Por The Huffington Post
Como si Jenni Rivera hubiera planeado y organizado hasta su muerte, en el 2005 lanzó uno de sus discos más vendidos “Parrandera, rebelde y atrevida”, del cual el tema “Cuando muere una dama” relata casi exactamente cómo quería que fuera su muerte y cómo debía ser su despedida.
“Les cantaré mi deceso al dejarme en el panteón, también las mujeres mueren… Quiero una última parranda por ahí en mi funeral, todos lo que me quisieron la tendrán que celebrar, recordando mi sonrisa y mi forma de llorar”, comienza diciendo.
Hace referencia a sus hijos al decir: “Fui una guerrillera fuerte que por sus hijos luchó, recuerden muy bien en vida, que su madre no se rajó. Con la frente muy bien en alto, despídanla con honor”.
“Ya se fue la hija del pueblo, la mujer de los huevotes. Y no me lloren mis plebes, ustedes nomas colecten mis regalías”.
Tuvo palabras para aquellas que en su carrera quisieron ponerle piedras al decir: “A todas mis enemigas que quisieron imitarme, se acabó su pesadilla pero siempre han de envidiarme. Siempre seré la preferida, no podrán alcanzarme”.
Y a cada miembro de su familia le designó una tarea: “A mi familia querida, mis padres y mis hermanos se muy bien que en la otra vida, volveremos a juntarnos. Para reír y gozar de lo mucho que triunfamos. Y no me extrañen mis jefes que su hija la rebelde por siempre vivirá…
Que me canten mis hermanos, mi madre flores reparta, mi padre fotografías y mi hermana lea mi carta…. Suelten por mi mariposa, apláudanme con sus palmas porque así se celebra cuando se muere una dama”.
Publicado por The Huffington Post / Especial en México para SinEmbargo.mx
