La candidata Hillary Clinton amplió su ventaja sobre Donald Trump, tras el debate realizado ayer por la noche, según tres encuestas publicadas hoy. Wall Street Journal/NBC News reveló que Clinton ya aventaja a Trump por 11 puntos. Ramus Reports la coloca siete puntos arriba, mientras que CNN le da un 57 por ciento frente al 34 de Trump. Este mismo día, el funcionario republicano más poderoso de EU dijo a su partido que su mayor interés ahora es impedir que Hillary como Presidenta no tenga un cheque en blanco con un Congreso de mayoría demócrata, con lo cual insinuó su opinión de que Donald no puede ganar la elección.
Ciudad de México, 10 de octubre (SinEmbargo).– Luego del debate entre los candidatos Donald Trump y Hillary Clinton, las últimas tres encuestas publicadas amplían la ventaja de la demócrata sobre su rival republicano, a quien la difusión de una grabación en la que se jacta de que su fama le permitió acercarse más a las mujeres le ha costado votantes y una amplia condena de su propio partido.
Sólo una de Los Ángeles Times le sigue dando ventaja.
La encuesta Wall Street Journal/NBC News reveló que Clinton ya aventaja a Trump por 11 puntos entre los posibles votantes, frente a los 6 puntos porcentuales que los separaban en septiembre.
Clinton obtuvo el apoyo del 46 por ciento de los posibles votantes y Trump el 35 por ciento en la nueva encuesta.
El sondeo mostró signos de que las mujeres que se alejan de Trump, mientras que la ventaja de Clinton entre ellas aumentó 21 puntos porcentuales, de 12 puntos en la encuesta de septiembre.
Trump retuvo una pequeña ventaja de un solo punto entre los hombres.
La encuesta fue recabada el sábado y el domingo, después de hacerse publica una grabación en la que Trump realizaba comentarios comprometedores.
Ramus Reports coloca a Clinton siete puntos arriba de Trump, con 45 por ciento frente al 38 por ciento de su rival republicano.
Otra encuesta, la de la cadena CNN consideró que la demócrata Hillary Clinton ganó el debate presidencial, aunque admitieron que el republicano Donald Trump había mejorado con respecto al debate anterior.
De los 537 encuestados, una muestra “ligeramente sesgada” del lado demócrata, según reconoció la propia CNN, el 57 por ciento respondió que Clinton ganó el debate, mientras que el 34 por ciento dijo que Trump.
El 63 por ciento de los encuestados opinaron, no obstante, que el magnate mostró una mejor cara hoy que en el primer asalto, hace dos semanas.
El 15 por ciento respondió que el desempeño de Trump fue similar y un 21 por ciento que estuvo peor. En el caso de Clinton, el 39 por ciento dijo que mejoró, el 34 por ciento que estuvo igual y el 26 por ciento que empeoró.
El magnate neoyorquino, pese a perder por más de 20 puntos, mejoró los números del primer debate, en el que tan solo un 27 por ciento respondió que ganó Trump, mientras que un 62 por ciento optó por Clinton.
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Este mismo día, el funcionario republicano más poderoso del país dijo a su partido que su mayor interés ahora es impedir que Hillary Clinton como Presidenta no tenga un cheque en blanco con un Congreso de mayoría demócrata, con lo cual insinuó su opinión de que Donald Trump no puede ganar la elección.
La oficina del presidente de la cámara dijo inmediatamente que Paul Ryan no estaba concediendo el resultado de la elección presidencial. Pero los legisladores partidarios de Trump sí tuvieron esa impresión, dijeron que Trump puede ganar y no se le debe abandonar.
En conferencia telefónica con el bloque republicano, Ryan dijo que no defenderá a Trump ni aparecerá junto a él durante el resto de la campaña. Según varios participantes de la conferencia, Ryan les dijo que “cada uno de ustedes debe hacer lo que más le convenga en su distrito”.
Este giro notable se produjo mientras Trump se esforzaba por salvar su campaña luego de la difusión de un video de 2005 en el cual se jacta que su fama le permite “hacer lo que quiera” a las mujeres. Varios republicanos influyentes le han retirado el apoyo o le han pedido que se retire de la contienda.
El mensaje de Ryan parece indicar que no cree en la capacidad de Trump para dar un giro a la campaña faltando cuatro semanas para las elecciones. Sin retirarle su apoyo, Ryan dijo que basaba su decisión en lo que le parecía más conveniente para el partido, dijeron las fuentes.
Los legisladores hablaron bajo la condición de anonimato por no estar autorizados a que se los identifique.
Ryan dijo que “gastará toda su energía en asegurarse de que Hillary Clinton no obtenga un cheque en blanco con un Congreso controlado por los demócratas”, dijo uno de los informantes. Ryan añadió que estaba “dispuesto a soportar la presión política para ayudar a proteger nuestra mayoría”.
Muchos dirigentes republicanos consideran que el video de 2005 no solo pone en peligro la candidatura de Trump sino también la de los republicanos que intentan conservar la mayoría en el Senado. Y amplia mayoría en la cámara baja también estaría en peligro.
Preguntado el domingo sobre sus declaraciones obscenas, Trump acusó al ex presidente Bill Clinton, esposo de la actual candidata demócrata, de haber sido “abusivo con las mujeres” y a Hillary Clinton de atacar a esas mujeres de manera “perversa”. Dijo que la candidata demócrata tenía “odio tremendo en su corazón”.
Clinton intentó en ocasiones elevar el nivel de la discusión, pasó por alto las acusaciones de Trump y dijo que buscaba soslayar sus propias dificultades políticas. “Cualquier cosa con tal de no hablar sobre su campaña y cómo está explotando”.
Al comenzar el debate el domingo por la noche, Trump estaba bajo una gran presión del Partido Republicano y de su propio compañero de fórmula Mike Pence. Muchos republicanos le retiraron públicamente su apoyo tras la difusión de un video en el que se jacta de que gracias a su fama puede “hacer cualquier cosa” a las mujeres.
A los votantes espantados por las palabras de Trump, el empresario hizo poco por disipar sus temores. Negó que hubiera besado y toqueteado mujeres sin su consentimiento, y dijo que se trataba solo de “cháchara de vestuario”.
Clinton tuiteó el lunes: “Si Trump defiende lo que dijo sobre las mujeres porque era ‘cháchara de vestuario’, evidentemente no lo lamenta”.
Pero los seguidores acérrimos de Trump sin duda tomarán aliento de su enérgico ataque a Clinton. La llamó “demonio” y dijo que si él fuera presidente la enviaría “a la cárcel” debido a lo que sucedió con sus correos electrónicos cuando era secretaria de Estado, una amenaza que recibió numerosas críticas.
“Fue una pulla”, dijo Kellyanne Conway, su directora de campaña, en el programa “Morning Joe” del canal MSNBC. Tampoco confirmó el plan anunciado por Trump durante el debate de designar un fiscal especial para investigar a Clinton si gana. Trump “canaliza la frustración de los votantes”, dijo.