Londres, 10 Jun (Notimex).- Presuntos miembros de la insurgencia del Talibán decapitaron a dos menores afganos de 10 y 16 años en la provincia de Kandahar, sur de Afganistán, acusados de ser espías de la policía y las fuerzas de seguridad afganas.
Según los informes los niños fueron capturados la víspera por presuntos insurgentes talibán, cuando buscaban comida en un depósito de basura de una base del Ejército afgano en el distrito de Zhari, en Kandahar, reportó de la cadena británica BBC, que citó fuentes del provincial.
De acuerdo con el reporte, el gobierno de Kandahar emitió un comunicado en el que aseguró que el niño y adolescente han sido decapitados por los insurgentes, que les acusaron de espiar.
"Tras su captura los chicos fueron decapitados", destacó el comunicado, tras expresar su condena por este atroz crimen, que calificó como un acto inhumano y contrario al Islam y cuya responsabilidad atribuyó de manera directa al derrocado régimen fundamentalista.
"Los chicos fueron secuestrados el domingo, pero sus cuerpos fueron recuperados sólo hasta la mañana de este lunes en el distrito de Zhari de Kandahar, destacó la declaración oficial de la sureña provincia afgana, bastión de la insurgencia afgana.
Pese a las acusaciones directas en su contra, el Talibán rechazó de manera tajante ser responsable de la muerte de los menores, que afirmó va en contra de sus principios y atenta a los ideales de la religión islámica.
En declaraciones al servicio de la BBC en pashtún, el portavoz del Movimiento Talibán, Qari Yousef Ahmadi, insistió que el grupo "no ha decapitado a ninguna persona, y mucho menos a un menor de edad.
"El Emirato Islámico, (nombre oficial del Talibán cuando gobernó Afganistán) ha prohibido la decapitación de personas, subrayó el portavoz del grupo, que efectuar esta práctica cuando sospechan de un supuesto espía que puede estar colaborando con la Policía.
Los menores supuestamente decapitados, cuya identidad no ha sido revelada, habrían sido muy pobres y solían buscar desperdicios de comida o alimentos caducos en los basureros de las bases de la policía para llevar comida a sus familias.
El año pasado, el Talibán fue acusado también de la decapitación de un niño de 12 años y una niña de siete, en el sur y el este de Afganistán, aunque cómo ahora el grupo negó responsabilidad en ambos casos.