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Rubén Martín

12/05/2024 - 12:04 am

Un país de madres tristes

Hasta ahora los candidatos a la presidencia no han dado la relevancia que requiere la crisis por desaparición de personas que existe en el país. Es necesario que se acerquen a las familias que las escuchen y que tomen en cuenta sus demandas y exigencias.

“Los 10 de mayo ya no son un día de fiesta, sino un día de lucha y de protesta”. Foto: Isabel Mateos, Cuartoscuro

El 10 de mayo solía ser un día de fiesta de las familias en torno a la madre dadora de vida. Ya no lo es más en México. Al menos no para todas las madres. La grave crisis por desaparición de personas que existe en México ha convertido lo que era una fecha de alegría y festejo familiar, en un día de tristeza, dolor y lucha. Desde hace trece años miles de madres han convertido el día de las madres en una jornada de lucha que llaman Marcha por la Dignidad.

Es el caso de la señora Yolanda Morán, a quien un comando armado le desapareció a su hijo Dan Jeremeel Fernández el 19 de diciembre de 2008 en  Torreón, Coahuila. Dan Jeremeel dejó a cuatro hijos menores de edad. Ahora el más pequeño ya tiene mayoría de edad y fue obligado, debido a esa desaparición forzada, a crecer sin su padre a su lado. Los cuatro hijos de Dan Jeremeel Fernández quedaron al cuidado de su madre pero también de su abuela Yolanda Morán y el resto de la familia.

Debido a la desaparición de su hijo, la señora Yolanda Morán se convirtió en madre buscadora y una tenaz activista. Fundó Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en México (Fundem) y forma parte del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM).

Pero el dolor y la tristeza de las madres por las ausencias de sus hijos ocurre por todo el país. México se ha convertido en un país de madres tristes. En Guadalajara para María de Jesús Solís Aguilar, el 10 de mayo ya no es un día de fiesta, contó a El Informador. A María Solís le desaparecieron a su hijo Jaime Adrián Ramírez el 18 de septiembre de 2020. Desde entonces lo busca con ahínco, pero ya no celebra el 10 de mayo. “Llevo 4 años marchando con este año en vez de levantarme a prepararme una comida para festejar el día de las mamás, me levanto directo a una marcha porque yo quiero encontrar a mí hijo porque sin él, mi familia no está completa” (El Informador, 10 de mayo 2024).

Así como Yolanda Morán y como María Solís, miles de madres de todo el país salieron a manifestarse en decenas de ciudades de México para exigir que les devuelvan a sus hijos. Con lemas como: “¡dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están!”, “¡tú qué harías si fuera tu hijo!”, “¡hijo escucha, tu madre está en la lucha!”, “este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta”, miles de madres acompañadas por colectivos de familias organizadas, salieron a manifestarse en este día tan especial y probablemente más doloroso que otros días, si cabe.

En este año centrado en la disputa electoral, más de 90 colectivos de familiares integrados en el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) dieron a conocer este 10 de mayo una carta abierta dirigida a los partidos políticos para exigirles que su lucha no sea convertida en un botín político por parte de los candidatos, especialmente los que buscan llegar a la presidencia de la república.

El MNDM exigió a los partidos: “Por ello, en primer lugar les exigimos que la causa de la búsqueda de nuestros seres queridos no sea utilizada en el contexto de estrategias comunicacionales de denostación y ataques durante sus campañas electorales. Nuestro dolor no es un espectáculo, es el motor que nos permite continuar nuestra lucha por la verdad y la justicia y el regreso de quienes amamos”.

Lamentablemente, señalan en esta carta abierta a los partidos, ni las organizaciones políticas ni los candidatos a la presidencia han presentado un programa o plan de trabajo para contener la crisis por desapariciones que existe en el país y los candidatos tampoco se han tomado la molestia de reunirse con las familias que buscan a sus desaparecidos, para conocer sus demandas e incorporarlas a sus proyectos de gobierno.

Ante estas ausencias e indolencias, los colectivos del MNDM exigen a los candidatos que resulten electos: “En las desapariciones, su compromiso debe ser claro y absoluto para avanzar siempre de la mano con las familias, reconociendo nuestro dolor y nuestros derechos por delante, no sólo durante las coyunturas electorales, sino sobre todo cuando ocupen los diversos cargos para los que son electos como funcionarios públicos. Las familias siempre estaremos vigilando que así sea”.

Hasta ahora los candidatos a la presidencia no han dado la relevancia que requiere la crisis por desaparición de personas que existe en el país. Es necesario que se acerquen a las familias que las escuchen y que tomen en cuenta sus demandas y exigencias. Porque como ellas dicen, sin las familias no se puede resolver esta crisis.

Los 10 de mayo ya no son un día de fiesta, sino un día de lucha y de protesta, como gritan por las calles las propias madres en las calles. Que la protesta de las madres buscadoras se convierta en una exigencia que interpele a quienes llegarán al poder público.

Rubén Martín
Periodista desde 1991. Fundador del diario Siglo 21 de Guadalajara y colaborador de media docena de diarios locales y nacionales. Su columna Antipolítica se publica en el diario El Informador. Conduce el programa Cosa Pública 2.0 en Radio Universidad de Guadalajara. Es doctor en Ciencias Sociales. Twitter: @rmartinmar Correo: [email protected]

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