está la investigación y prevención de las infracciones federales derivadas del uso ilegal, manufactura y posesión de armas de fuego y explosivos, incendios provocados y atentados con bombas, y tráfico ilegal de alcohol y tabaco. La ATF también regula, a través de licencias, la venta, posesión y transporte de armas de fuego, municiones y explosivos, para su uso comercial en el ámbito interestatal.
3. El asesinato de Brian Terry y Jamie Zapata:
El pasado 14 de diciembre de 2010, el agente de la patrulla fronteriza Brian Terry fue asesinado en Arizona por presuntos narcotraficantes mexicanos. Dos meses después, el 15 de febrero de 2011, el oficial de Migración y Aduanas de los Estados Unidos, Jaime Zapata, también fue asesinado por un grupo de sicarios de “Los Zetas” que emboscó la camioneta donde viajaba en una carretera de San Luis Potosí. Las autoridades estadounidenses reconocieron que los dos agentes fueron asesinados con rifles AK-47, armas que fueron compradas justo durante la operación “Rápido y Furioso”, por lo que ingresaron a territorio mexicano como parte de la estrategia diseñada por la ATF.
4. Tráfico de armas “legal” de EU a México:
El pasado 3 de marzo, el agente de la ATF, John Dodson, declaró ante la cadena de televisión estadounidense CBS que recibió órdenes para permitir el tráfico de armas a México. Las razones que les dieron los supervisores en la agencia, argumentó, fue que “ya no sólo querían capturar a pequeños traficantes (…), querían los grandes casos». De acuerdo con este agente, la operación tenía la aprobación de la ATF y del Departamento de Justicia. Sin embargo, ambas dependencias negaron tal operación.
5. No se puede hacer un omellet sin romper huevos:
El agente Dodson, quien fue asignado a Phoenix, Texas, para dicho operativo, afirmó que el programa tuvo muchas críticas “pues era algo sin precedentes y extremadamente peligroso”, pero pese a esto se mantuvo hasta septiembre de 2010. El informante comentó que uno de los argumentos que recibió por parte de sus superiores para no detener dicho operativo fue: “No se puede hacer un omellet sin romper algunos huevos”, refiriéndose al riesgo que implicaba.
6. EU cierra operativos con tráfico de armas:
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, a través de un memorándum interno, ordenó terminar el diseño y la puesta en marcha de todos los operativos que incluyan el tráfico de armas. El caso “Rápido y Furioso” levantó reclamos en México, pues fue un programa que se ejecutó de manera unilateral y sin el consentimiento del gobierno federal. Pero, también en EU, los senadores republicanos exigieron explicaciones a la administración de Barack Obama, pues cuando se perdió el rastro de muchas de esas armas, los gobiernos de ambos países no volvían a saber de ellas, salvo que aparecieran en escenas de crimen, como sucedió en el asesinato del agente Zapata.
7. Obama se deslinda:
El 29 de junio pasado, el presidente Barack Obama afirmó que no sabía del operativo “Rápido y Furioso”. Su gobierno, dijo entonces, abrió una investigación para determinar si se cometió un error. “La investigación sigue en curso… en cuanto termine, se tomará la acción apropiada contra los responsables del operativo”. El mandatario estadounidense dejó en claro que el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, “con seguridad no hubiese” ordenado el controvertido operativo de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, organismo que ahora afronta una investigación del Congreso estadounidense. Obama enfatizó que es necesario averiguar lo que pasó y por qué, para después sopesar las medidas correctivas.
8. Contrabandistas, informantes de la DEA y el FBI:
El presidente del Comité de Supervisión de la Cámara Baja de Estados Unidos, Darrell Issa, denunció el 6 de julio pasado que los contrabandistas de armas a México que eran rastreados por la ATF, pudieron ser informantes pagados por la DEA y el FBI con dinero del erario público.
En una carta dirigida al fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, Issa y el senador republicano por Iowa, Charless Grassley, expresaron su preocupación por el involucramiento de la DEA y el FBI, incluida la posibilidad de que sabían y trabajaban con sospechosos de “Rápido y Furioso”.
“Tenemos indicaciones de varias fuentes de que algunos de los principales contrabandistas que la ATF quería investigar ya eran conocidos por otras agencias y pudieron haber sido pagados como informantes”, plantearon ambos representantes republicanos.
El 17 de julio pasado, tanto Charles Grassley como Darrell Issa le dieron una semana al FBI y a la DEA para que entreguen los documentos que aclaran si las agencias pagaron por información a narcos que traficaban las armas hacia México.
9. ¿Dónde están las mil 430 armas que faltan?:
El 12 de julio pasado, la cadena CNN expuso que Estados Unidos reportó el hallazgo de 363 armas en Estados Unidos y otras 227 en México, lo que dejaba un total de mil 430 armas desaparecidas, y que pertenecían a esa operación. El Departamento de Justicia comenzó a tomar medidas para cambiar su política y compensar los daños causados. Algunas de ellas fueron exigir a las tiendas de armas en cuatro estados de la frontera con México que den información sobre los compradores de rifles de gran potencia, con el fin de llegar a las bandas criminales que los adquieren.
El lunes 18 de julio, el funcionario responsable del control de las armas de fuego en Estados Unidos reconoció que en al menos un caso, durante una polémica investigación sobre el contrabando de armamento a México, sus agentes dejaron pasar pertrechos de gran calibre cuando pudieron y debieron haberlos interceptado. El director de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, Kenneth Melson, se convirtió así el primer alto funcionario de la agencia que admite algunas de las críticas que legisladores republicanos han hecho contra la operación “Rápido y Furioso”.
10. La tibia reacción de México:
El 6 de marzo pasado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) pidió oficialmente a Estados Unidos una explicación sobre el operativo Rápido y Furioso, con el que agentes estadounidenses permitieron la entrada ilegal de armas a México. La cancillería conoció del operativo a partir de publicaciones en medios de comunicación del país vecino, en las que se reveló que con el argumento de detener a un capo en México, se permitió la introducción ilegal de armas, que después no pudieron recuperar.
La SRE solicitó información detallada a las autoridades estadounidenses: “El gobierno de México seguirá con especial interés las investigaciones anunciadas, tanto por ATF, como por el Departamento de Justicia”.
Por su parte, el presidente Felipe Calderón ha sido parco al opinar sobre este tema. De hecho únicamente ofreció –en marzo pasado, durante su visita a EU– una entrevista a The Washington Post, donde mencionó que en su gobierno han sido decomisadas 110 mil armas, entre ellas 50 mil rifles, 11 mil granadas, más de 150 rifles de alto poder para francotirador y 10 millones de municiones. De todas las armas decomisadas, dijo que 85% de las provienen de Estados Unidos debido a que el Congreso de ese país se niega a prohibir su uso, y porque no vigila adecuadamente a los miles de vendedores de armamento en los estados fronterizos con México.
También en marzo, la PGR anunció en un comunicado que desde que tuvo conocimiento de la operación “Rápido y Furioso” inició la investigación para esclarecer delitos que se pudieran haber cometido en territorio mexicano; sin embargo, hasta el día de hoy no se sabe nada de dicha investigación.