¿Hasta cuándo haremos el reclamo formal?

09/12/2011 - 12:03 am

Una vez más, la información nos llega a partir de un reportaje del New York Times.  De acuerdo con un reportaje publicado esta semana, el gobierno de Barack Obama no sólo ha implantado estrategias para infiltrar armas, como el operativo “Rápido y Furioso”, sino también de agentes de la agencia federal antidrogas de Estados Unidos (la DEA) que lavan dinero de cárteles mexicanos con el fin de identificar a miembros de la delincuencia organizada.

The New York Times reveló que la DEA ayuda a los narcotraficantes a introducir a México cantidades desconocidas de millones de dólares. “Agentes antinarcóticos estadounidenses encubiertos han lavado o traficado millones de dólares procedentes de la venta de drogas, como parte del creciente papel de Washington en la lucha contra los cárteles en México”, supuestamente, bajo el argumento de detectar e identificar las estrategias que usan los narcotraficantes para lavar dinero, asegura el reportaje firmado por Ginger Thompson, cuya base son declaraciones de agentes y ex agentes de la DEA que permanecen en el anonimato.

Además, el reportaje resalta que los agentes de la DEA “han manejado cargamentos de miles de dólares para su cruce fronterizo” e incluso depositan el dinero en las cuentas que les designan los mismos narcotraficantes o en otras creadas por las autoridades del gobierno de Obama.

A pesar de que esto revela un cada vez mayor cinismo de las autoridades de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, la Procuraduría General de México (PGR) informó que existe cooperación con las autoridades de Estados Unidos contra el lavado de dinero. De acuerdo con la PGR, se trata de un intenso intercambio de información e investigación conjunta para detectar y desarticular a las redes criminales.

Pareciera ya todo un “deja vu” pues este fue el mismo argumento que en su momento utilizaron autoridades mexicanas cuando, también por declaraciones de la prensa estadounidense nos enteramos del operativo “Rápido y Furioso”. Aquel caso en el cual las autoridades estadounidenses dejaron pasar más de 2 mil armas a México para seguir el rastro de los compradores.  ¿Resultado final? Ni encontraron todas las armas, ni localizaron a los capos. Sin embargo, sí podrían haber armado, en opinión de varios de los testigos sobre el tema, a varios cárteles, entre ellos el del “Chapo” Guzmán.

La embajada estadounidense, por su parte, hizo declaraciones también similares a cuando se les cuestionaba sobre el tema del operativo “Rápido y Furioso” y a la vez, como siempre que se revela un escándalo en el que aparecen involucrados, toman alguna medida de socios en esta guerra. Como la petición hecha por Eric Holder, procurador de Estados Unidos, sobre nuevas leyes para frenar el tráfico de armas a México y dejar de usar políticamente “Rápido y Furioso”.

De acuerdo con un comunicado de la embajada, el personal de la DEA trabaja con los funcionarios del gobierno mexicano, quienes por supuesto tienen responsabilidad exclusiva, que respetamos, para ejecutar las operaciones de procuración de justicia en su propio país.

La respuesta por parte de México hacia la administración de Barack Obama no se ha dado. Esta semana, la Cámara de Diputados demandó a la Cancillería mexicana expresar al gobierno estadounidense el rechazo de los legisladores a las operaciones de sus agentes en territorio nacional.

A estas alturas, pasar armas para hacer rastreos y lavar dinero para detectar criminales no han sido las mejores estrategias. Los errores han sido muchos y el esfuerzo parece unilateral. No queremos pensar que en el tema de la politización de la lucha contra el narcotráfico de Estados Unidos sea como lo declarara el congresista del partido republicano Darell Issa, quien pidió una investigación sobre el informe y criticó a su gobierno de haberse convertido en “cómplice” del narcotráfico en México.

Son varios los operativos y más los errores en el lado estadounidense, pero son cada día más los muertos y la vulnerabilidad del lado mexicano. ¿Hasta cuándo es que haremos un reclamo formal que nos permita completar toda una estrategia integral de lucha contra el narcotráfico?  ¿Tendremos que esperar a llegar a tener 100 mil muertos, 500 mil muertos?  ¿Cuántos más sin que nos enojen los errores del socio del norte? Es tiempo de formalizar un reclamo. No basta con quejarnos de su consumo o de la venta de armas, sino de operativos que han demostrado no solo ser equivocados, sino contraproducentes en la estrategia de lucha contra el narcotráfico.

Hilda García
Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas