En un intento desesperado por evitar la tragedia, los progenitores del infante los trasladaron a la clínica hospital de la Cruz Roja.
Coahuila/Ciudad de México, 9 de septiembre (Vanguardia/SinEmbargo).- Los padres de un menor de siete años de edad no lograron evitar que su hijo perdiera la vida momentos después de haberlo liberado de un montón de arena donde había caído y quedado semi sepultado.
En un intento desesperado por evitar la tragedia, los progenitores del infante los trasladaron a la clínica hospital de la Cruz Roja en donde los médicos de la benemérita institución, les informaron que desgraciadamente su hijo ya no contaba con signos vitales y había muerto por asfixia.
El agente del Ministerio Público que acudió a la institución médica a tomar conocimiento del caso informó que el menor fallecido se llamó Juan José Ortega García, de 7 años y con domicilio en el ejido Filipinas, del municipio de Matamoros.
Los hechos ocurrieron a media mañana de este viernes en el monte cercano al poblado, cuando el infante sin la vigilancia de algún adulto se dirigió a juguetear entre la arena.
Poco después el papá, Juan Antonio Ortega Hernández, de 32 años, fue
a buscarlo y solo alcanzó a distinguir parte de su brazo que sobresalía del suelo arenoso.
Con la desesperación al observar que a su niño se lo había tragado la tierra, el ejidatario lo sacó escarbando con las manos.
El representante social dispuso el traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense (Semefo) para la práctica de la necropsia y de acuerdo al resultado de la misma, la causa de muerte fue asfixia.