Berlín, 9 Nov (Notimex).- A un mes de su nombramiento como candidato a la cancillería federal de Alemania, el político socialdemócrata Peer Steinbrück, rival de Ángela Merkel, no logra convencer a los alemanes en las encuestas.
Cuando a comienzos de octubre el Partido Socialdemócrata (SPD) reveló quién sería su candidato a la cancillería federal para las elecciones de otoño de 2013, los analistas esperaban que esto traería mayor apoyo al partido en los sondeos.
Sin embargo, sucedió lo contrario: tanto la popularidad de Steinbrück como el apoyo a su partido bajó, según los últimos sondeos semanales realizados por ARD, la principal televisora pública del país y considerada la de mayor credibilidad.
La Unión de Merkel, formada por conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU), ganó un punto porcentual y alcanzó así el 40 por ciento de apoyo, un valor que no lograba desde 2007, según el líder de CSU, Horst Seehofer.
Por otro lado, el SPD perdió nuevamente un punto y se situó, también significativamente, en el 30 por ciento de las preferencias: 10 puntos porcentuales menos que el partido de Merkel.
El problema de la Unión de Merkel y la única ventaja para Steinbrück y su partido es que el Partido Liberal (FDP), socio del gobierno actual, se sitúa tan sólo en 4.0 por ciento, un valor insuficiente para acceder al Parlamento.
Por otro lado, los Verdes, socios naturales de los socialdemócratas en una coalición de gobierno, pudieron mejorar significativamente y alcanzar 14 por ciento de apoyo.
Aún así, ninguna de las dos alianzas tendría votos suficientes para formar una mayoría en la coalición de gobierno, por lo que quedarían sólo dos opciones: una gran coalición (los dos grandes partidos, el SPD y la CDU) o un inédito gobierno entre Verdes y conservadores, lo que según analistas es muy poco probable.
Expertos atribuyen los escasos resultados del SPD en las encuestas al candidato opositor Steinbrück, quien en una hipotética elección directa perdería contra Merkel 36 por ciento frente a 53 por ciento.
La popularidad de Steinbrück fue afectada negativamente luego que medios de prensa denunciaron sus numerosas y lucrativas actividades paralelas a la de diputado del Parlamento alemán.
Se trata en particular de ponencias y conferencias que el ex ministro de Finanzas ofreció en las circunstancias más variadas, desde universidades hasta empresas privadas.
Según las versiones de prensa, Steinbrück habría cobrado ingentes sumas de dinero, en particular por sus servicios a empresas privadas, lo cual es una actividad legal, pero cuestionable desde un punto de vista ético.
Entre quienes lo contrataron figuran algunas empresas que habrían sacado beneficios de su gestión como ministro de Finanzas.
Tras conocerse las denuncias de la prensa, Steinbrück fue presionado y hasta forzado a publicar el total de sus “ingresos paralelos” a su investidura como diputado federal, por un total de 1.2 millones de euros (alrededor de 1.5 millones de dólares).
Según la encuesta de ARD, el 56 por ciento de los alemanes no considera un error sus actividades frente al 43 por ciento que las condena, aunque en general el 67 por ciento opina que la divulgación de esos datos debilitó la posición del candidato.
