Dorian Wood o cómo hacerse fanático de un músico nuevo

09/12/2017 - 12:00 am

Seguro que en esta larga cadena de redes sociales, van a aparecer muchos lectores diciéndome como me dijeron acerca de la columna pasada: “tardaste tanto en hablar de José Luis Peixoto”.

Pero un poco es la edad y otro poco es la edad, voy más lenta que el vértigo trascendente por medio del cual los millennials van de una punta a la otra y en el medio algo de lo que asirse para no caerse de bruces en el piso.

No todo tiene que ver con los años, sino con que vivir trae eso, algo que nos sorprenda nos lleva a otra cosa y ya no nos sorprende tanto. Que tenemos menos años de vida y queremos oír, leer, todo aquello que tenemos pendiente. Pero aquí quiero presentar (olvídense los que ya lo tienen presentado) a Dorian Wood, un estadounidense con raíces nicaragüenses y costarricenses, radicado en Los Ángeles, un niño prodigio donde el piano y la voz conducen a una emoción única y envolvente.

Digamos que los buenos artistas vienen de Los Ángeles, en tiempos donde la emigración viene siendo un tema de discusión y persecución en el país de Trump, donde además de tener a los famosos de Nueva York que lo detestan, también tiene a estos pimpollos de nueva raza: latina y sajona, para decir lo mucho que hay para decir.

Lo han comparado con Scott Walker y Nina Simone, Dorian comenzó su educación musical a una edad muy temprana, continuando sus estudios en el Conservatorio de Castella en Costa Rica y finalmente haciendo su camino de regreso a Los Ángeles.

Se parece un poco a Antony and the Johnsons, pero difiere de este de la melancolía, porque Marion Wood se atreve a todo, incluso a ser feliz.

Es gordo y ha salido en un video totalmente desnudo: usa su cuerpo y su sensibilidad para decir cosas como “A la mierda con los que no nos aceptan”. Habla español en forma deliciosa y su álbum debut Bolka recibió una gran aclamación de la crítica por su fusión impecable de folk, soul, música coral búlgara y música experimental.

Su siguiente EP, Black Pig Suite, contó con miembros de la orquesta experimental de L.A. Killsonic, de la cual Dorian fue miembro principal durante tres años y en 2010

recibió el elogio de la crítica por su interpretación y dirección de arte en la ópera de Killsonic, Tongues Bloody Tongues.

A partir de allí discos y obras fueron el carácter de este artista único, hasta llegar a su reciente Xalá, cuyo tema “Corpulenxia” respeta la lengua materna y fue presentado en mayo de este año.

“Los conservatorios y bares gay en Los Ángeles fueron los lugares donde Dorian Wood comenzó a desarrollar su particular forma de ver la música … y esto, combinado con los dones de la naturaleza (una voz poderosa y una capacidad innata para ofrecer actuaciones intensas), lo han convertido en un artista que es tanto trascendental como inclasificable”, ha dicho la Rolling Stone de España. ¡Escúchenlo!

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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