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Moody’s y S&P bajarán la nota del país este año, pero no la de Pemex, alerta Barclays en México

11/06/2019 - 2:32 pm

Para los economistas de Barclays, la tarea de las calificadoras es vislumbrar los riesgos que tiene la economía y la mayor empresa del Estado, que es Pemex, por lo que sus decisiones reflejan un escenario puntual en el tiempo. “No es necesariamente un desastre total”, dijo el director general de Barclays en México y puntualizó que las preocupaciones de las agencias sobre el país y sobre la petrolera ya venían desde hace tiempo, desde el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Por Ana Gabriela Jiménez Cubría

Ciudad de México, 11 de junio (Economía Hoy).- Tanto Moody’s como Standard and Poor’s tocarán la calificación crediticia de México en los próximos doce meses debido a que el crecimiento de la economía no es consistente con la categoría en la que se ubican actualmente, previó el banco Barclays. Además, calificó como viable y positiva la salida al mercado de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Marco Oviedo, jefe de investigación económica para América Latina de Barclays, advirtió como poco probable que alguna de las dos agencias disminuya la calificación de Pemex y explicó que la reciente degradación de Fitch a “bono basura” para la deuda de la petrolera era “inevitable” debido a que la calificadora solicitaba que el Gobierno federal garantizara hasta un 75 por ciento de la deuda y que redujera su carga fiscal en un 50 por ciento.

Reconoció que esta no era una de las posibilidades de la administración el Presidente Andrés Manuel López Obrador y que la Secretaría de Hacienda claramente no lo iba a hacer, debido al poco tiempo que llevan en el cargo, aunado a que el plan para sanear las finanzas de la empresa productiva del Estado apenas está ejecutándose.

La medida que tomó Fitch, en opinión de Oviedo, sorprendió por el “timing”. Si bien ya se esperaba que la calificadora bajara la calificación de Pemex, esto ocurrió “antes de lo esperado”.

Fitch anunció la baja a Pemex al mismo tiempo que el Canciller mexicano, Marcelo Ebrard, salía a dar una conferencia de prensa respecto a los resultados del primer día de negociaciones en Washington sobre la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas.

Tanto Moody’s como S&P “tienen una visión más de largo plazo” y en este momento están esperando a ver si Pemex sigue siendo un problema persistente y ambas “creen en las fortalezas macroeconómicas de México”, dijo Oviedo.

El hecho de que una segunda calificadora modificara a la baja la nota de Pemex provocaría una venta masiva de bonos de la petrolera, explicó Benjamin Theurer, director de la oficina de Investigación de Renta Variable del banco. Si se diera esta situación, los tenedores de bonos entrarían en lo que se denomina un “forced sale”, es decir, que no tendrían otra alternativa más que deshacerse de la deuda de Pemex dado que ésta ya no tendría el grado de inversión.

“No creo que suceda”, dijo Theurer y agregó que tras la rebaja de Fitch a Pemex se observó una reducción de posiciones pero no una salida masiva. En caso de que ocurriera el peor escenario, el banco calcula que habría una venta de 6,000 millones de dólares en papeles de la petrolera.

Moody’s cambió la perspectiva crediticia de México a ‘negativa’ desde ‘estable’ el pasado 5 de junio, manteniendo en A3 la nota del país. La agencia también tiene en perspectiva negativa la calificación de Pemex.

PEMEX EN LA BOLSA: VIABLE

La salida de Pemex a bolsa es una posibilidad real dentro del universo de soluciones financieras que analistas y consultores han puesto sobre la mesa para sanear las finanzas de la petrolera, dijo Marco Oviedo.

Aseguró que el hecho de que el propio Presidente López Obrador lo haya mencionado en sus conferencias matutinas es un indicativo de que esta opción “está sobre la mesa”, aunque el mandatario no la esté contemplando por el momento.

Una Oferta Pública Inicial (OPI) de Pemex sería positiva para la empresa y “la apoyaría bastante”, pues la obligaría a reestructurar su gobierno corporativo y mejorar su gobernanza. “Haría que se comportará con una disciplina de mercado y no una disciplina hacendaria, como hasta ahora”, explicó Oviedo. Y es que justamente una dinámica más autónoma es lo que espera ver Fitch, que el gobierno no necesite “solaparla”.

No obstante, la petrolera no podría salir al mercado tal y cómo está. Debería de haber primero un análisis sobre la parte que sí es rentable y la parte que no. “Hay una parte que sí es muy rentable”, afirmó.

Recientemente el jefe de la Unidad de Crédito Público de la Secretaría de Hacienda, Gabriel Yorio, se pronunció sobre el tema y aseguró que si bien una OPI de Pemex no está entre los planes actuales de la empresa, una eventual salida a bolsa requeriría fortalecer su posición financiera.

El propio presidente ejecutivo de Pemex, Carlos Treviño, dijo a finales de abril que la petrolera debe avanzar hacia una salida a bolsa tal y como lo hizo la saudita Aramco, pero este paso podría tardar años en concretarse.

GRADO DE INVERSIÓN

Para los economistas de Barclays, la tarea de las calificadoras es vislumbrar los riesgos que tiene la economía y la mayor empresa del Estado, que es Pemex, por lo que sus decisiones reflejan un escenario puntual en el tiempo. “No es necesariamente un desastre total”, dijo el director general del banco en México y añadió que las preocupaciones de las agencias sobre el país y sobre la petrolera ya venían desde hace tiempo, desde el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Para Marco Oviedo hay tres factores fundamentales que sostienen el grado de inversión del soberano en el mediano y largo plazo:

1. Que hay un compromiso explícito del gobierno federal con unas finanzas públicas sanas y con no contraer un mayor endeudamiento.

2. Que el gobierno de AMLO ha respetado la autonomía del Banco de México y no ha presionado para que bajen las tasas de interés, que se mantienen en su mayor nivel histórico de 8.25%.

3. Que el gobierno ha manifestado un compromiso “como no se había visto” hacia Pemex, tanto para respaldar su deuda como para buscar alternativas de saneamiento de sus finanzas, encontrar liquidez y quitarle carga fiscal

SEQUÍA DE OPI

Deberá pasar por lo menos un año más para que el mercado de valores mexicano tenga más actividad y se supere la “sequía” que ha supuesto 17 meses sin una sola Oferta Pública Inicial, señaló Benjamin Theurer.

El analista explicó que esta baja actividad en los mercados se debe principalmente a que ha habido un comportamiento débil del sector de infraestructuras en el país y también que los inicios de cada sexenio se consideran “temporada baja” en la bolsa. Esto afecta tanto a la Bolsa Mexicana de Valores como a la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), que arrancó actividades en agosto de 2018.

La última OPI que se llevó a cabo en el mercado mexicano fue la de Grupo México Transportes, que fue al mismo tiempo la mayor en un lustro. La subsidiaria de Grupo México recaudó 19,000 millones de pesos el día de su debut en bolsa, el 13 de noviembre de 2017.

Theurer aseguró que las empresas mexicanas tienen un buen apalancamiento, por lo que no ha habido necesidad de que acudan al mercado de “equities”, aunque subrayó la urgencia de que el gobierno mejore la inversión en gasto público, para que así se detone un mayor movimiento bursátil.

“Las empresas mexicanas en general están sanas”, dijo Theurer, pero tienen el reto de invertir más e invertir en México. Si bien el gobierno necesita hacer más en el ámbito de los proyectos de infraestructura, “también la iniciativa privada debe generar condiciones” para un mejor desempeño de la economía.

El economista ve al Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) en el rango de los 44,000 puntos con un rango de alza o baja de +/-10 por ciento, dependiendo de la coyuntura política y económica para el cierre del año.

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