Zagreb, 11 nov (EFE).- Los acuerdos del pasado verano entre Serbia y Kosovo para mejorar sus relaciones quedan en entredicho después de que el martes el Tribunal Constitucional kosovar congelara la aplicación de uno de sus puntos, la creación de una comunidad de municipios poblados por serbios que tendría cierta autonomía.
Según informa hoy la agencia serbia Tanjung, dicha suspensión se ha producido ante la petición tanto de la presidenta, Atifeta Jahjaga, como del primer ministro, Isa Mustafa, de que la corte evalúe si ese acuerdo encaja en la Constitución del joven país, que en 2008 proclamó de forma unilateral su independencia de Serbia.
La oposición ultranacionalista kosovar lleva semanas bloqueando la actividad del Parlamento, en cuya sede ha llegado a arrojar gases lacrimógenos, para reclamar que se anulen definitivamente esos acuerdos con Serbia, cerrados bajo el auspicio de la Unión europea (UE).
El ministro de Trabajo serbio, Aleksandar Vulin, ha advertido hoy de que la creación de esa comunidad de municipios es irrenunciable.
“La formación de la asociación de municipios serbios es la parte más importante del acuerdo y no hay posibilidad de cambios. De esto depende el futuro del diálogo de Bruselas. La UE está a prueba”, insistió el ministro, según Tanjung.
El director de la Oficina del Gobierno serbio para Kosovo, Marko Djuric, evaluó hoy que la decisión del Constitucional kosovar supone “pisotear, matar y tirar al suelo el diálogo y toda la confianza mutua”.
Kosovo y Serbia pactaron el pasado verano una serie de medidas para aplicar el acuerdo de normalización alcanzado en abril de 2013.
La aplicación de dicho acuerdo es una condición para que ambos avancen hacia una futura entrada en la ONU.
Serbia espera abrir oficialmente este año las negociaciones para su acceso al club comunitario, mientras Kosovo firmó en octubre un acuerdo de estabilización y asociación con la UE.
