Ciudad de México, 11 ene (dpa) – El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, Sergio Arroyo, rechazó haber recibido sobornos de la cadena minorista Wal-Mart para la construcción de un supermercado cerca de un sitio arqueológico.
“En el INAH no hay ningún indicio de corrupción”, dijo Arroyo al diario “La Jornada”, uno de los medios que lo entrevistó hoy después de que dos congresistas estadounidenses señalaran que hay documentos que prueban que Wal-Mart conocía acusaciones de soborno desde 2005.
El jueves, en una carta dirigida al máximo ejecutivo de Wal-Mart, Michael Duke, los congresitas Elijah Cummings y Henry Waxman señalaron que un correo electrónico interno de Wal-Mart de 2005 menciona pagos al director del INAH y funcionarios mexicanos para la apertura de tiendas.
INVOLUCRAN A GRACO RAMÍREZ: El Gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu, es señalado como uno de los beneficiarios de supuestos sobornos entregados por Walmart México para lograr la apertura de un almacén cercano a la zona arqueológica de Teotihuacán, en el Estado de México, así como otras tiendas en la Ciudad de México. Documentos en poder del Congreso de Estados Unidos, que fueron hechos públicos esta mañana revelan también que el actual director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) habría recibido pagos por parte de la cadena. Los congresistas norteamericanos que investigan el caso Walmart tuvieron acceso a correos internos de la compañía. IR A LA NOTA
En particular se refieren a un supermercado que fue construido en las inmediaciones del sitio arqueológico de Teotihuacán, que despertó fuertes polémicas.
Arroyo, que dirigía el INAH ese año y está nuevamente en el cargo, aseguró que no recibió “absolutamente nada”.
El INAH es el encargado de revisar si una construcción pone en riesgo el patrimonio arqueológico, pero además hacen falta permisos otorgados por otras instancias, que, según indicó, Wal-Mart ya había obtenido antes.
“Se trata, todo esto, de una terrible guerra comercial en la que han puesto al INAH en medio”, expresó el funcionario. “Se trata de un asunto ligado a un conflicto interno de esa empresa”.
Según el correo electrónico citado por los congresistas en su carta, el INAH “exigió una donación oficial de 500.000 pesos (unos 40.000 dólares) y también un regalo personal irregular de 400.000 pesos para el director del INAH”.
Arroyo aseveró que los señalamientos “no contienen ningún elemento probaborio” y dijo que desde 2004, en medio de la polémica por la construcción en Teotihuacán, se encargó de aclarar todas las dudas ante todas las instancias mexicanas necesarias, entre ellas la fiscalía general.
“Demostramos que ningún funcionario (del INAH) incurrió en elementos de corrupción, y seguimos en esa postura. Estamos abiertos a mostrar todos los documentos cuando sea necesario”.
Arroyo dijo, no obstante, que Wal-Mart había ofrecido recursos para arreglar un monumento histórico de la zona llamado Puente del Eemperador, pero se rechazó el donativo. “Di instrucciones de que nadie aceptara ni unas tijeras de esa empresa”, afirmó.