Las bolsas de plástico están inundando mares y océanos al grado de contaminar y afectar en exceso a la naturaleza del planeta.
Por Alicia Ruiz Fernández
Ciudad de México, 11 febrero (TicBeat/SinEmbargo).- Las bolsas de plástico son extremadamente contaminantes para la naturaleza, y cada vez inundan más los océanos y entornos naturales con desechos. Pero, ¿acaso las bolsas de papel contaminan menos?
Para saber cuál contamina menos, es importante conocer cuánta energía se utiliza para hacer la bolsa durante su fabricación, cuántas veces se puede reutilizar, si es fácil de reciclar, y lo rápido que se descompone una vez que se tira a la basura.
La Asamblea de Irlanda del Norte en 2011 en un documento de investigación afirmó que “se necesita cuatro veces más energía para fabricar una bolsa de papel que para una bolsa de plástico“.
En este informe se explicaba que el papel requiere que los bosques sean talados, mientras que las bolsas de plástico se producen a partir de los productos de desecho de la refinación de petróleo.
Además, durante el proceso de su fabricación las bolsas de papel también producen mayor concentración de productos químicos tóxicos en comparación con la fabricación de bolsas de plástico de un solo uso.
Las bolsas de papel pesan más que el plástico, con lo cual su transporte requiere más energía y produce mayor huella de carbono, según afirma el estudio.
Para causar un menor impacto de contaminación, el estudio afirma que las bolsas de papel deben utilizarse al menos tres veces, mientras que las de plástico al menos cuatro veces.
Las bolsas hechas de algodón necesitan un mayor uso, 131 veces en concreto, debido a la alta cantidad de energía que se utiliza para producirlas y fertilizar el hilo de algodón.
Pero las bolsas de plástico suelen romperse antes de haber sido utilizadas el número de veces necesarias para compensar su huella en el medio ambiente durante su fabricación, por tanto es poco probable que una bolsa de papel se utilice ese número de veces.
Así, las bolsas de algodón son las más duraderas y, por tanto las más recomendables. A pesar de que el papel se descompone más rápidamente que el plástico, y es más reciclable ya que una bolsa de plástico puede tardar entre 400 y mil años en descomponerse, las conclusiones del estudio favorecen a las bolsas de plástico.
Las bolsas de papel son menos duraderas que las de plástico, así que finalmente si las personas que compran tienen que sustituir esas bolsas con mayor asiduidad, se produce un mayor impacto ambiental negativo.
La profesora de gestión sostenible de residuos en la Universidad de Northampton (Reino Unido) Margaret Bates dice que lo más importante, sin importar tanto el material del que están hechas, es que se reutilicen tanto como se pueda, para reducir así el impacto ambiental y la contaminación al mínimo.
Por tanto ante la duda de usar bolsas de plástico o bolsas de papel depende más de las veces que se puedan reutilizar, que del material en sí, ya que ambas contaminan enormemente.
