El “gen de la obesidad” puede tener variantes en las siguientes generaciones

12/01/2015 - 12:05 am

Ciudad de México, 12 de enero (SinEmbargo).- Científicos de la Universidad de Harvard pudieron haber encontrado la causa por la cual las tasas de obesidad han aumentado a lo largo de los años, sobre todo a partir del año 1942.

La variante genética del gen FTO, conocido como el “gen de la obesidad” no implicaba ninguna relación con el aumento en el Índice de Masa Corporal (IMC) si no hasta después de ese año, y el vínculo aumentaba a medida que el año de nacimiento era mayor, de acuerdo con la investigación.

Para llegar a estas conclusiones, los médicos revisaron el Estudio Cardiaco de Framingham, el cual llevó décadas de elaboración, con los datos de 10 mil padres, hijos y nietos de la ciudad ubicada en Massachusetts.

Para tener una mayor perspectiva, vieron también el Estudio de la Descendencia de Framingham, hecho a partir de los datos de las siguientes generaciones que le siguieron a los participantes en la investigación original, obtenidos de 1971 a 2008.

Con esa data secuenciaron el ADN de dos tercios de los más de 5 mil 100 hijos de los sujetos originales, con lo que pudieron determinar en qué familias se portaba la mutación del gen FTO y por lo tanto eran propensas a la obesidad.

Ahí descubrieron que antes de 1492 no había ningún vínculo entre el FTO y la obesidad, no obstante, en las personas nacidas después de esa fecha existía una relación muy fuerte.

Foto: Shutterstock
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“Estos resultados son los primeros que han observado esta relación y sugieren que probablemente existan otras relaciones entre las variantes genéticas y los rasgos físicos que pueden estar mediadas por la fecha de nacimiento, incluso para aquellos nacidos en la misma familia”, dijo a ABC, James Rosenquist Niels, autor principal del estudio y psiquiatra en el Hospital General de Massachusetts.

“En su familia, su padre podría haber nacido en 1920 y usted después de 1942, y los dos podrían tener el mismo aspecto, y solamente por la comida y el ambiente que usted tenga, usted tendrá un IMC mayor que el de su padre”, continuó.

Estudios anteriores habían relacionado ya la propensión al sobrepeso y la obesidad con la genética, pues quienes lo tienen suelen comer mayor cantidad de alimentos ricos en calorías y grasas.

Los autores del nuevo estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, no lograron identificar plenamente las causas por las que a partir de ese año se desarrolló la relación, pero señalan que los factores ambientales pudieron estar relacionados con la II Guerra Mundial, con innovaciones como el aumento de la dependencia de la tecnología en el lugar de realizar trabajo físico y la disponibilidad de dietas altas en calorías procedentes de alimentos procesados.

Por su parte, el Dr. Mitchell Roslin, jefe de cirugía para la obesidad del Hospital Lenox Hill en Nueva York, dijo a MedLine que “aunque el código genético está determinado, los factores del ambiente que afectan a los genes determinan el modo en que se expresan. La obesidad parece ciertamente determinada en gran medida por estos factores. Los experimentos en animales han mostrado que cuando se alteran los alimentos dados a las madres embarazadas, la propensión a la obesidad en las crías cambia. Los estudios como éste muestran que en los seres humanos ocurre algo parecido”.

“Sabemos que el medio ambiente juega un papel muy importante en la expresión de los genes, un hecho que se puede ver incluso entre hermanos nacidos durante diferentes años, implica que los factores ambientales tales como las ‘modas’ de los productos alimenticios y la actividad laboral pueden afectar las características genéticas”, concluyó Rosenquist.

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