VANGUARDIA DE SALTILLO

Erik Hayser habla sobre la nueva comedia mexicana Ya Veremos

12/07/2018 - 3:00 pm

Erik Hayser en entrevista con Vanguardia habla sobre su experiencia durante el rodaje de la nueva comedia mexicana Ya Veremos, dirigida por Pitipol Ybarra.

Ciudad de México, 12 de julio (Vanguardia/SinEmbargo).- No sólo es el sobrino del tercer hombre más rico del mundo, sino que su pareja es Fernanda Castillo.

Una cosa es real, la otra no, ambas forman parte de Ya Veremos, la nueva comedia mexicana realizada por Pitipol Ybarra y protagonizada por Mauricio Ochmann y Castillo. Ellos interpretan a los padres de un niño que sufre de una enfermedad degenerativa que lo puede dejar ciego, por lo que escribe una lista de cosas para hacer antes de su operación, en caso de que no sea exitosa. El problema es que sus padres no están casados, ni tampoco se llevan muy bien que digamos. La madre ahora está con Enrique, un millonario interpretado por Erik Hayser, quien es pareja de la actriz en la vida real. Esto le facilitó el trabajo a Hayser, como platica en entrevista con Vanguardia, siendo la primera vez que comparte la pantalla grande con su mujer.

El actor viene de trabajar en las series originales de Netflix Ingobernable y Sense8, la cual estrenó su episodio final hace poco. “Es uno de los proyectos más bonitos que he hecho en mi carrera, de los que me siento más honrado de ser parte. Me parece que es una serie que llegó a cambiar televisión en el mundo”, cuenta sobre el proyecto de las hermanas Wachowski. Es por ello que está contento con la competencia que han generado los servicios de streaming con el resto de la industria del entretenimiento, llevando a comedias como Ya Veremos ha ofrecerle mucho más al público.

¿Cómo te metiste en el papel de Enrique, el sobrino del tercer hombre más rico del mundo? En realidad alejándome un poco de esa imagen, para que nunca cayera en algún estereotipo, ni en ningún cliché. Me parece que lo rico de la historia que estamos contando es que tiene que ver con seres humanos y sus complejidades. En el caso de Enrique para mí fue justamente eso, buscar la parte más humana del personaje, buscar construir a un hombre que de repente tiene claras muchas cosas que yo, como Erik, no tengo claras, que tiene una madurez emocional y una madurez de vida muy aterrizada. Eso para mí fue fundamental durante todo el proceso desde que recibí por primera vez el guión. Fuimos construyendo este personaje y cambiando ciertas cosas, para que pudiera entrar a la historia, no como un elemento solamente de obstáculo para los personajes, sino que fuera también un elemento que nos llevara a poder profundizar, tanto en el personaje de Rodrigo (Mauricio Ochmann) como en el personaje de Ale (Fernanda Castillo). Fue divertido, fue un trabajo rodeado de gente que admiro y gente a la que respeto y con las que fue un verdadero honor y una gozadera trabajar.

¿Ya habías trabajado con Fernanda Castillo?
En cine no. Habíamos hecho teatro juntos en la obra Wake Up, Woman y es la primera vez que tenemos oportunidad de compartir un set de cine. Me dejó con muchas ganas de seguir haciendo cosas con ella. Fer no solamente es la mujer que amo, sino es por mucho la actriz de este país que más respeto y más admiro. Me parece fascinante lo que ha venido construyendo en los últimos años, cómo se ha ido transformando y cómo nos ha sorprendido con historias tan contundentes como esto que hace en Ya Veremos.

¿Ayuda a tu personaje, de alguna manera, el hecho de que sean pareja en la vida real?
Creo que ayuda en el sentido de que ya hay una química que está ganada de entrada, que hay una confianza que también está ganada. Eso permite que se pueda profundizar más en el trabajo. Como te decía, para mí fue muy divertido, fue muy gozoso y sobre todo me llena de ganas de seguir construyendo y contando historias con ella también. No solamente en la vida real, sino también en la ficción.

¿Sirve la película para generar conciencia cobre enfermedades con la que desata el conflicto central?
Sí, definitivamente. Me parece que es una película, primero, que es necesaria. Es una película que nos enseña a mirar con nuevos ojos. A partir del personaje de Santi que comienza a perder la vista, el resto de los personajes comienzan a poder ver mucho más allá, a ver las cosas importantes. Creo que eso pasa en nuestras vidas también, que de repente estamos ocupados y enredados en las cosas que no tienen importancia, cuando de verdad tenemos que ver lo que tenemos enfrente de nuestras narices. Tenemos que ver el presente y tenemos que ver a la persona que tenemos delante de nosotros y aprender a descubrir lo que es importante para nosotros. Me parece que es una historia muy contundente en ese sentido, que tiene que ver no solamente con las personas que puedan o no tener hijos, sino con cualquiera de nosotros, porque todos podemos vernos identificados en uno o en otro de los personajes.

Tú has hecho más televisión que cine, ¿cómo fue esta experiencia?
Me fascina. Por mucho hacer cine es lo que más disfruto de mi carrera y tener oportunidad de contar una historia inteligente, divertida, con profundidad, siempre es emocionante. Implica también una gran responsabilidad. Anhelo eso, que sigan llegando películas a mí carrera en las que tenga oportunidad de explorar diferentes personajes y sobre todo que el público pueda verme de forma distinta, creando personajes que sean diferentes a todo lo que he hecho antes.

¿Cómo ves la popularidad actual de la comedia en el cine nacional?
Creo que estamos pasando por un gran momento. Sin embargo, también considero que es necesario empezar a abrir un poco más el tipo de películas que se cuentan o el tipo de historias. Si bien estamos pasando por un momento en el que vemos un 80 por ciento de comedias románticas, o de comedias como tal, me parece también importante abrirnos a historias como Ya Veremos, que son como dramedias, es como un dramedy que tiene sí un alto contenido de cosas divertidas y que te hacen pasar un rato agradable en el cine, pero que también te hacen reflexionar. Por eso digo que es una película necesaria. Porque es cercana a todos nosotros por la historia que cuenta, pero también nos invita a mirar hacia adelante con nuevos ojos.

Fotografía de la cuenta oficial de Erik Hayser.

Habiendo trabajado en proyectos de Netflix Sense8 e Ingobernable, ¿cómo crees que el streaming está cambiando o influyendo en lo que se hace fuera de estas plataformas, al tener esta nueva competencia?
Me parece increíble que hayan llegado los nuevos medios de streaming, la entrada de Netflix creo que vino a revolucionar por completo la industria del entretenimiento, tanto en la televisión como en el cine. Y lo que me parece increíble de todo esto es no solamente que el espectador es el que sale ganando, porque ahora tiene la oportunidad de disfrutar cualquier programa a la hora que quiera, como él quiera, las veces que quiera, pagando una módica cantidad para la monstruosidad de contenido que está recibiendo. Y desde el otro lado, del lado del creador, del lado del actor, se han abierto una cantidad de oportunidades increíbles para nosotros como actores. La oportunidad de contar nuevas historias de formas distintas, en diferentes plataformas. Y ha generado también una competencia que a mi gusto es muy sana, porque nos ha obligado a todos los que estamos en esta industria a ser cada vez mejores, a llevarle a la gente cada vez mejores historias, contadas con una mayor calidad. Eso a final de cuentas es lo que el espectador se merece, siempre lo mejor de nosotros.

¿Consideras que las fronteras se están borrando para que los actores mexicanos puedan trabajar más en proyectos extranjeros?
Me parece que existe la apertura, creo que todavía estamos lejos de lo que a mí me gustaría ver y de la apertura que creo que podría existir. Sin embargo, creo que los mexicanos hemos empezado a romper fronteras y hemos comenzado a exportar todas las bondades que tiene nuestro país y la calidad de nuestros trabajos. Parece muy afortunado lo que está pasando, sin embargo, considero que el camino todavía es largo. Se han abierto puertas, pero hay que no nada más abrir las puertas.

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