Los niños en México mueren a causa de accidentes, desnutrición y agresiones

11/10/2014 - 12:03 am
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Miles de niñas y niños mueren en México antes de cumplir su primer año de vida. Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 10 de octubre (SinEmbargo).– En 2012, más de 28 mil 900 menores de un año murieron en México, debido principalmente a dificultades respiratorias originadas en los días previos o posteriores a su nacimiento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía Estadística y Geografía (Inegi).

Sin embargo, además de las malformaciones genéticas, la influenza, enfermedades intestinales y del corazón, entre las causas también están los accidentes, la desnutrición y las agresiones.

A continuación se describen las primeras cinco causas, algunas de ellas prevenibles, que provocan la muerte de miles de neonatos que no logran cumplir su primer año de vida.

1. Afecciones originadas en el periodo perinatal

El Instituto Químico Biológico describe 53 enfermedades respiratorias y cardiacas que se desarrollan en el periodo perinatal (desde las 28 semanas de embarazo hasta los primeros 7 días de vida), englobadas en 10 grupos: Asfixia de nacimiento, Dificultad respiratoria del recién nacido, Neumonía congénita, Síndromes de aspiración neonatal, Enfisema intersticial (cuando los los tejidos pulmonares profundos se inflaman y dañan) y afecciones relacionadas, Hemorragia pulmonar, Enfermedad respiratoria crónica, y otros.

En estos diferentes grupos se incluyen distintos padecimientos, desde situaciones derivadas del parto como la asfixia de nacimiento; neumonía debida a la bacteria Chlamydia, que se transmite a la madre por contacto sexual; la aspiración neonatal de sangre, líquido amniótico, leche o moco; neumomediastino, es decir presencia de aire en el espacio que está en medio del tórax entre los pulmones; hemorragia traqueobronquial; la displasia broncopulmonar (DBP), que se presenta en bebés enfermos de gravedad que han recibido altos niveles de oxígeno durante largos periodos o que han estado conectados a un respirador; la apnea primaria del sueño; la atelectasia, que es la imposibilidad de los pulmones para expandirse por completo en el momento del nacimiento; así como la hipertensión neonatal y la isquemia miocardiaca, relacionadas más con problemas cardiovasculares.

Este tipo de afecciones cobraron 14 mil 391 vidas de recién nacidos en el dato más reciente del Inegi, que es del año 2012.

2. Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas

En el segundo lugar, y con 6 mil 748 muertes en 2012 se encuentran las malformaciones, deformidades y anomalías congénitas, que engloban las del sistema circulatorio.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las más frecuentes son las malformaciones cardiacas, los defectos del tubo neural (del cerebro y la médula espinal) y el Síndrome de Down, y calculan que afectan a uno de cada 33 lactantes en el mundo y causan 3.2 millones de discapacidades al año, además de que unos 270 mil recién nacidos fallecen durante los primeros 28 días de vida por ello.

Éstas pueden tener un origen genético, infeccioso o ambiental, aunque en la mayoría de los casos resulta difícil identificar su causa, aunque algunas de ellas son posibles de prevenir con vacunación oportuna de la madre durante su infancia y años fecundos, como la rubéola congénita. La ingesta de yodo, ácido fólico y los cuidados prenatales adecuados también pueden hacer una diferencia en algunos casos.

Las causas suelen ser muy diversas, pues van desde los factores socioeconómicos, ambientales y la nutrición de la madre. En el primero de los casos, y aunque puede tratarse de un determinante indirecto, se ha observado que estas anomalías son más frecuentes en las familias y países con escasos recursos.

Las infecciones maternas como la sífilis y la rubéola son otra de las causas, así como la exposición de la mamá a pesticidas, drogas, alcohol y tabaco y si padece de sobrepeso o diabetes.

3. Neumonía

La neumonía es la causa principal de muerte entre los niños de cero a cinco años en todo el mundo, con más de un millón de decesos cada año, más que el SIDA, la malaria y el sarampión juntos, y significa el 18 por ciento de las defunciones de este sector poblacional, según datos de la OMS.

Se trata de una infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones, llenando los pequeños sacos de los que están formados (llamados alveolos) de pus y líquido, lo que dificulta la respiración, la hace dolorosa y limita la absorción de oxígeno.

Lo que la causa principalmente es la bacteria Streptococcus pneumoniae, aunque en el caso de los niños menores de seis meses contagiados de VIH, es la Pneumocystis jiroveci, culpable de uno de cada cuatro muertes de recién nacidos seropositivos en el mundo.

Los síntomas son tos, dificultad para respirar, en algunos casos fiebre, respiración rápida, contracción de la parte inferior del tórax durante la inspiración y sibilancias.

En México, la influenza y la neumonía dejaron en el año del estudio a mil 195 menores de un año sin vida.

4. Accidentes

Con mil nueve casos, los accidentes son la tercera causa más común de muerte entre los menores de un año en México y aunque se habla de la incidencia, no es muy común que se especifiquen las causas, en el caso del Inegi, los suele agrupar en tres grupos: las caídas, los accidentes de tráfico y el ahogamiento.

El Hospital Regional Materno Infantil de Alta Especialidad realizó un estudio en 2012 en el que identificó que los accidentes más comunes durante los primeros meses de vida son las caídas (de los brazos de la madre, del portabebé, la carriola y la cama), seguidos por los choques automovilísticos, los incidentes en el baño y la broncoaspiración con algún objeto.

5. Septicemia

La septicemia neonatal es la infección de la sangre que ocurre en los bebés de menos de 90 días de nacidos, cuyo origen está en diferentes bacterias como la Escherichia coli (E. coli)Listeria y ciertas cepas de estreptococo, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Estados Unidos.

La sepsis temprana se puede presentar en las primeras 24 horas después del nacimiento, cuando el bebé contrae la infección de la madre antes o durante el parto, en el caso de la sepsis de aparición tardía, los pequeños se contagian después del parto.

En el primer caso, los factores que aumentan el riesgo son un parto prematuro, la ruptura de la fuente con 24 horas antes del nacimiento y la infección de los tejidos de la placenta y el líquido amniótico.

En la tardía influye la permanencia en el hospital durante un tiempo prolongado y la aplicación de un catéter en un vaso sanguíneo por un largo periodo.

Los síntomas principales en los recién nacidos son los cambios en la temperatura corporal, dificultades respiratorias, poco movimiento, convulsiones, frecuencia cardíaca lenta, vómito y piel amarillenta.

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