Luca Guadagnino, reconocido por dirigir Call Me by Your Name, retoma esta historia de la película de 1977 del director italiano Dario Argento y realiza lo que él llamó “un homenaje”. Destacan las escenas de baile con coreografías creadas por Damien Jalet que atrapan al espectador con sus movimientos marcados y estilizados; su significado va más allá y de inmediato se comprende el ritual implícito en la danza.
Ciudad de México, 11 de enero (SinEmbargo).- Este viernes llega a las salas de cine la cinta Suspiria dirigida por Luca Guadagnino y protagonizada por Dakota Johnson, Tilda Swinton y Mia Goth para sorprender gratamente en una nueva versión de la película original de 1977.
¿De qué trata esta película? Una bailarina llamada Susie Bannion (interpretada por Dakota Johnson) llega hasta Berlín para audicionar en la escuela Helena Markos Dance Company; su talento es tal que sorprende a Madam Blanc (Tilda Swinton), consigue un lugar y se convierte en la protagonista de la presentación; conforme pasa el tiempo Susie y Madam Blanc establecen un extraño lazo. Mientras tanto un psicoterapeuta comienza a investigar a la academia por las acusaciones de brujería hechas por Patricia Hingle (Chloë Grace Moretz), una bailarina que desaparece tras asistir a terapia, e intenta descubrir los oscuros secretos de esta escuela.
Esta cinta se basa en la película de 1977 del director italiano Dario Argento que forma parte de una trilogía llamada “Las tres madres” integrada también por Inferno (1980) y The Mother of Tears (2007). La película de Argento cosechó buenas críticas y dejó huella debido a su imagen con los colores vibrantes usados y la banda sonora a tal grado que se ha convertido para muchos en una película de culto. Esto puede jugar en contra para las personas que de inmediato rechazan los remakes pero esta es una nueva versión de Suspiria que merece una oportunidad.
Luca Guadagnino, reconocido por dirigir Call Me by Your Name, retoma esta historia y realiza lo que él llamó “un homenaje” para lo que David Kajganich reescribió el guión. El relato está contado en siete capítulos y un epílogo, se agregó una subtrama política con la guerra fría en Berlín y los colores usados en la fotografía, a diferencia de la versión de los años 70, crean una atmósfera fría.
Destacan las escenas de baile con coreografías creadas por Damien Jalet que atrapan al espectador con sus movimientos marcados y estilizados; su significado va más allá y se de inmediato se comprende el ritual implícito en la suma de los pasos a los que dan vida las bailarinas. Existe una escena protagonizada por Dakota Johnson y Elena Fokino en la que a través de la danza y la brujería los huesos y la carne de una de estas bailarinas se destrozan hasta llegar a la agonía; para esta escena Guadagnino usó la mínima cantidad de efectos por lo que las actrices realizaron un gran esfuerzo para realizar las contorsiones apoyadas de maquillaje prostético.
Los espejos están muy presentes en la cinta y hacen pensar en la dualidad de los personajes bien logrados sobre todo por Tilda Swinton que además de interpretar a Madame Blanc da vida al Dr. Jozef Klemperer, un personaje masculino relevante en este relato protagonizado por mujeres.
Otro agradable detalle de esta producción es la música que enmarca la historia de Susie Bannion en el aquelarre y de la cual Tom Yorke estuvo a cargo. El cantante de Radiohead usa melodías de piano, violines distorsionados y sintetizadores en esta genial banda sonora que podría llevar a Yorke a los premios Óscar.
Las opiniones respecto a este trabajo serán polarizadas y habrá quien la encuentre lenta de ritmo pero Suspira es una cinta que atrae y hechiza con sus imágenes de belleza y horror. Si bien Guadagnino emprendió una tarea difícil al retomar este filme ofrece una nueva versión de 2 horas y media de duración a la que vale la pena darle una oportunidad.
