Ciudad de México, 12 de marzo (SinEmbargo).– Una petición a través de la plataforma de Change.Org con más de 6 mil 500 firmas reunidas en dos semanas exige que los orangutanes machos del Zoológico de Chapultepec en la Ciudad de México sean trasladados a un santuario en Brasil con mejores tratos.
Toto y Jambi son los primates que habitan en el zoológico capitalino, son hijos híbridos nacidos accidentalmente lo cual les impide ser utilizados en programas de reproducción en cautiverio, según explica la carta dirigida a Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), a Tanya Müller García, Secretaria del Medio Ambiente local, y a Juan Arturo Rivera Rebolledo, director general de Zoológicos y Vida Silvestre de la Ciudad de México.
Este caso se ha trabajado durante casi un año y es muy particular ya que ambos ejemplares son estériles. Los jóvenes machos se encuentran en un espacio no adecuado, donde no pueden practicar a locomoción arbórea, no hay luz solar y pasan casi 17 horas aislados en las casas de noche y sólo seis horas en el exhibidor, de acuerdo con información de la Organización No Gubernamental (ONG).
“Cualquiera que sepa sobre conservación de especies, sabe que cualquier reproducción tiene que estar en su hábitat. Chapultepec no tiene planeado algo así para los orangutanes y sin embargo los mantiene. Su cautiverio es completamente en vano porque no hay un fin de conservación de la especie, sino es una cuestión de exhibición”, explica Paulina Bermúdez Landa, directora ejecutiva de Proyecto Gran Simio, que inició la misiva.
Se estima que aún logren vivir 20 años más, aun cuando no podrían vivir en libertad pues no tienen los conocimientos para sobrevivir solos. “Aunque estos animales son muy inteligentes, sus exhibidores no son adecuados para los hábitos de estos animales que son principalmente arbóreos, de tal forma que Toto y Jambi muestran síntomas como nulo acicalamiento, aletargamiento e incluso se les han detectado ectoparásitos”, expone la petición.
El Proyecto Gran Simio, propone a la Dirección General de Zoológicos y Vida Silvestre, a la Secretaría de Medio Ambiente y al Gobierno del Distrito Federal trasladarlos al santuario de Sorocaba en Brasil, donde se les ofrece rehabilitación física y mental dentro de espacios amplios y abiertos por el resto de sus días. Además, ese santuario ofreció cubrir los gastos del traslado, manutención de por vida y un compromiso por escrito donde garantizan que no serán comercializados.
Sorocaba Brasil cuenta con 6 mil kilómetros cuadrados, tiene puertas cerradas pues no está abierta al público.
“La gente no quiere formar parte ya de su estado de ánimo, de cómo los ve. No necesitas ser experto para darte cuenta de que ahí hay algo que no está gustando y el zoológico lo sabe”, aclara Bermúdez Landa.
El Zoológico de Chapultepec tiene 30 años de existencia y jamás se les ha hecho una propuesta de este tipo, por lo que la ONG espera una respuesta favorable.
“El conflicto no representa una ruptura, el conflicto también se presenta para construir. Somos una ONG desde 1993 y hemos logrado muchas cosas en el mundo. Chapultepec también entonces, ¿por qué no que se juntan y dan una mejor calidad de vida para ellos?”, se pregunta la Directora de Proyecto Gran Simio.
