Ciudad de México, 10 de agosto (SinEmbargo).- Las papas fritas pueden parecer inofensivas, pero cuando se trata de saber si son saludables, la evidencia apunta que no, ya que contienen ingredientes que han sido asociados con diversas enfermedades.

Media orden de papas “a la francesa” tiene 365 calorías y 17 gramos de grasa. Esto sería el equivalente al 25 por ciento de la ingesta diaria recomendada para una persona, de acuerdo con expertos.

“Remueven todas la parte saludables de la papa, la piel, que contiene mucho de los nutrientes y fibra”, explicó recientemente a la revista estadounidense Time, Jonathan Bonnet, residente de medicina de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, Estados Unidos,

Pero, ¿qué componentes las hacen tan malas? y más importante, ¿qué enfermedades provocan?

CÁNCER

Científicos del Centro de Investigación del Cáncer de la Universidad de Washington indagaron que las papas, el pollo y el pescado fritos estaban asociados con un tercio de las posibilidades de desarrollar cáncer de próstata.

A través de una estratificación de la agresividad de los tumores, encontraron que había un vínculo entre aquellos tumores más agresivos y la ingesta regular de alimentos fritos.

Por su parte, el Programa Nacional de Toxicología (National Toxicology Program) y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (International Agency for Research on Cancer) de los Estados Unidos señalan que la acrilamida que llevan las papas fritas es una sustancia “probable cancerígena humana”.

La acrilamida se crea de forma natural cuando los alimentos que contienen almidón son sometidos a procesos de fritura a altas temperaturas. Hasta ahora los indicios de cáncer sólo se han comprobado en animales.

ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

Así como hay grasas que benefician al corazón, como las halladas en aceites vegetales, también las hay perjudiciales. Las french fries contienen grasas trans y saturadas, que inciden directamente en el endurecimiento de las arterias, debido a la acumulación de colesterol, grasa y otras sustancias en las paredes de dichos conductos que transportan la sangre.

“Aquí tenemos un vegetal sumergido en una freidora que luego se carga con la grasa no saludable, y lo que te queda es un alimento que no tiene ningún valor redentor nutricional en absoluto”, explicó al Time el especialista, Kristin Kirkpatrick, quien dirige el Instituto Clínico del Bienestar de Cleveland.

Asimismo, las dichas grasas malas se quedan en el cuerpo más tiempo de lo debido, lo que hace que se eleven los niveles de triglicéridos, que aceleran dicho proceso que desencadena infartos y paros cardíacos.

PROBLEMAS RENALES

El sodio, que se encuentra en la sal de este platillo asciende a 246 miligramos, 10 por ciento más del consumo diario recomendado.

Este exceso y de forma recurrente hace que los riñones trabajen sobrecargados, ya que tienen que aumentar la excreción de urinaria de calcio. Esto promueve la formación de piedras dentro de los mismos.

ALTA PRESIÓN SANGUÍNEA

El sodio también contribuye a padecer de una alta presión sanguínea. La hipertensión crónica daña el corazón, vasos sanguíneos y riñones, lo que colabora para sufrir accidentes cardiovasculares y renales hipertensivos.

DAÑO A LA VISTA

Un trabajo hecho por el doctor Chung-Jung Chiu, del Centro de Investigación de la Nutrición Humana, señaló que la dieta que llevan muchos estadounidenses, que incluye papas fritas, granos refinados y huevos, está asociada con el deterioro de la vista.

El estudio publicado el año pasado, encontró un vínculo entre la degeneración macular, un trastorno que destruye lentamente la visión, y el consumo de estos alimentos.

La razón sería la asociación que existe entre estos alimentos y el daño que provocan en los vasos sanguíneos de la retina.

Esta enfermedad tiene como consecuencia un empeoramiento de la visión, especialmente, en personas mayores a los 60 años.