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Adela Navarro Bello

11/09/2024 - 12:04 am

La barbarie (política y criminal) en vivo

“Y así va el caos que acecha al País, la barbarie de la imposición de la voluntad de uno, desoyendo a miles de mexicanos y al mundo”.

“La motivación de la barbarie en México, tanto la política como la criminal, es la misma: la sed de venganza, la ambición de todo el poder”. Foto: X @MYunesMarquez

Durante los últimos días, a través de redes sociales y las ahora tan comunes comunicaciones en vivo y directo, los mexicanos hemos sido testigos de actos de barbarie, de hostigamientos gansteriles, amenazas, ausencias, desapariciones, tanto en los grupos ilícitos del narcotráfico, como en el sector político, particularmente desde el Poder Legislativo.

El martes 10 de septiembre, al mismo tiempo que manifestantes se agolpaban en las inmediaciones del Senado de la República para reclamar a los legisladores de la Cámara Alta su (valga la redundancia) alta traición a la Patria, al pretender aprobar por una mayoría calificada de Morena una reforma lopezobradorista al Poder Judicial, a partir de amenazas, amagos y ausencias, células criminales del cártel de Sinaloa continuaban su jornada de plomo en Culiacán para, a su manera, quedarse con todo el poder del crimen.

Ante la irrupción de los manifestantes al salón de pleno del Senado, el presidente de la Cámara ordenó una suspensión de la sesión y mudó a los Senadores a la vieja sede de esa Cámara, la cual fue blindada con filas y filas de policías antimotines para evitar que cientos de mexicanos mantuvieran sus protestas, a gritos, alejados del poder legislativo; al tiempo, en Culiacán, Sinaloa, la Universidad Autónoma de Sinaloa decretaba el sece de clases presenciales y la habilitación de aulas remotas para tomar la instrucción académica, en tanto “se garantice la seguridad”, en aquella ciudad capital tomada por el narco desde la detención, el 25 de julio de 2024, de Ismael Zambada García el Mayo, al ser entregado a los Estados Unidos por Joaquín Guzmán López, de la célula de los Chapitos, en lo que significó una traición al interior del cártel.

La motivación de la barbarie en México, tanto la política como la criminal, es la misma: la sed de venganza, la ambición de todo el poder. El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, envió en febrero de 2024 al Poder Legislativo sus reformas a la Constitución, entre las cuales incluyó la del Poder Legislativo donde destaca la elección por la vía del voto de jueces y magistrados, no para acabar con la corrupción que se ha detectado en ese poder, sino para tener un control político de quienes encabezan al Poder Judicial, en detrimento no solo de la autonomía de ese poder, sino de la capa intelectual y la experiencia que ha significado la elección de jueces, magistrados y ministros como la conocemos.

En Sinaloa, las huestes de Ismael Zambada García, guiadas por su hijo, Ismael Zambada Sicarios, el Mayito Flaco, han emprendido una venganza a enfrentamientos y balazos contra los hijos de Joaquín Guzmán Loera, los Chapitos, a quienes señalan (igual que la FGR) de haber entregado a su padre, el Mayo a las autoridades de los Estados Unidos donde hasta la fecha permanece detenido y pendiente su juicio en la corte de distrito de Brooklyn en Nueva York. Los matones de Zambada, han precisado a la usanza de sus comunicaciones mafiosas, que tal violencia no es contra el gobierno, o contra la ciudadanía, sino contra los Chapitos.

México ha sido sometido a un caos por un gobierno saliente que, en la arrogancia de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, aprobaron una reforma (sin leerla ni entenderla los nuevos legisladores), y hacen lo propio en la Cámara de Senadores, donde impedidos por los votos al no contar con los 86 requeridos para una mayoría calificada, el martes 10 de septiembre por la mañana salieron a comprar voluntades al precio que sea. El partido del presidente encontró en un antiguo adversario de López Obrador, y señalado por él mismo como uno de los más corruptos, a su voto 86: Miguel Ángel Yunes Linares, ex gobernador de Veracruz señalado por corrupción, desvío de recursos, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, malversación de fondos, y quien solía referirse a López Obrador como “este loco vividor del sistema solamente sabe agraviar”, pero que ha vivido, y evidentemente vivirá, en la impunidad.

Yunes Linares llegó al senado por el PAN como suplente de su hijo, Miguel Ángel Yunes, quien la verse presionado a votar contra la reforma al poder judicial como se había comprometido de viva voz y en directo, prefirió ausentarse y dejar que fuese su padre quien hiciera frente a la oposición, y se lanzara (literalmente) a los brazos de Adán Augusto López, el coordinador de los senadores de Morena, y fuese protegido por Félix Salgado Macedonio, otro señalado de irregularidades y depuesto candidato de Morena al gobierno de Guerrero, posición que (al igual que Yunes) cedió a su hija, Evelyn Salgado, hoy mandataria estatal guerrerense.

En Campeche, estado gobernado por la morenista Layda Sansores, se utilizó la política criminal que se ejerce en el país para presionar a los legisladores de partidos de oposición a votar a favor de la reforma propuesta por López Obrador, al detener (con orden o sin ella) al padre de Daniel Barreda, senador de Movimiento Ciudadano, quien, de acuerdo a Juan Zavala, coordinador de los diputados de MC, estaba retenido en la sala de juicios orales de Campeche, donde le acompañaba su hijo el Senador.

Al anochecer del martes 10 de septiembre, un martes negro para el País, los senadores de Morena sesionaban en la vieja cede de ese poder, al tiempo que miles de manifestantes eran limitados por cientos de policías antimotines, para que no se acercasen al recinto legislativo y lograr, ante sus demandas, suspender de nueva cuenta la sesión.

En Culiacán, las huestes del Mayo que amenazan con harta violencia a las del Chapo, mantienen una capital sitiada a base de amedrentamiento, cobro de piso, extorsiones, y terror que causan en la sociedad que prefiere quedarse en sus casas cuando el transporte público se impone un cierre porque no hay condiciones de seguridad para hacer su trabajo, o la Universidad suspende clases presenciales por lo mismo. La Guardia Nacional, ejerce su labor disuasiva con presencia en calles, carreteras y avenidas, sin inteligencia, operativos para combatir a los criminales, o acciones para aprehender a quienes laceran la tranquilidad de los sinaloenses.

Lo que sucede en la Cámara de Senadores, ocurre porque el partido en el poder se ha empeñado, a costa de lo que sea, a aprobar la reforma al poder judicial propuesta por el presidente López Obrador, que no pudo controlar a ese Poder durante su administración, aprobarla como “un regalo” de despedida al presidente, diría el todavía dirigente de Morena y próximo secretario de Estado, Mario Delgado. No importa la manifestación de cientos de miles de mexicanos, de trabajadores del Poder Judicial, ni la exigencia de diálogos, de consensos, lo que impera es exclusivamente, cumplir la voluntad presidencial.

Luis Donaldo Colosio Riojas, el senador de MC por Nuevo León, quizá uno de los más coherentes, hilados y sensatos, así lo reflexionó ante un Senado de la República tomado por los manifestantes no escuchados: “Es algo insólito que no sucedía desde hace más de 30 años en este país, pero es un mensaje muy claro y contundente que la gente de México le está dando al senado, sobre todo una exhibida muy fea que le están dando también al senado, porque son cientos de miles de personas que desde hace semanas, hace meses, solicitan audiencias, solicitan ser tomados en cuenta, y sobre todo solicitan ser partícipes del proceso de reforma más grande en la historia contemporánea de este país, que va a afectar la vida de todos y cada uno de nosotros, y que a todas luces se nota que es un proyecto que carece de un sustento jurídico adecuado, que es un proyecto que busca castigar y vengarse, sobre todo tomar control de uno de los tres poderes de la unión, necesitamos que una reforma de este calibre sea realmente una reforma integral a todo el sistema de procuración de justicia, empezando por las instancias de las policías locales, los ministerios públicos, las fiscalías, y sí, también el poder judicial; pero esta reforma no es para hacer justicia, esta reforma es para hacer venganza”.

Y así va el caos que acecha al País, la barbarie de la imposición de la voluntad de uno, desoyendo a miles de mexicanos y al mundo. Amenazando, deteniendo, hostigando, amedrentado, igual que en Sinaloa lo hacen al margen de la Ley, aunque con el cobijo de un gobernador Rocha Moya a su vez respaldado abiertamente desde Palacio Nacional. En este contexto no es tan difícil imaginar el futuro de México.

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