Hay palabras o frases que se vuelven comunes en cierto tiempo y que incluso llegan a definir a algunas generaciones. Sin embargo, su uso frecuente o desmesurado, puede hacerlas insoportables.
Por ejemplo: En los setenta las frases populares fueron “chido” y “buena onda”. En los ochenta: “¡Está padrísimo! o ¡está padre!”, en los noventa, “OK”.
Para el mileno, tal vez la palabra “metrosexual” podría ser la más molesta por mucho.
Evidentemente la lista es amplia, así que es muy probable que tú puedas ayudarnos a incluir más frases molestas.