La longevidad está en los genes, pero también se logra con una actitud positiva

12/11/2014 - 12:00 am

Ciudad de México, 12 de noviembre (SinEmbargo).- La búsqueda de la longevidad en el ser humano ha tenido en los últimos días hallazgos científicos que por un lado mencionan una variante genética que predispondría a las personas a llegar a los 100 años, y por otro la influencia que tienen las actitudes en la prolongación de la vida.

Foto: Shutterstock
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Científicos del Colegio de Medicina Albert Einstein, de Nueva York, Estados Unidos, encontraron que la variante de un gen conocido como CETP influye no sólo en vivir más años, sino que aumenta también la calidad de vida, esto debido a que está relacionado con los niveles de colesterol bueno en la sangre, llamado HDL,  debido a que estas personas producen las moléculas más grandes de lo normal.

La Dr. Sofiya Milman, una de las participantes en el estudio dijo la semana pasada durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Gerontología, al presentar los resultados, que los ancianos estudiados “no sólo viven más, sino que también viven más sanos”.

Fueron más de 400 los analizados, todos ellos de 100 o más años, y descendientes de judíos asquenazí, quienes presentaron una tasa más baja que el promedio de enfermedad cardiaca y accidentes cerebrovasculares, y mayor actividad mental durante la vejez, reportó Medline Plus.

Sin embargo, otros expertos coinciden en que este factor no es el único para lograr la longevidad, pues también intervienen la dieta y el ejercicio, y ya se ha comprobado que una reducción de calorías ayuda a frenar los efectos del envejecimiento.

Pero, Milman señala que los nuevos hallazgos sirven para comprender el comportamiento de los genes y así desarrollar en un futuro algún tratamiento que los pueda imitar.

La satisfacción y el bienestar también aumentan el tiempo de vida

Por otro lado, investigadores de la University College London (UCL), en Reino Unido, en colaboración con las universidades estadounidenses de Princeton y Stony Brook de los Estados Unidos, analizaron a más de 9 mil personas de 65 años en promedio, a quienes dividieron en grupos basados en sus respuestas a un cuestionario para evaluar su nivel de bienestar, basado en los sentimientos de satisfacción, que lo que hacen vale la pena y su vida tiene un sentido.

Tras un seguimiento de ocho años y medio, observaron que un 29 por ciento de las personas que estaban en la categoría más baja de “bienestar” ya habían muerto, comparado con sólo el 9 por ciento de los que pertenecían al grupo más alto.

Luego de tomar en cuenta factores externos como la edad, sexo, estatus económico, salud física, depresión, consumo de alcohol y tabaco, determinaron que el grupo con el mayor nivel de bienestar era 30 por ciento menos propenso a morir durante el estudio, y viven alrededor de dos años más que las categorías más bajas.

El profesor Andrew Steptoe, director del Instituto de Epidemiología y Cuidado de la salud del UCL, encargado de la investigación ya había probado en otros estudios que la felicidad está vinculada con un menor riesgo de muerte, y en este nuevo trabajo demuestra que también cuando la gente mayor tiene un propósito en la vida, puede sobrevivir por más tiempo.

“No podemos estar seguros de que el alto bienestar necesariamente disminuya el riesgo de muerte pues la relación no es causal. Pero los hallazgos aumentan la intrigante posibilidad de que incrementarlo puede ayudar a mejorar la salud física”, dijo a Medical News Today.

en Sinembargo al Aire

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