Calificado por muchos como el autor vivo más importante de México, Fernando del Paso habla de su obra y lamenta la corrupción y la crisis social y política pues, a su juicio, el país “vive en la locura”.
Ciudad de México, 11 de abril (SinEmbargo).– Existe un escritor en México que ha vivido tantas facetas como si fuera un personaje de otra novela. Un escritor que ha sido publicista, diplomático y periodista. Estudió un poco de biología, economía… es un dibujante, un gran conocedor de la gastronomía mexicana. Como escritor no tiene fronteras: lo mismo escribe ensayo, teatro, novela y también historia. Es un investigador inagotable. No se atreve a empezar un párrafo sin tener, antes, cientos de documentos que respalden su obra, que lo inspiren.
Y es que Fernando del Paso (Distrito Federal, 1935), no tiene clasificación. No cumple los cánones de ninguna disciplina, pero sí los glorifica con sus letras. Ahora, por ejemplo, celebra los 25 años de Noticias del Imperio, obra que lo consagró como una de las voces narrativas más importantes en Iberoamérica. Una década para que Fernando del Paso terminara un monólogo vertiginoso y delirante, a través de ese personaje tan emblemático para la historia de México: la emperatriz Carlota.
Para escribir esta novela, el escritor revisó periódicos de la época; muchos de ellos en francés pero publicados en México como: el Diario Oficial del Imperio, L´Estafette, La Orquesta y L´Ére nouvelle. Encontró en el Archivo General de la Nación la Ceremonial Corte de Maximiliano, además de una revisión exhaustiva al libro del Conde Egon Corti, uno de los primeros autores en realizar un trabajo serio sobre Carlota y Maximiliano. “De ese enorme caudal de documentos, quizá ni el 10 por ciento utilicé al momento de escribir”, revela el escritor.
Dueño de monólogos delirantes, de estructuras originales y de personajes que pertenecen a dos realidades: la histórica y la ficcional. Tiempos que Del Paso teje con hilo de oro, sin prisa ni concesiones a exigencias editoriales, premios y reconocimientos. Aunque esto tampoco ha impedido que se le homenajeé: al escritor y a su obra.
“Me siento muy contento que mi trabajo sea reconocido. Noticias del Imperio es una novela que no tiene edad. La leen tanto jóvenes como adultos. Eso me da mucha satisfacción. No la releo toda, aunque sí hay partes que las leo. ¿Y sabe algo? No le cambiaría nada, ni una letra siquiera”, dice el escritor, en entrevista para SinEmbargo.
LA NOVELA QUE NO TIENE EDAD
En el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el 27 de noviembre de 2012, el Fondo de Cultura Económica celebró los 25 años de Noticias del Imperio con una edición conformada por cuatro portadas diferentes, basadas en el óleo sobre tela de Alberto Graefle, Carlota Amalia de Saxe Coburgo (1865). La obra incluye dos prólogos del poeta Hugo Gutiérrez Vega y del novelista Élmer Mendoza.
Pero Fernando del Paso, ante el reconocimiento que tiene, asegura que lo más importante, ahora, es el tiempo. Pide a la vida más horas, más días, más y más tiempo para escribir. “Estoy terminando el tercer volumen de un libro histórico donde abordo el tema del judaísmo y el Islam (Bajo la sombra de la historia), y el segundo tomo estará por salir este año”.
–Sin embargo se le conoce más por sus novelas, en especial Noticias del Imperio. ¿Es cierto que no volverá a escribir novela o teatro?
–Sí, no me alcanzaría el tiempo para terminar una novela. Tardo mucho en escribir. Además, en abril cumplo 78 años. Ahora me interesa terminar mi obra sobre el judaísmo y el Islam. Cuando escribo tardo mucho porque investigo todo lo que puedo.
–En temas históricos es imprescindible, ¿pero también investiga mucho cuando ha escrito novela? Tardó 10 años en terminar Noticias del Imperio.
–En realidad, desde que era niño tenía curiosidad por escribir algo sobre la historia de Maximiliano y Carlota. Sobre ese emperador de barba rubia y su esposa, la emperatriz, que se volvió loca. Esa idea la tuve desde entonces. Tuve mucha curiosidad sobre ese hecho histórico. Cuando quise escribir Noticias del Imperio, ya tenía mucha investigación al respecto, tanta que no sabía cómo empezarla. Pero fue Carlota, su voz, su personalidad, la que se impuso. En cuanto ella comenzó a tener su propia voz en la historia, la novela fluyó. A través de ella pude narrar todo lo demás. Incluso, sabía más o menos la extensión de la novela, su estructura.
–Un personaje delirante, loco, viviendo en su lógica. Loca como el Quijote, sólo que a Carlota no se le hizo justicia. Se sintió traicionada, engañada, en un país que le dio la espalda. ¿Fue la locura de Carlota, la que le permitió a usted contar este episodio de la historia desde otro enfoque?
–Yo creo que sí. Carlota permitía ir más allá de la historia. Por supuesto que los personajes históricos no cambian, pero se mezclan con otros ficticios, pero Carlota tuvo otros alcances. Ella fue el eje de Noticias del Imperio. Intenté con las voces de Benito Juárez, del propio Maximiliano, pero fue Carlota quien iba contando cómo iría toda la novela… Aunque déjeme decirle que yo he sufrido con mis personajes.
–¿En qué sentido?
–Los vivo, simplemente.
–¿Se imaginó la repercusión que tendría esta novela?
–Claro que no… Incluso, antes de publicarla, una editorial me pidió que le quitara páginas, pero no lo permití. Y creo que tomé una buena decisión. No se le quitó nada.
–¿Qué le parece el mercado editorial? ¿No le parece que muchos escritores hacen concesiones para ser publicados?
–El libro, ahora y antes, ha sido un objeto comercial. Tan es así, que esa editorial me pidió quitarle páginas a mi novela, porque pensaban que era muy larga. Las editoriales invierten, comercian con nuestras obras, también es importante que obtengan sus ganancias. Pero es muy distinto a sacrificar tu obra sólo para ser publicado. En mi caso, he corregido e investigado mucho antes de escribir una obra. Por eso no me arrepiento de ellas… de ninguna.
–¿Qué hace con tanta información?
–Me gusta investigar. Para mí es importante hacerlo. Pero al momento de escribir, por ejemplo, una obra de teatro o una novela, lo que se impone es la historia que contaré. Mi versión de los hechos. Con Noticias del Imperio sucedió que no me planteé escribir ni apagarme a la Historia. Por supuesto, hay hechos y personajes que existieron, pero es una novela y juegan otros lenguajes.
LOS AÑOS MOZOS
En 2007, Noticias del Imperio fue considerada la mejor novela mexicana escrita en los últimos 30 años, según una encuesta de realizada ese año por la revista Nexos. Entre los encuestados –todos escritores y críticos literarios– estuvo Gabriel García Márquez, quien en reiteradas ocasiones ha reconocido la obra de Del Paso. Su obra y él mismo, han sido y serán reconocidos.
En su larga lista como escritor galardonado, Del Paso ganó el Premio Rómulo Gallegos en 1982; al mejor Libro Extranjero en Francia, en 1985; el Xavier Villaurrutia en 1966; el Nacional de las Artes en 1991; y en 2007, el Premio FIL de Literatura. Se le recuerda como el locutor y traductor en la BBC de Londres; como el sobrino nieto de Francisco del Paso y Troncoso –hoy una avenida de la ciudad de México lleva este nombre–; fue el Cónsul General de México en París. Un Médico que cambió de rumbo y se hizo poeta, publicista… escritor.
Desde siempre lo acompañó el reconocimiento. Leyó las primeras páginas de José Trigo –su primera novela– frente a Juan José Arreola, uno de sus mentores literarios y después un gran amigo. Elena Poniatowska cuenta que conoció a Del Paso cuando el editor Arnaldo Orfila Reynal publicó José Trigo, la cual inauguró la colección literaria de la, entonces, nueva colección Siglo XXI.
A los 31 años de edad, Del Paso ya tenía el reconocimiento de escritores ya consagrados. El cuentista Edmundo Valadés quedó prendado de José Trigo, por eso declaró que el entonces joven escritor era el acontecimiento literario más importante en el país, y sostuvo que si algún mexicano merecía el Nobel de Literatura era él… Fernando del Paso.
Por su parte, Juan Rulfo, una de las referencias literarias para el autor de Linda 67. Historia de un crimen, “José Trigo es la más formidable empresa que en el territorio idiomático se haya intentado en Hispanoamérica…”, mientras que José Luis Martínez, escritor y bibliófilo opinó al respecto: “Del Paso ha elaborado una estructura formal, cuya complejidad no tiene paralelo en la literatura mexicana”.
–De usted se dice que fue un escritor precoz… Pero lo más importante, se dice que José Trigo era una novela muy ambiciosa, en el buen sentido; una novela muy joyceana.
–No fui tan precoz como se cree. Tampoco creo que fuera una novela muy ambiciosa, y no estoy seguro si fuera joyceana. Ya la traía en la mente y tardé varios años en terminarla.
Dice Fernando del Paso que José Trigo surgió a partir de una imagen. Un hombre desgarbado, caminando sobre las vías del tren en Nonoalco-Tlatelolco. En sus hombros llevaba un ataúd blanco. Detrás de él, una mujer, arrancando girasoles.
–Con esta imagen surgió la novela. Pero no fue fácil. Hice bastantes borradores, muchas correcciones. Los últimos capítulos los escribí a prisa, porque tuve el honor de ser la primera novela que habría la colección de Siglo XXI.
–¿La trabajó con Juan José Arreola, en el Centro Mexicano de Escritores (CME)?
–Sí, aunque ya la trabajaba desde antes. Cuando entré al CME ya había avanzado la historia.
–Una vez dijo que Juan José Arreola fue una luz para usted, para su escritura. ¿En qué sentido?
–Cuando yo entré al CME no sabía quién era él. Entré muy joven. Pero desde el primer momento Arreola mostró una memoria prodigiosa. Hablaba de diferentes temas, lo hacía durante horas y nadie se aburría. Era un encanto escucharlo hablar. Sabía mucho y envolvía con su oratoria.
–¿Cómo maestro, qué puede decir de él?
–Sus opiniones eran muy acertadas. Explicaba mucho, pero nunca fue grosero. Todo lo contrario. Siempre tenía las palabras correctas. Ya después fuimos amigos.
–¿También se hizo amigo de Rulfo?
–Sí, también lo fui. Y admiro mucho su obra.
Palinuro de México, en cambio, se convirtió en una novela casi autobiográfica. Si en José Trigo el ambiente ferrocarrilero, enmarcado en una evocación total de México, con una estructura piramidal, donde tiempo, espacio y estructura edifican la primera gran obra del escritor… en Palinuro, Del Paso aparece como el protagonista de una historia que se columpia entre la ficción y la realidad. Contextualizada en un México más contemporáneo, político, en los años 60. Una novela llena de imaginación y metáforas, junto a hechos tan marcados como el Movimiento Estudiantil de 1968.
–Pareciera que usted ha escrito todo.
–Quisiera escribir más. Quisiera más tiempo para hacerlo.
–¿Palinuro es usted?
–En parte sí. Es una novela con muchos tintes autobiográficos. Pero entra la maravilla de la ficción, que está muy a la par de los hechos reales.
–Se menciona que escribiría una novela u obra de teatro sobre la Guerra Cristera, ¿qué pasó con ese proyecto?
–Lo intenté hace muchos años, pero no fue posible. Hoy sólo pienso en terminar mis ensayos sobre el Islam y el judaísmo.
–¿Cómo recibe los elogios, los reconocimientos, incluso el que puedan considerarlo el mejor novelista vivo en México?
–Me halagan mucho. Pero prefiero concentrarme en escribir. En presente: escribir y seguir escribiendo.
EL MÉXICO ACTUAL
Para Fernando del Paso la historia y la ficción son dos formas entender el entorno que lo rodea. Las escribe, las interpreta, lo vive. Asegura que los hechos actuales en México le interesan mucho. Lee periódicos, revistas. No olvida su faceta como periodista, como locutor. Entiende la información, la analiza con lupa.
México es un tema aparte. Sus opiniones no son, en absoluto, optimistas. “Leo los periódicos. Estoy informado sobre lo que pasa en el país”, afirma. Desde Guadalajara, ciudad donde vive desde hace casi 15 años, los ojos de Fernando del Paso miran con cierto dramatismo lo que pasa en todo el país. A punto de terminar la conversación, sale a relucir la política mexicana. El escritor se detiene, escucha con atención.
–La Historia, en general, es otra de sus pasiones. ¿Cómo entender la realidad de México, su presente, si no revisamos su Historia?
–Lo que sucede en México es lamentable. La crisis social y política. ¿Cómo entenderla? Como algo que se agrava, se vuelve más crítico.
–¿Qué noticias hay sobre este Imperio?
–¿Cuál Imperio? –Pregunta un tanto incrédulo.
–El Imperio de la corrupción, del desgaste social, la política, los fraudes, la justicia.
–Es lamentable. Hoy la crisis es más fuerte. Necesitamos replantearnos varias cosas.
–Muchos personajes de la política mexicana, bien podrían aparecer en una buena novela, ¿no lo cree?
-Así es. Muchos deliran tanto o más que la emperatriz Carlota. No dudo que, en algún tiempo, sean dignos de aparecer en una novela. La política mexicana, la actual, vive en la locura.
–¿Qué le parece México, el país entero, una realidad o una ficción?
Tarda unos segundos, medita. Aunque su respuesta es tajante:
–México es una realidad… pero una realidad lamentable –finaliza.