Donald Trump consiguió una victoria decisiva en una nación que se encuentra profundamente dividida. Pese a los señalamientos y acusaciones en su contra, además su intención de cambiar el modelo convencional y tomar medidas radicales, incluso, si ofenden sensibilidades o violan viejos estándares, millones de ciudadanos ratificaron su regreso a la Presidencia.
Ciudad de México, 9 de noviembre (SinEmbargo).– Donald Trump ha sido descrito por sus antiguos colaboradores como un hombre impulsivo, imprudente, misógino, al que le cuesta trabajo comprender algunas cuestiones, una personalidad que en campaña volcó hacia un discurso incendiario alimentado por amenazas hacia socios comerciales y mediante noticias falsas que desde tiempo atrás ha demostrado que pronuncia sin más.
A eso se suma haber sido declarado culpable de 34 delitos graves por falsificación de documentos, en un intento por silenciar a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels.También carga a cuestas dos casos federales sobre conspiración contra los resultados electorales del 2020 y de acumular documentos ilegalmente en su propiedad de Mar-a-Lago, en Florida.
Sin embargo, nada de esto importó en realidad para millones de votantes que le dieron su confianza en un triunfo arrollador sobre la Vicepresidenta Kamala Harris, que se ha visto traducido además en una mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado.
El comportamiento inusual de Trump ha sido documentado y revelado a detalle en diversas publicaciones realizadas por exmiembros de su Gabinete y personas allegadas al también empresario.
EL IRACUNDO TRUMP
El periodista Bob Woodward, quien junto a Carl Bernstein destapó el escándalo de Watergate en 1974 que obligó al Presidente Richard Nixon a renunciar a su cargo, reveló en su libro Miedo: Trump en la Casa Blanca, algunos detalles oscuros del expresidente los cuales obtuvo después de cientos de horas de entrevistas con miembros de su administración.
En diversos episodios Woodward detalla que tanto Gary Cohn, quien fue asesor económico de Trump hasta marzo de 2018, y Rob Porter, Secretario de Gabinete de la Casa Blanca hasta febrero de 2018, retiraban documentos del escritorio de Trump para evitar que este los firmara.
Según el libro, ambos escondieron papeles que hubieran permitido al Presidente retirar al país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de un acuerdo comercial con Corea del Sur.
“Cohn y Porter trabajaron codo con codo para acabar con lo que ellos consideraban que eran las órdenes más impulsivas y peligrosas de Trump. Ese documento y otros por el estilo simplemente desaparecieron. Cuando a Trump le llegaba un documento para revisarlo, Cohn a veces lo tiraba y el presidente se olvidaba de él. Pero si estaba encima de su escritorio, lo firmaba”, señala el autor.
Woodward también da cuenta del temperamento de Trump, que comúnmente lo lleva a ser un hombre impulsivo. Para muestra relata como en 2017, tres meses después de haber asumido el cargo, llamó a su Secretario de Defensa James Mattis al Pentágono luego de enterarse de un ataque con armas químicas en Siria ordenado por el dictador Bachar el Assad sobre su propio pueblo.
—¡Matémoslo!. Entremos. Matémoslos a todos —exclamó el Presidente.
—Sí —dijo Mattis, pero al colgar el teléfono indicó que no seguiría las órdenes de Trump.
—No vamos a hacer nada de eso. Vamos a ser mucho más comedidos.
El autor relata que Mattis también habría expresado su hartazgo a sus asistentes, a quienes les contaba que el Presidente Trump actuaba y tenía el mimos nivel de comprensión de un niño de quinto o sexto año de primaria.
Uno de los momentos más polémicos que relata el libro se centra en las duras críticas de Trump hacia Jeff Sessions, Fiscal General de Estados Unidos entre 2017 y 2018.
El miércoles 19 de julio de 2017, Trump concedió una entrevista a The New York Times, en la que lanzó un ataque contra Jeff Sessions. Afirmó que, si hubiera sabido que el Fiscal iba a rehusar supervisar la investigación de Rusia, jamás le habría escogido.
De acuerdo con testimonios recabados por Woodward, Trump sometió a Sessions a un ataque directo en el Despacho Oval llamándolo “idiota”.
El presidente incluso se habría burlado de su acento sureño.
“Ese tipo es retrasado. Otro sureño con menos cerebro que la suela de un zapato”.
Trump habría hecho una pequeña imitación del acento sureño, emulando a Sessions cuando se confundió en sus audiencias de ratificación, negando que hubiera hablado con el embajador de Rusia.
—¿En qué momento me convencieron de escogerle para este puesto? —le preguntó Trump a Rob Porter.
Por su parte, Mark Esper, exsecretario de Defensa durante el Gobierno de Trump, relata en su libro A Sacude Oath cómo en 2020, el Presidente estadounidense le preguntó sobre la posibilidad de lanzar misiles a México para “destruir los laboratorios de drogas” y de esta manera acabar con los cárteles.
“No tienen control de su propio país”, relata Esper que dijo Trump.
Esper señala que el entonces Presidente propuso realizar el ataque a territorio mexicano y mantenerlo en secreto pero rechazó la idea, en respuesta, Trump dijo que “simplemente podríamos disparar unos misiles Patriot y eliminar los laboratorios, con discreción” y agregó que “nadie sabrá que fuimos nosotros”. Trump mencionó que tan solo iba a decir que Estados Unidos no había realizado el ataque. El autor menciona que habría pensado que era una broma si no hubiera estado frente al Presidente.
El exfuncionario también habla de la preocupación que tenía de que el Presidente pudiera hacer mal uso del Ejército el día de las elecciones al ordenarle a los militares que incautaran las urnas. Esper pidió a sus subordinados estar alertas ante cualquier llamada inusual proveniente de la Casa Blanca antes de las elecciones.
“Es una persona sin principios que, a causa de su egoísmo, no debería estar en un puesto de servicio público”, señala en el libro.
Mark Esper también señala en el texto que el Gobierno de Trump estaba completamente rebasado por la inquietud que había sobre la campaña de reelección y afirma que todas las decisiones que se tomaban tenían ese objetivo. Destaca que tuvo la oportunidad de renunciar y consideró la idea en varias ocasiones, pero finalmente debió permanecer en su puesto pues creía que el Presidente estaba rodeado de personas sumisas y gente que le susurraba ideas peligrosas. Por esta situación, Esper decidió que el verdadero acto de servicio era permanecer en su puesto para garantizar que no ocurriera algo mayor.
UNA VICTORIA CONTUNDENTE
Después de meses de una intensa e histórica campaña, la cual estuvo marcada por dos asesinatos en su contra, el republicano Donald Trump fue elegido el pasado 5 de noviembre como el 47mo Presidente de Estados Unidos.
El también empresario regresará a la Casa Blanca después de cuatro años para encabezar su segundo mandato luego de vencer por una amplia ventaja a la Vicepresidenta Kamala Harris.
Donald Trump consiguió una victoria decisiva en una nación que se encuentra profundamente dividida. Con su triunfo, el Presidente electo expuso una debilidad fundamental dentro de la base demócrata y logró sobreponerse a los señalamientos en su contra por sus controvertidas declaraciones, convirtiéndose así en el primer Presidente de Estados Unidos con una condena por un delito grave.
El expresidente republicano conquistó a millones de votantes frustrados con promesas audaces de que su combativa marca de populismo económico “Estados Unidos primero” y su cultura conservadora mejorarían sus vidas. Sin embargo, su modelo de Gobierno será puesto a prueba de inmediato, y según expertos, hay razones para creer que sus planes de deportaciones masivas y enormes aranceles podrían perjudicar a las mismas personas que votaron por él.
De esta manera, Donal Trump está listo para regresar a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025 desde una posición de fuerza indiscutible. Con votos aún por contar, podría convertirse en el primer republicano en dos décadas en ganar el voto popular.
Al respecto, el Doctor Lorenzo Meyer expuso en entrevista con “Los Periodistas” cómo Trump rompió de nueva cuenta el status quo existente en la Unión Americana porque los demócratas no supieron leer las señales que mandaban las bases sociales.
Por su parte, el economista y politólogo Mario Campa señaló que tras haber dejado la Casa Blanca en 2020, Trump se enfocó en crear un movimiento el cual logró convencer a millones de personas que hicieron posible su regreso a la Presidencia de Estados Unidos.
“Trump creó un movimiento galvanizado que durante cuatro años estuvo a la defensiva. Hay que recordar que en el 2020, en enero, Trump sale por la puerta de atrás, como un paria, totalmente desacreditado y deslegitimado, habiendo perdido una elección. Sus simpatizantes creen en él, creen en su discurso, Trump tiene un mérito, que es que ofrece cierto horizonte, él habla de que Estados Unidos es un desastre en estos momentos, sobre todo antes de que llegara en la primera presidencia, y que quiere hacer a América Grande Otra Vez, Make América Great Again, el movimiento MAGA”.
Campa expuso que en realidad México tiene instrumentos para negociar, no solamente en temas como migración o seguridad, sino los que tienen que ver con el combate al narcotráfico y el tráfico de fentanilo.
“Yo creo que va a empezar con otras prioridades y no necesariamente del lado mexicano y si fuera al lado mexicano, yo creo que va a empezar con migración y narcotráfico”.
EL REFLEJO DE UNA SOCIEDAD
Pese a que muchos pudieran pensar que la victoria de Trump fue sorpresiva, la realidad es que su triunfo refleja cómo piensa la gran mayoría en Estados Unidos, así lo afirma Peter Baker periodista de The New York Times.
En un artículo titulado “‘La América de Trump”’ la victoria de la remontada indica un tipo diferente de país”, el periodista detalla que “la suposición de que Trump representaba una anomalía que finalmente sería relegada al basurero de la historia estadounidense, fue barrida el martes por la noche por una corriente roja que arrasó con los estados en disputa y se llevó por delante la comprensión de Estados Unidos alimentada durante mucho tiempo por su élite gobernante de ambos partidos”.
Baker afirma que se tiene que dejar de lado la idea de que Trump es un accidente político, pues con su victoria este 5 de noviembre, ha dejado en claro que millones de estadounidenses lo ven como una “fuerza transformadora”.
“El establishment político ya no puede descartar a Trump como una ruptura temporal en la larga marcha del progreso, un golpe de suerte que de alguna manera se coló en la Casa Blanca en una peculiar y única victoria en el Colegio Electoral hace ocho años. Con su victoria de regreso para recuperar la presidencia, Trump se ha establecido como una fuerza transformadora que está remodelando a Estados Unidos a su propia imagen”.
El periodista destacó que el desencanto populista con el Gobierno del Presidente Joe Biden, así como el resentimiento colectivo contra las élites inclinaron la balanza a favor de Trump, quien a través de una campaña impulsada por la testosterona capitalizó la resistencia a elegir a la primera mujer Presidenta en la historia de Estados Unidos.
“Y aunque decenas de millones de votantes todavía emitieron su voto en contra de Trump, una vez más aprovechó la sensación entre muchos otros de que el país que conocían se estaba desvaneciendo, bajo asedio económico, cultural y demográfico”.
Peter Baker destacó que pese a los señalamientos y acusaciones en su contra, millones de ciudadanos ratificaron el regreso de Trump quien ha expresado su intención de cambiar el modelo convencional y tomar medidas radicales, incluso, si ofenden sensibilidades o violan viejos estándares.
“Cualquier duda sobre su líder elegido quedó a un lado. Como resultado, por primera vez en la historia, los estadounidenses han elegido a un criminal convicto como presidente. Devolvieron el poder a un líder que intentó revocar una elección anterior, pidió la “terminación” de la Constitución para recuperar su cargo, aspiró a ser un dictador desde el primer día y prometió imponer “retribución” contra sus adversarios”.
TRUMP Y SU RELACIÓN CON MÉXICO
Donald Trump ha prometido tomar medidas drásticas en un segundo mandato, por lo que líderes de países en todo el mundo alistan planes y estrategias de reacción.
El ahora Presidente electo a menudo ha omitido detalles, pero a través de más de un año de declaraciones de políticas y comunicados escritos ha delineado una agenda amplia que combina enfoques conservadores tradicionales en impuestos, regulación y cuestiones culturales con una inclinación más populista hacia el comercio y un cambio en el papel internacional de Estados Unidos. La agenda del republicano también reduciría los esfuerzos del gobierno federal en derechos civiles y endurecerá las medidas migratorias.
En el caso de México, Trump ha amenazado con imponer 25 por ciento de aranceles a todas las importaciones nacionales si nuestro país no frena el flujo de migrantes y drogas a Estados Unidos.
El pasado 4 de noviembre, Donald Trump anunció que si era elegido Presidente le informaría de esta situación desde el primer día a la nueva Mandataria de México, Claudia Sheinbaum.
“Si no detienen este embate de criminales y drogas que vienen a nuestro país, voy a imponer inmediatamente una tarifa de 25 por ciento a todo lo que envíen a Estados Unidos”, dijo Trump a sus simpatizantes en Raleigh.
Trump, quien no ha conocido a Sheinbaum, dijo que escuchó que es una “mujer amable”.
En respuesta, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo pidió a los migrantes mexicanos y empresarios no tener temor por la victoria de Donald Trump, pues aseguró que habrá buena relación con Estados Unidos.
“No hay ningún motivo de preocupación para nuestros paisanos, a los empresarios les decimos que no hay motivo de preocupación, México siempre sale adelante, somos un país libre, independiente y soberano, y va a haber buena relación con Estados Unidos. Estoy convencida cada de ello”, dijo en su conferencia matutina.
Más tarde, Sheinbaum felicitó a Donald Trump a través de un mensaje en la red social X en donde reconoció la labor que los estadounidenses llevaron a cabo durante la jornada electoral. Además, ofreció realizar una labor coordinada, diálogo y respeto con el próximo Presidente de EU.
Al respecto, el Doctor Lorenzo Meyer señaló que la Presidenta Claudia Sheinbaum tendrá que lidiar con un Donald Trump que parece haber aprendido una serie de lecciones desde la votación que perdió en 2020.
“Siempre hemos tenido que estar a la defensiva con Estados Unidos, incluso en los mejores momentos. Andrés Manuel López supo torear a Trump y se fue hacia Washington, y lo toreó muy bien, salió indemne, ¿pero lo podrá repetir Claudia Sheinbaum? Ojalá, pero hay otro problema: Trump sí aprende algo de la experiencia anterior y se vuelve más retorcido que antes, porque vio que le dieron resultados ciertas torceduras, ahora las está refinando y además está su misoginia”.