Esta semana, SinEmbargo publicó una serie de reportajes que perfilaron al Secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano Cortés. Documentó que la influencia política del hombre que ocupa el segundo cargo más importante en la administración capitalina va más allá de sus funciones formales y alcanza la filas del perredismo, las delegaciones, la Asamblea de Representantes y grupos de vendedores ambulantes. También reveló que no está titulado y él mismo así lo aceptó después de que fuera publicado.
Ahora, en entrevista, habla lo mismo de sus estudios que de su espiritualidad y religión; de la trayectoria laboral de sus parientes y de sus aspiraciones profesionales y personales; de su amistad con la lideresa de ambulantes Alejandra Barrios y de su lealtad a Mancera.
El oficio político del Secretario es visible siempre. No niega a sus amigos y aunque torea las preguntas difíciles, no las rechaza. Llegó solo a la cita en un café del Centro Histórico, arropado en pleno verano y midiendo sus pasos. Después de una conversación informal en la que habló de su operación de cáncer de riñón accedió, casi sin peros, a responder con grabadora prendida.
Sólo se han editado algunas respuestas que, a juicio de los editores, no daban claridad o eran demasiado barrocas. Gran parte de la conversación con SinEmbargo está aquí, como se ofreció al funcionario...
Por Linaloe R. Flores y Mayela Sánchez
Ciudad de México, 28 de agosto (SinEmbargo).– Héctor Serrano Cortés es uno de los nombres habituales que surgen cuando se piensa cómo será la Ciudad de México en 2018. Y dado su poder, cualquiera diría que buscará la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
–¿Qué sigue después de 2018? –suspira el funcionario cuando acepta fabricar el escenario–. Yo, con 57 años de edad, con ganas de jubilarme y con una familia llena de hijos y de nietos…
Es de mañana en el Centro Histórico capitalino y Serrano Cortés no se ha retrasado un solo minuto para la cita. Se presenta abrigado hasta el cuello, acaso para protegerse de esa tos que le interrumpirá en algunos tramos de la charla. No sólo habla de él mismo; también de sus allegados que ocupan o han ocupado cargos en la administración pública: hijo, hermano, ex esposa… En ningún caso hay asomo de nepotismo, según sus palabras.
No tiene límites ni reparos al hablar de la charrería, ese gusto que después de más de treinta años de trabajo considera merecido. “Depende de cómo lo veas. 2 mil 500 pesos te cuesta la manutención de un caballo, al mes… ¡Yo gano 80 mil pesos al mes! …Me lo puedo permitir, tranquilamente”, dice sin ningún tapujo.
No hay tema que no aborde, que no responda, que no quiera exponer con amplitud. No hay asunto sobre el cual no desee dejar claras sus creencias y convicciones. Aun cuando se trate de la duda que envuelve a esa licenciatura suya en Derecho. Este sitio digital publicó que el Secretario de Gobierno de la administración capitalina no había concluido su formación universitaria. Y eso es lo primero que aclara: “Jamás me he ostentado como licenciado”.
Pero, esta mañana, aún hay un directorio con tal dato curricular. El funcionario actúa con inmediatez. Le llama a la subdirectora de Comunicación Social de la Secretaría de Gobierno, Martha Bautista. Le pide revisar el portal de la dependencia para corroborar.
El dato está ahí, en el apartado de Transparencia, donde figura un directorio con los perfiles de puestos y fichas curriculares de los servidores públicos de la Secretaría.
Además de ese listado, Serrano Cortés también aparecía como licenciado en el directorio de funcionarios del gobierno capitalino que publica el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Distrito Federal (InfoDF). Esa información ya fue corregida.
El Secretario desliza, sobre el té con leche que ordenó, una promesa personal pero que tiene como testigo a Migue Ángel Mancera, Jefe del Gobierno capitalino.
“Algo importante -acota mientras explica el tema-: Yo le ofrecí a mi Jefe de Gobierno que es Doctor en Derecho, que en algún momento de mi vida, yo sería Doctor en Derecho y es un objetivo personal que no voy a declinar y estaré inscrito en el mes de octubre en la Maestría y les daré oportunamente los datos de la Universidad que es una universidad donde también estudian mis hijos…”.
Del Jefe de Gobierno -su jefe inmediato- dice: “Para mí es un líder con quien comparto un proyecto político, yo acompaño al Jefe de Gobierno de un proyecto político y el Jefe de Gobierno me acompaña a mí”.
También hay anhelos más inmediatos, como los relacionados con la salud.
–Estoy soñando que mi próximo todo esté bien. Entiendes que hay cosas mucho más importantes que la vida te provee de manera muy sencilla- dice al arrancar la conversación.
–¿Es un día a la vez?
–Es un día a la vez. Eso te hace ser muy reflexivo. Soy de la vieja guardia, y decían que un servidor público tenía que formarse con la frialdad y a veces con insensibilidad de los temas, porque la frialdad te proveía de una especie de caparazón que te motivaba a tomar decisiones. Yo creo que no. Yo creo que el gobierno, el propio servidor público, debe estar vinculado siempre con el sentimiento humano. Cuando tú pierdes esa sensación, cuando tú pierdes ese sentimiento humano, no hay nada más qué hacer, y depende mucho de tus aspiraciones. Yo vivo desde 22 años donde vivo.
–¿Dónde vive usted?
–Hacia el Sur… Quisiera … Hay muchos que conocen… Y le voy a comentar por qué (por qué no brinda el domicilio). En alguna ocasión, me mandaron una marcha de comerciantes a mi casa porque hicimos retiros. Hemos hecho una recuperación importante de zonas; entonces me los mandaron. A veces es preferible mantener un poco discreto, aunque hay muchísimos que lo conocen. Porque al rato, las manifestaciones en lugar de llegar a la Plaza de la Constitución, seguramente van a llegar a mi casa, y lo que menos quiero es que trastoquen la vida de mi familia que es un, que es un, que es mucho. Yo creo que es la parte más importante. Eso es a lo que yo aspiro, a tener las condiciones necesarias para seguir trabajando. Trabajo en mi pasión. Hoy veo al trabajo como una parte de la vida. Mis aspiraciones personales se volcaron hace muchísimos años, cuando después de vivir una etapa muy difícil, de venir de una familia modesta, muy modesta, la vida me ha favorecido con la posibilidad de servir, de tener un espacio en la propia Historia. Hay una parte que yo siempre he destacado que muchas de tus aspiraciones en política tienen que ver con tus aspiraciones personales, y yo les podría decir que este es el cargo más importante de mi vida.
Esta última frase es similar a aquélla que pronunció cuando tomó protesta, por primera vez, como Secretario de Gobierno. Era marzo de 2012 y el Jefe de Gobierno aún era Marcelo Ebrard, a quien Serrano Cortés le expresó su lealtad. Desde que Mancera asumió la Jefatura de Gobierno, Serrano no volvió a hablar con su antiguo jefe, como él mismo ha declarado a la prensa. Ahora, su lealtad es para Mancera.
–Yo siempre he creído que el hombre honra al cargo, y no el cargo hace al hombre. Hay ocasiones que hasta es vergonzante como se porta. Y eso fue mi intención de… Le agradezco mucho a SinEmbargo la oportunidad de transmitir de viva voz de quién soy, por mi propia voz. Entonces, es algo que anhelo… Si quisieran saber de mis aspiraciones de carácter político; yo me he cansado de repetir, primero hay un Jefe de Gobierno que me honra con su amistad, que me parece que honrar mi amistad con él es tratar de ser lo más eficiente posible con los errores que de manera natural te impone la vida como ser humano, con tus pifias, con todo lo que contrae o conlleva que tú eres un ser humano y cometas errores. Pero yo estoy, no por una decisión popular; el Jefe de Gobierno es el único que está en el Gobierno de la Ciudad por una decisión popular. He acreditado durante todos mis tiempos la lealtad a quien he servido porque tu tiempo te obliga en la institucionalidad a saber tus compromisos y cerrar tus ciclos y he cerrado cabalmente mis ciclos. Y cuando adquirí un compromiso con el doctor Miguel Ángel Mancera, iba implícito mi tiempo. Lo que que tuviera que sacrificar en lo personal, si hablamos de que trabajar pudiera ser un sacrificio y sobre todo mi lealtad y el reconocimiento pleno a su liderazgo porque no veo en el Jefe de Gobierno a un funcionario público simple y llano; para mí es un líder con quien comparto un proyecto político, yo acompaño al Jefe de Gobierno de un proyecto político y el Jefe de Gobierno me acompaña a mí, y es algo que es importante resaltar porque también lo he repetido en otros medios… Tal vez con eso asocian a muchos adversarios el impedimento para poder crecer… Y no.
–El potencial, porque eso se va a acabar en el 2018. Tendrá que haber otro líder…
–En el 2018 acompañaré al Jefe de Gobierno. Lo que estoy diciendo a SinEmbargo es algo que muchos políticos difícilmente dirían ante el temor de que mañana bajen sus votos o la imposibilidad de que tenga una intención de continuar, o una posibilidad de ser o no, aspirar a una posición mayor en el Gobierno de la Ciudad… Lo que sigue es ser Jefe de Gobierno, y yo lo que he decidido es acompañar a mi Jefe de Gobierno en la proyección que él tenga. Insisto yo estoy sumado al proyecto del Jefe de Gobierno, y la única forma de ser cabal en los que dices es mantener, no tus intenciones personales, porque entonces queda en un discurso simple y llano, y la única forma de acreditarlo es así. Pocas veces voy a eventos, voy a eventos específicos y emblemáticos porque yo creo que un Secretario de Gobierno tiene que dedicarse al trabajo diario, a las dinámicas que te da la ciudad, que te dan la sensibilidad, que te dan los equilibrios en la movilidad social. Verlo con sensibilidad, acordarte lo que en tu etapa difícil o formativa tuviste para saber qué lastima y qué le duele a la ciudad, y esa parte te compromete por completo. Soy de militancia perredista. Mi origen fue del PRI, yo me formé en el Movimiento de la Juventud Revolucionaria. Soy masón, o me profesé masón desde los 21 años, mucho tuvo que ver con la infiltración entre la parte que correspondía al Movimiento de la Juventud y el Cecap, que era la que formaba cuadros en un PRI que cuando yo conocí estaba muy cercano a la Revolución Mexicana.
–Al final es una posición personal…
Para responder, el funcionario perredista se permite evocar al ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa quien, en los tiempos de la campaña presidencial de 2006, se definió a sí mismo como “católico y pecador estándar”.
–No solamente es una posición personal. Tienes que reconocer lo que es. La única forma en que no lo reconozcas es cuando eso te avergüenza y cuando las cosas no te avergüenzan no tienes por qué ocultarlas, y mucho menos si te crees lo que un político de Acción Nacional decía, el pecador estándar… Tus errores, tus propios errores sin que sobrepasen… Fíjate, la vida es enseñanza y formación. Todos los días te vas integrando, te vas formando, vas madurando, pues en lo que a mí refiere; yo sí creo que debe aplicarse en tu propia dinámica. Entonces, lo que anhelo es tener buena salud, ya lo dirán lo médicos ahora que me hagan un chequeo, pero creo que es el primer reto. Sin salud cualquier tipo de aspiración va a quedar demasiado corta. Hay voces que dijeron a los reporteros de SinEmbargo que muchas veces los padecimientos del funcionario son más bien el resultado de otro cuadro, uno de hipocondría. Que goza de cabal salud y se enferma a conveniencia fue una de las expresiones que vertió sobre este asunto, Guillermo Gazal Jaffif, dirigente de Empresarios y Comerciantes Unidos para la Protección del Centro Histórico de la Ciudad de México (Procentrhico), uno de sus detractores más comunes en la escena pública, debido a una marcada divergencia en sus visiones sobre el reordenamiento del comercio informal del Centro Histórico capitalino.
–Lo de la hipocondría, seguramente lo leyó [en el texto publicado por SinEmbargo], es una expresión de don Guillermo Gazal…
–En el caso del señor Guillermo Gazal, lo conozco desde hace muchos años. Yo no lo recibo porque… Yo lo dejaría así. Todo a su tiempo, y me parece que la verdad siempre llega y las motivaciones siempre se dan. Es un hombre que sé que está enfermo, muy enfermo, y por tal motivo, yo que conozco lo que puede ser una enfermedad, no le diría nada. Lo que puedo decirles a ustedes… Hasta ahora yo no sé a quién representa.
NO ES LICENCIADO
No sólo hace la promesa de licenciarse; sino de doctorarse en Derecho. Al Jefe de Gobierno Capitalino, Miguel Ángel Mancera, le hizo esa promesa. Pero al momento de esta entrevista, sus grados académicos aún están bajo el velo de la confusión.
–En este tema de la licenciatura… Sólo para que quede claro con respecto a la licenciatura…
–Quiero decirles que nunca he ostentado el título y lo que he dicho es que tengo cursos profesionales en Derecho. He tomado cursos, diplomados de todo, pero formalmente tomé un procedimiento que me ha llevado muchos años porque si lo reflexionamos, yo debiera estar titulado desde hace muchos años, pero ha sido muy difícil. Yo empecé los estudios… Mi número de cuenta en el CCH es 78 396-6. Te estoy hablando del [año] 78. Difícilmente les puedo reclamar a mis hijos cuando les exijo que sean puntuales en sus carreras, pero … Yo me caso a los 16 años, a los 17 años soy papá; a los 17 años soy papá de dos hijos.. Y eso provoca que mis hijos tuvieran un balance de interrupción. Era más importante el comer. No soy abogado titulado. La carrera me gusta. Tengo cursos universitarios. Me he tenido que preparar en una infinidad de cursos diversos. Soy experto en Derecho parlamentario porque simplemente me he dedicado al trabajo parlamentario durante nueve años de vida. Parte de lo que te exige la propia posición como experiencia; experiencia eso dice, experiencia por más de cinco años, y pueden checar la ficha curricular de los funcionarios. Algo importante, yo le ofrecí a mi Jefe de Gobierno y en lo personal que… él es doctor en Derecho, y que en algún momento de mi vida, yo sería doctor en Derecho y es un objetivo personal que no voy a declinar y estaré inscrito en el mes de octubre en la maestría y les daré oportunamente los datos de la universidad que es una universidad donde también estudian mis hijos…
–¿Su hijo Alejandro?
–Alejandro no es mi hijo. Alejandro es mi hermano. Y ahorita les voy a comentar esos temas. Por ejemplo, en el caso de la señora Azamar, hace 22 años que me separé de ella; solamente me he casado dos veces. Y con la señora Patricia Azamar teníamos 16 años cuando nos casamos; 16 años teníamos, ella tuvo que hacer su vida, tuvo su propio desarrollo. Estudió una carrera. Y también se aventó toda la vida para poder estudiar. La única forma de poder educar a tus hijos en la preparación es haciéndolo tú mismo. Su madre ahorita estudia. Les quiero aclarar que no trabaja ni está ni en la Delegación Miguel Hidalgo ni Iztapalapa. Se está dedicando a sus estudios. Tres meses que no trabaja.
–En el directorio [de la Delegación Miguel Hidalgo] aún aparece…
–Déjenme checar. Ella está estudiando para pedagoga. Ella tiene una carrera como esteto-cosmetóloga y está ejerciendo en su propia dinámica esa carrera. Actualmente está estudiando la Licenciatura en Pedagogía. Ella es una mujer que ya no tiene hijos que mantener y que tiene una pareja que le sustenta su vida, que tomó la decisión de no trabajar. Así me lo dijo un día. Me dijo: quiero concluir mi carrera y después de que concluya mi carrera, tomar una decisión de saber a qué me dedico. Pero lo digo por una razón: ella tiene que trabajar. Ha trabajado en Iztapalapa, ahí aparece parte de su ficha curricular y obviamente en situaciones donde yo no tenía nada qué ver.
–Hablamos de su ex esposa, hablamos también de su hermano, de su hijo, además están estas delegaciones en donde también están personajes allegados a usted, como los delegados [Víctor Hugo] Romo y [Jesús] Valencia.
–No, yo diría que es, me parece triste que sin conocer el trabajo que ha hecho mi hijo, que es un egresado de la Universidad Anáhuac. Es un chavo que todos los días se prepara, su mérito debe tener también para encontrar su propio espacio. Yo creo, como siempre se lo he dicho a él, que en política la única forma de brillar es con luz propia. Yo lo acabo de decir, con precisión, yo espero una pronta jubilación, en el momento en que el Jefe de Gobierno transite sobre el proyecto después de 2018, lo voy a acompañar siempre, pero también es cierto que yo después de 34 años de trabajo ininterrumpido, y eso empata mucho con lo de hipocondriaco, yo he llegado a tener salmonelosis, he tenido 40 grados de temperatura, y he estado trabajando. Y eso es algo que cualquiera de mi gente cercana lo puede decir porque lo hago con el ejemplo. Todos los días llego a las 7:30 de la mañana, todos los días, y normalmente mi salida es entre 10 y media y 11 de la noche. Como comprenderán yo como ahí en mi oficina, desayuno en mi oficina, atiendo en mi oficina, y mi vida es la oficina. No me quejo.
–¿Come en el escritorio?
–No, no. Tengo un pequeño desayunador donde yo desayuno, y además traté de dignificarlo. Hoy tengo salas, porque no me gusta que estén esperando. Los voy a invitar, por supuesto, a que conozcan la oficina. Mi oficina es la misma que tenía Pepe Ávila (José Ángel Ávila, anterior Secretario de Gobierno), lo que se arregló es donde recibimos a las personas. Y yo dije: Pá’ evitar que digan que remodelé mi oficina; esa se quedó igualita, lo único que cambió fue la decoración y la orientación del sol. De ahí en fuera, todo está igualito. En el caso de los otros espacios lo que hice fueron salitas, porque me paso de una sala a otra, o sea no me gusta que la gente esté esperando, y me van a ver actores políticos, legisladores y demás, entonces lo que hago es: los van pasando a la sala, voy brincando sala a sala, dejo abierta una reunión, cierro la otra, y así es como lo hago.
–¿Como vagones de tren?
–Como salas de emergencia, podrías decir.
“NO ES NEPOTISMO”
Sin pausas, con un tono convencido, Héctor Serrano Cortés habla de sus familiares que también han pertenecido a la administración pública. Les reconoce una política propia del esfuerzo; sobre todo a Héctor, su hijo.
–Héctor también trabaja. Me parece que desde el 2000. Tiene 14 años trabajando. Él ha tenido diferentes cargos en la administración. Cuando su padre no estaba en un cargo como lo tengo ahora, él ha tenido su propia movilidad; y mi hermano Alejandro, de igual manera. Él, ¿qué te puedo decir? Desde los noventa y tantos, hay antecedentes de que él ha estado trabajando en la administración pública. Miren, en la movilidad política algo tiene que ver con lo que vas generando de relación con los actores políticos. Es muy común que tú te comprometes con alguien. Apoyas, te vas a trabajar con él, a su campaña, le echas los kilos, te comprometes, y te dice: “Oye, quiero que me ayudes ahora a mí”. Y también creo que la formación curricular es fundamental; es decir, tienes que tener experiencia, y tienes que tener una dinámica de crecimiento. Si ustedes checan en la señora Azamar, ella en el [año] 84, más o menos, ella fue directora de una CENDI, y siempre se vinculó en esa actividad, entonces, ¿cuál sería lo extraño que después de 25 años fuera directora de CENDIS? Ah, un dato: yo pude haber hecho a mi hijo Diputado. Yo le dije a Héctor que mientras yo sea secretario mi hijo no podrá ser diputado. Yo se lo dije. Y lo digo de manera clara, pregúntenselo a [Jesús] Valencia, yo jamás, jamás le recomendé a Héctor. Héctor forma parte del equipo de Jesús Valencia, que es mi amigo, a quien respeto y quiero mucho, pero yo jamás le recomendé a mi hijo.
–¿Y Víctor Hugo Romo?
–En el caso de Víctor Hugo Romo, te lo digo: Alejandro [su hermano] trabajó con Víctor Hugo desde campaña, y evidentemente también es comprensible. Hoy coincide con dos actores con los que tengo una buena relación, me parece más triste que coincidiera con actores con los que tengo complicación. Por lo menos logramos la posibilidad de consenso interno ¿no?
–Secretario, incluso hay tesis académicas sobre el nepotismo en la política mexicana. Tenemos en la Historia aquella frase del ex presidente López Portillo cuando se refirió a su hijo José Ramón: ”Es el orgullo de mi nepotismo”.
–Sí, pero cuando lo recomiendas; cuando no, no. Y cuando acabo de decirlo...
–¿Qué piensa usted de eso?
–Que es correcto. Me parece que es un acto que tiene que ver incluso con la movilidad…
–¿O sea [Héctor] no es el orgullo de su nepotismo?
–No, no, no. De ninguna manera, Yo te diría, muy por el contrario, lo que sí está a mi alcance, en cuanto te conviertes en un dirigente y tienes posibilidad de tener una movilidad interna dentro de un grupo político, para tomar decisiones, es donde debes ser muy cauto, y esas decisiones nunca han sido direccionadas a que alguno de mis familiares se favorezca. Tampoco puedo decir que los voy a limitar. Héctor es un abogado, tiene su carrera propia, tiene su formación, y si tú lo ves, la primera vez que tiene una posición de director es en ésta. Siempre ha venido de posiciones modestas, de ser jefe de unidad departamental. O sea, yo fui Jefe delegacional y mi hijo Jefe de unidad departamental, y lo pueden verificar porque queda la historia de lo que has hecho en tu vida. De ninguna manera. Es más, quiero decirte algo, recientemente alguien quiso dar de alta a uno de mis hijos y le pedí que no, y tomé la decisión platicada con mis hijos. [Les dije] “Mi vida hermosa, mis hijitos, a partir de hoy, ustedes”… Una de mis hijas quiere dedicarse a la defensa de los derechos humanos, es la única hija que tengo, abogados todos. Insisto, lo que les he pedido es: “Miren, no toda la vida voy a continuar en esta posición, déjenme tomar también mi propio tiempo”. Lo acabo de decir con certeza, yo creo que hay un momento en el que debes de retirarte con dignidad, no me voy a quedar como gurú del perredismo, ni me voy a quedar como un asesor experimentado, ni mucho menos. Creo que todo debe de tener su tiempo, yo tengo 34 años, obviamente llega un momento en que haces una reflexión y te falta a veces vivir, te falta disfrutar, producto de tu trabajo. Que tengas un bonito coche, imagínate si no, 34 años de trabajo ininterrumpido, que tengas posibilidad de tener una casa.
–¿Una buena película también?
–Fíjate que ese es mi… tengo un buen sillón, eso es algo bien curioso porque te das cuenta cómo a lo largo de tu vida…y te das cuenta de que tu vida empieza como a checar tus objetivos cuando teniendo acceso a las cosas ya no las quieres.
–¿En un momento las anheló?
–Claro, en un momento hubo. Claro, en un momento la charrería, por ejemplo, que está vinculada…
–Es cara.
–Depende de cómo lo veas. 2 mil 500 pesos te cuesta la manutención de un caballo, al mes.
–¿De qué otra manera puede verse, con [un debate sobre] el salario mínimo, Secretario?
–Está bien, pero yo gano 80 mil pesos al mes, o sea sí me permite, no mantengo ningún hijo…
–Se lo puede permitir…
–Me lo puedo permitir tranquilamente. Además, no lo oculto. Vuelvo a decirlo: lo que te da vergüenza… Lo que te avergüenza lo ocultas; lo que no, no. Lo hice claro ¿y por qué? Porque tiene también una connotación de sentido nacionalista y patriota, es mi percepción. Y yo creo que el traje nacional es algo que debe enorgullecerte, y lo he dicho así...
–¿Charro de Jalisco?
–No de Jalisco. Mira, es que los charros están vinculados con aspectos de sentimiento nacionalista. Te acabo de comentar que soy de la Guardia Nacionalista y, lo lamento, mi abuelo fue un militar, y hay muchas cosas que me heredó. Yo creo que los primeros años de tu vida son formativos, de manera definitiva, y lo vinculo con eso, lo vinculo con eso, me parece que eso es algo que finalmente te llena y lo amo, y lamentablemente no todos mis hijos han querido seguir la carrera, el trabajo, la afición por la charrería, solamente tres, y es lo que cuesta. La manutención cuesta 2 mil 500 pesos, es lo que cuesta, mantener un caballo cuesta eso y el caballo puede costarte entre 18 y 20 mil pesos.
–Y el trabajo político ¿alguno de sus otros hijos lo ha seguido?
–No, no, y lo tienen prohibido. Se los dije. Y yo lamento que sean sus aspiraciones, pero yo lo he platicado con mis hijos, que están en proceso de titulación y les digo: No, les va a llamar la atención, dedíquense a lo privado, dedíquense a trabajar en la administración privada porque me parece que eso les permite a ustedes mayores posibilidades de tener continuidad en algo que no se contraponga con lo que hace su papá y sea producto de crítica. Soy un hombre con sentido de la moralidad, se los digo. Y me parece que sí hay decisiones que participando en un grupo político, en un partido político, siendo dirigente nacional como en su momento lo fui (comisión política nacional del PRD), pues tienes injerencia. Y lo primero que hice fue hablar con mi hijo y pedirle que declinara sus aspiraciones. Tenía su número de consejero, había hecho su ronchita, y lo entendió. En lo único en donde no hay democracia es en esa relación, que es la familiar. Y vuelvo a insistir: mis hijos no tendrán que esperar mucho.
–Pero en este momento su hijo, y su hermano, y estos delegados allegados a usted, Valencia, Romo, están en las listas de consejeros, también hay más personas vinculadas a usted...
–Sí, bueno, si tú hablas de vínculos vas a encontrar muchos más de las que encuentras en las planillas. Imagínate lo que logras a lo largo de 34 años, de gente que sigue trabajando en la administración pública. Vas a encontrar muchísima gente con la que puedo tener una relación vinculatoria, muchísima, pero eso no quiere decir que sea necesariamente porque respondan a mis intereses. También las personas tienen sus propias aspiraciones, y también estás en tu obligación de respaldar, cuando hay gente que trabaja contigo con dinamismo, y te dicen: “Yo quisiera participar en esto”, por supuesto que los voy a ayudar, claro, todo lo que esté a mi alcance, porque son gente que lo merece, y son gente que ha trabajado durante muchos años, y está acreditado con su vida diaria, no es algo que surja alguien.
HÉCTOR SERRANO Y ALEJANDRA BARRIOS
En la última parte de la biografía de Héctor Serrano Cortés, la que va de 2007 a la fecha, hay un personaje presente, casi indispensable: Alejandra Barrios Richard. Se trata de la dueña de un controvertido historial político y social que incluye una detención por asesinato en 2003. Estuvo acusada del homicidio de Jorge Ramírez Espíndola, quien fuera esposo de su enemiga histórica, María Rosete, por el control de las banquetas defeñas y absuelta por falta de pruebas. Hoy, Barrios Richard dirige a un conglomerado de cinco mil ambulantes del que recibe unos 700 mil pesos cada día, al tiempo que es diputada local plurinominal por el PRI en la VI Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Serrano no niega su amistad. Cuenta que se conocieron en 2007 cuando él tenía el encargo de reordenar al comercio informal del centro capitalino.
–Secretario, ¿cuál es su vínculo con Alejandra Barrios y qué pasó con el reordenamiento de los ambulantes?
–Déjame explicarte: se movieron un total de 26 mil comerciantes, que (hoy) no están. Tú no podías transitar por la calle de Moneda, Corregidora, Correo Mayor, porque eran puestos anclados al piso
–Es que ahorita tampoco se puede...
–Yo quiero decirte una cosa, nada más, yo lo he dicho siempre: ¿toreros? Sí. ¿Cuál es la obligación de la autoridad? Combatirlos. Nadie puede desestimar, porque hay evidencia en los medios, me parece que la prensa saca fotografías muy claras de cómo estaba. Yo ahí conozco a la señora Alejandra Barrios.
–¿En qué año?
–Dos mil siete [2007]. Sí, 2007. Cuando soy director, cuando tengo el vínculo para que me encarguen el programa del reordenamiento. [Entre los ambulantes] hay de extracción priísta, o de militancia priísta; otros hay de militancia perredista. Hay de todo, hay petistas, hay de todo. Entonces cuando yo llego encuentro que en el caso de Plaza Victoria ya está entregada a la organización de Alejandra, esa ya estaba entregada.
–Digamos que hicieron amistad.
–Sí, claro, con Alejandra me vincula una relación de amistad. Yo creo que los amigos nunca debes de ocultarlos, y Alejandra es una gente a la que yo le tengo aprecio...
–Tiene una vida pública…
–No solamente porque es Diputada, porque logró, o ayudó a evitar una confrontación y logramos que el proceso de reordenamiento se diera. Mira, Eje Central, sí claro, aparecen los que se llaman carpeteros, que traen ceñido al cuerpo lo que venden, o algunos que venden en coche y luego se mueven, claro. También es innegable que tenemos una crisis… Sin embargo, es evidente que hay un problema, y es más, yo les he dicho: estoy a favor de que se legisle para que se reconozca y regule un fenómeno que no han querido reconocer hace 40 años, que todo mundo lo ve en las calles, y que siempre ha sido si les damos ese estatus de reconocimiento, ¿luego qué va a pasar? Por favor, cada día hay más. En base a las estadísticas que se proveen de parte del Inegi, los datos son que el 43 por ciento de la población del Distrito Federal tienen vínculos con la informalidad, no puedes estar ajeno a ese tipo de fenómenos, y tampoco socialmente puedes verlos como tus enemigos. Finalmente tienes que entenderlo como un conflicto social, y por supuesto qué te puedo decir, hay dirigentes honorables y hay quienes no lo son, como hay funcionarios honorables y otros que no lo son.