Ciudad de México, 12 de ene (SinEmbargo).- El Ejército mexicano desarmó a por lo menos 130 agentes de las policías de Lerdo y de Gómez Palacio, dos comunidades de Durango que junto con Torreón, Coahuila, conforman la zona conurbada de La Laguna, una región industrializada en el norte de México.
En las últimas semanas, grupos armados han incendiado gasolineras, disparado contra clientes de bares y contra puntos de vigilancia policial, provocando un ambiente de sicosis, la muerte de civiles y perdidas cuantiosas. Y en los últimos años, como sucede ahora, el aumento de la criminalidad en La Laguna obligó a las fuerzas federales a cabo acciones extraordinarias para tratar de recuperar el orden.
Pero La Laguna se mantienen como una de las regiones del país más golpeada por la inseguridad.
CATEAN CERESO DE DURANGO: La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) informó que se encontraron armas punzocortantes y aparatos electrónicos en una revisión que se realizó en el Centro de Readaptación Social número uno de Durango. IR A LA NOTA
De hecho, la primera matanza en prisiones en el sexenio de Enrique Peña Nieto fue en Gómez Palacio, Durango. Entre el 17, 18 y 19 de diciembre pasado, un fallido intento de fuga en el Centro de Reinserción Social (Cereso) 2 de Gómez Palacio, derivó en la muerte de 24 personas entre custodios y elementos del orden.
Ahora, las fuerzas federales han asumido el control de la seguridad pública en Lerdo y en Gómez Palacios y con soldados se realiza la vigilancia de las calles.
La noche del jueves, el Ejército desarmó a por lo menos 130 policías de Gómez Palacio y los envió a un campo de adiestramiento militar para recibir capacitación intensiva.
Sin embargo, algunos de los agentes abandonaron el campo militar localizado en el municipio de Pueblo Nuevo, y denunciaron malos tratos y condiciones precarias en el campo de adiestramiento.
En Matamoros, Coahuila, 58 policías que aprobaron las pruebas de confianza, no se reincorporaron a sus labores, por lo que la vigilancia sigue a cargo de fuerzas federales.
Hace unos días, el Ejército detuvo al jefe de la policía de Matamoros, Edgar Cabrera Villa, por portar dos armas para las que no tenía permiso y una bolsa de polvo blanco que se presume es cocaína. Capturó además al director y subdirector de Seguridad Pública para entregarlos a la Procuraduría General de la República (PGR).
