Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).- La contaminación del aire es un problema constante en las mayores urbes del mundo. Sin embargo, hay algunas ciudades para las que este problema representa algo más que una simple consecuencia de la urbanización, por lo que ya se idean maneras de contrarrestar los efectos nocivos de la polución, además de las tradicionales medidas preventivas.
Ahora, el diseñador holandés Daan Roosegaarde y un equipo conformado por otros artistas e ingenieros están desarrollando un nuevo mecanismo ahorrador de energía que absorbe el smog en el aire y lo transforma en diamantes.
“Una gran ventaja de esta tecnología es que es segura”, dijo Roosegaarde a la revista The Escapist, además de explicar que ya se utiliza un método similar en los hospitales, el cual además es muy eficiente desde el punto de vista energético.
Si bien, de momento se trata de un modelo a pequeña escala, este tipo de aspiradora gigante electrónica se pondría a prueba el próximo año en la notoriamente contaminada capital de China, de acuerdo con un comunicado de prensa divulgado por Studio Roosegaarde.
En los últimos meses Beijing registró niveles de contaminación que exceden de manera drástica los volúmenes de partículas contaminantes permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que el mecanismo podría resultar esperanzador no sólo para la metrópoli asiática, sino también para otras urbes que adolecen del mismo problema.
El dispositivo de vacío se instalará en un parque y absorberá las partículas de humo con filtros iónicos que deben parar las partículas, mientras que de las aberturas laterales del mecanismo saldrá aire limpio. Las bobinas de cobre, escondidas bajo la tierra generarán un campo electromagnético que atraerá partículas del humo tóxico.
“Para obtener 30 mil metros cúbicos de aire limpio, sólo se necesitan 30 watts, como para un foco”, agregó Roosegaarde.
El diseñador agregó que su invento ayudará a crear flujos de aire limpio que dejarán pasar la luz del sol. El modelo, que ha sido diseñado para Pekín, constará de 50 metros de diámetro, mejorará inmediatamente la ecología de la metrópoli y además permitirá transformar el humo captado en piedras preciosas.
Los diamantes artificiales no son nada nuevo. General Electric creó piedras preciosas en un laboratorio en 1950, presumiblemente para uso comercial. Sin embargo, no fue hasta 1970 que la empresa fue capaz de producir cristales de diamante de calidad gema. No obstante, su largo proceso de producción y no hizo insostenible.
Por su parte, Roosegaarde tampoco es nuevo en lo que a ideas innovadoras se refiere. El artista ya ha trabajado en varios proyectos para reciclar la energía en formas inusuales, tales como un plan para carreteras que cargan los coches eléctricos mientras estos los recorren, o un piso que genera electricidad cuando se baila en él.
El diseñador reconoce que su actual proyecto se trata más una forma de llamar la atención sobre el problema, en lugar de una solución viable a la contaminación del aire de Beijing. A pesar de esto, dice que los diamantes que pudiera producir se pueden utilizar para crear conciencia.
