Ni una hoja se mueve

09/11/2013 - 12:00 am

Ofende lo que me dijiste, Pepe, aunque ya sé que es cierto… o por eso mismo. Todo en el gobierno, todo, involucra corrupción. La compra de toner para la copiadora de una oficina, placas para automóviles, los contratos de Pemex o los asesores de Calderón, son ejemplos.

¿Y para dónde podemos voltearnos? En todos lados veo lo mismo. Fíjate: el presupuesto de egresos para el año próximo es de 4 billones 467 mil 225 millones de pesos. Sí, yo tampoco puedo imaginarme cuánto es eso, pero es lo que pidió Peña Nieto para gastar el año próximo, y que el último día de octubre le autorizó la Cámara de Diputados. Y yo me pregunto cuánto de ese dinero nuestro, Pepe, será desviado y termine en arcas privadas en vez de aplicarse para lo que se autorizó. No sé, pero se me ocurre una referencia.
¿Te acuerdas de la “Monster Truck”, que mató a 9 personas en Chihuahua? Te platico: el Municipio (o sea el pueblo) pagó por el evento 5 millones de pesos. Para armarlo se contrató a una empresa que ya nomás recibió 400 mil pesos; esta empresa contrató al piloto que tuvo el accidente y a otros, por 90 mil pesos. Repito: de los 5 millones pagados, los que realmente hicieron el espectáculo se llevaron sólo 400 mil pesos. ¿Y los 4 millones 600 mil pesos de qué fueron? De corrupción. ¡Eso es un 92 %, Pepe! Además, otra vez hay responsabilidad pero no responsables.
Claro que todo en el gobierno se mueve con una lana, ya ves lo del Wall Street Journal, Financial Times y Bloomberg: al difundir la existencia de los contratos de utilidad compartida nos damos cuenta del verdadero destino que darán a Pemex. Desde hace cuánto nos lo están advirtiendo los que saben. ¿Te acuerdas que te platiqué lo del americano que en un vuelo Dallas – México venía estudiando unos papeles de Pemex? Era un funcionario gubernamental de Washington y a su compañero de asiento le platicó que venía “porque van a vender Pemex”. Eso fue hace cinco meses; la versión difundida esta semana por los medios extranjeros concuerda con la del míster: que Pemex se está vendiendo a nuestras espaldas, como acostumbran estos gobiernos. Por eso el pueblo ya no confía en ellos, ya no les cree.
Ejemplos sobran, y quien diga lo contrario es un hipócrita; no rumores, sino ejemplos. Por eso duele y ofende que te digan que todo en el gobierno de México se mueve con corrupción. Además, ¿de cuánto estamos hablando? Digamos, para no sentirnos peor, que el porcentaje de las “Moster Trucks” de Chihuahua es un caso aislado y extremo, aunque jamás sabremos. Como el dinero es el impulsor central del quehacer público, la transparencia es una ilusión. En fin…
De los 4.467 billones de pesos que gastará el gobierno federal durante 2014, ¿cuánto calculas que nunca llegue al pueblo de México? ¿Un billón de pesos? Yo también. Para como están las cosas, pensar en ese 22.4% no suena descabellado. ¡Fíjate, ya me parece normal hablar de un billón de pesos que engordarán fortunas particulares de “servidores” públicos a los que el pueblo además les paga su sueldo, mientras más de 50 millones de mexicanos tienen hambre! Como dijo Buscaglia, el gobierno de México ya no controla ni la corrupción. Se le fue de las manos. El deceso lamentable de Ygnacio López Mendoza, alcalde de Santa Ana Maya, Michoacán, enciende muchas señales de alarma.
Mira, Pepe: así como cuentan que Jesús de Nazaret dijo que ni una hoja de un árbol se mueve sin la voluntad de su padre, aquí es lo mismo pero tropicalizado al país: sin una corta simplemente nada se mueve, ni siquiera una hoja bond tamaño carta.

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