Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).- Un caso calificado por las autoridades como “sugestión colectiva” pero que ha provocado disturbios en un pueblo de Colombia, en el que cientos de niñas han sufrido desmayos algunos meses después de que les fue colocada la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), tiene al poblado de Carmen de Bolívar en el ojo del mundo.
Son ya 378 casos de mujeres entre 9 y 19 años hospitalizadas que presentan temblores, mareos, fiebre, dolores y limitaciones en el movimiento, todos ellos síntomas que el mismo pueblo ha atribuido a la vacuna que las jóvenes recibieron en sus escuelas en marzo pasado, como parte de un programa gubernamental de inmunización infantil.
El primer caso se dio el 28 de mayo, con una adolescente de 16 años que presentó mareos y sus piernas no respondían luego de que se le aplicara la última dosis de la vacuna, y aunque los síntomas se pasaron un rato después, al día siguiente los desmayos en otras menores de la comunidad empezaron a despertar inconformidad, no obstante fue a mediados de agosto cuando la “psicosis”, como la llaman algunos medios, se despertó.
Algunas de las personas afectadas fueron enviadas al Hospital Infantil San José, en donde se les practicaron análisis toxicológicos que mostraron restos de plomo en dos de ellas, sin embargo, tras hacer estudios extensivos en alrededor de 200 pacientes, no se encontró intoxicación con este material ni con ningún otro material pesado, según informó el ministro de Salud del país, Alejandro Gavira, quien además insistió en que la vacuna tampoco lo contiene.
Ante la alarma y el bloqueo de algunas vialidades por parte de los pobladores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mediante su representante en Colombia, Gina Watson, aseguró que la vacuna contra el virus que puede provocar cáncer cervicouterino, mal que aqueja a 6 mil 600 colombianas y mata a más de 3 mil al año, de acuerdo con autoridades sanitarias, es segura, además de eficaz y efectiva.
“Es una vacuna utilizada en más de 60 países del mundo y nos da la seguridad porque es elaborada de una porción de la capa viral del virus, no contiene material de ADN, por tanto no modifica el organismo humano”, dijo en su momento Watson a una estación de radio local.
La funcionaria descartó además cualquier relación con los cientos de casos registrados en el municipio colombiano, pues se han asegurado que la vacuna se aplica de acuerdo con las condiciones especificadas de manipulación y aplicación.
“No tenemos ninguna evidencia a nivel mundial que asocie la vacuna con factores ambientales, lo que sí hay que estudiar desde el punto de vista ambiental es cuáles pueden ser los riesgos de exposición que hayan tenido las vacunas. Nuestros estudios y soportes nos dan la garantía de que tenemos una vacuna efectiva, segura y que produce el efecto que se espera, prevenir cáncer pélvico uterino”, dijo en entrevista retomada por la agencia Efe.
Por su parte, el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llamó a la misteriosa reacción como una “sugestión colectiva” similar a la que se ha dado en otros países como España y Australia, y reafirmó que dicha vacuna es segura.
Mientras que diversas autoridades y estudios científicos niegan la relación de los síntomas con las vacunas, ninguno de ellos ha atinado a dar una respuesta clara sobre los motivos de este extraño padecimiento, sin embargo, expertos como Rodrigo Córdoba, presidente de Asociación Latinoamericana de Psiquiatría dijo al diario colombiano El Tiempo, que sí se puede atañer efectivamente al “trastorno por conversión”, también llamada enfermedad psicogénica masiva, o trastornos por reacción de estrés colectivo, el cual “se propaga por vínculos culturales en un determinado grupo social, y que se manifiesta a través de ansiedad y dolores abdominales realmente existentes, mareos, dolor de cabeza, desmayos, náuseas e hiperventilación”.
