Ciudad de México, 9 de junio (SinEmbargo).– Diversas organizaciones sociales de América Latina, que pugnan por el derecho a la salud alimentaria, urgieron a los gobiernos de los países de la región a realizar una Convención Sobre Alimentos Saludables, para proteger y promocionar la buena alimentación e impedir que los intereses económicos de grandes corporativos estén por encima de la salud de las personas.
La epidemia de obesidad en América Latina afecta a más del 50 por ciento de los adultos en la región y ha sido provocada, en gran medida, por el alto consumo de bebidas y alimentos ultraprocesados, que contienen grandes cantidades de azúcar, grasas y sal.
Las más de 20 organizaciones, agrupadas en Consumers International, han señalado en reiteradas ocasiones que una medida que desincentivaría el alto consumo de estos productos sería la implementación de un etiquetado nutricional claro, de fácil entendimiento para el consumidor y que esté ubicado en lugares visibles, además de una regulación en la publicidad de estos productos que van dirigidos a la población infantil.
“La Oficina para América Latina y el Caribe de Consumers International hace un fuerte llamado a deponer intereses económicos en defensa de la salud pública y a actuar de manera responsable frente al mayor problema de salud pública que enfrenta la región.
Consumers International está en campaña en favor de una Convención sobre Alimentos Saludables, similar al Convenio Marco sobre el Tabaco, para proteger y promocionar los alimentos saludables”, se puede leer en un comunicado de prensa.
La implementación del etiquetado que contenga las características que piden las organizaciones, ha provocado disputas internacionales entre países y empresas que, señalan, traería consigo grandes pérdidas económicas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha señalado que los números de obesidad infantil se han convertido en uno de los problemas más graves para América Latina: Argentina, Chile y México tienen los índices más altos. De esta epidemia se derivan otros problemas para la salud, como los padecimientos de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, padecimientos que son más graves si se presentan durante los primeros años de vida.
“No obstante, esta iniciativa está experimentando una ofensiva sin precedentes de la industria alimentaria nacional y transnacional para frenar medidas que beneficiarían la salud de toda la población […]Llama la atención, en este contexto, que la industria alimentaria nacional y multinacional insistan en ignorar una situación ampliamente documentada por prestigiosas organizaciones a nivel global”, agrega Consumer International.
Perú y Chile son los países que han logrado avanzar esta política; sin embargo, han sido frenados por sus respectivos congresos. En Pel primero, por ejemplo, desde 2013 se aprobó el Reglamento de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes, que intenta frenar el consumo de comida chatarra, pero ahora las autoridades han señalado que se requiere de un segundo reglamento para que el primero entre en vigor.
México tiene más de 60 millones de personas, más de a mitad de su población, con sobrepeso y la atención de los padecimientos generan gastos anuales por 85 mil millones de pesos. Aunque se han logrado algunos avances en ofrecer alimentos saludables en las escuelas, “la industria logró imponerse para que el etiquetado de sus productos y la regulación de la publicidad que dirigen a niños y niñas fuera elaborada bajo sus criterios y no afectara sus ventas”, dijo al respecto El Poder del Consumidor (EPC), organización mexicana que forma parte del Consumers International.
La Secretaría de Economía, a través de la Subsecretaría de Comercio Exterior, presentó argumentos contra el etiquetado frontal para los productos más dañinos, como refrescos y panecillos altamente procesados y endulzados. Esta defensa de las autoridades mexicanas no ha sido informada a los ciudadanos y, hasta donde se sabe, tampoco al Congreso de México, señalan documentos en poder de SinEmbargo y que fueron publicados el pasado febrero.
El Poder del Consumidor ha señalado que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha tomado en cuenta la opinión de las grandes industrias para la elaboración del etiquetado empleado en México, que es confuso y no es de fácil compresión para los consumidores. El caso de Brasil es similar: la industria de alimentos y bebidas, a través de subterfugios legales, ha impedido que se establezcan regulaciones ya aprobadas sobre la publicidad de este tipo de productos. Tan sólo en 2010 la industria de alimentos ultraprocesados, presentó más de 10 demandas contra la regulación de la publicidad.
