Ciudad de México, 9 de agosto (SinEmbargo).– El departamento a nombre de una empresa constructora que ocupa la Primera Dama de México en Miami, Florida, era investigado por dos o tres equipos de periodistas desde hace al menos un año. Uno o dos de estos equipos es o son extranjeros; otro estaba encabezado por Sanjuana Martínez.
Martínez, una periodista mexicana con experiencia en casos de corrupción, estuvo en Miami, en los edificios donde están los departamentos que la señora Angélica Rivera ocupa. Es parte de su investigación.
Hoy, The Guardian publica que la Primera Dama utiliza una propiedad de lujo en Florida, Estados Unidos, comprada por una empresa que se espera compita por contratos lucrativos del Gobierno de México. El trabajo del diario inglés dice que Rivera, la esposa del Presidente Enrique Peña Nieto, “hace uso de una propiedad valuada en 2.05 millones de dólares en Key Biscayne, al sur de Miami Beach, con el permiso del Grupo Pierdant, que compite para administrar los puertos mexicanos”.
El periódico explica que la otrora actriz ocupa la propiedad desde 2009, mucho antes de que contrajera matrimonio con el actual Presidente de México, con quien se casó en noviembre de 2010. También dice que Grupo Pierdant busca contratos para desarrollar puertos marítimos, aunque no dice cuáles. La historia de The Guardian se concentra en un supuesto conflicto de interés, y cita la investigación de la “casa blanca”, realizada por el equipo de Carmen Aristegui.
El reportaje de The Guardian tampoco aclara si ella tiene vínculos con la constructora desde antes de tener una relación con el que sería Presidente de México, y si Grupo Pierdant tuvo o no contratos con el gobierno del Estado de México en los tiempos en los que Peña fue Gobernador.
Por considerarlo de interés público, con autorización de la periodista –quien es además columnista de SinEmbargo–, reproducimos el siguiente texto.
EL PESO DE LA RIQUEZA
Llevo dentro de mi mismo un peso tan agobiante: el peso de las riquezas que no he dado a los demás –Rabindranath Tagore
Por Sanjuana Martínez
Miami, Florida.– El lugar es paradisíaco, ideal para vivir relajado en el condado de Miami-Dade. Está ubicado en la isla paradisíaca Key Biscayne en Florida, destinada a la clase alta. El arrecife es sereno, la naturaleza exuberante y las playas hermosas. Una zona apartada del bullicio de Miami Beach o del distrito financiero de Brickell. Aquí viven empresarios millonarios, acaudalados hombres de negocios. Es el lugar preferido de políticos latinoamericanos que deciden invertir su dinero, mal o bien habido, en propiedades, cuya plusvalía crece vertiginosamente. La Isla, es también un lugar elegido por famosos y artistas como Jorge Ramos, Andy García o Brad Pitt.
La apartada de isla Key Biscaye está al norte de Coco Gove y al sur de Miami, el centro neurálgico del lavado de dinero. Este es el lugar perfecto para esa actividad ilícita, aunque absolutamente tolerada en Estados Unidos, pero también para descansar, relajarse y desconectarse del mundanal ruido y los problemas. Sus palmeras, calles alineadas en un diseño urbanístico lujoso y la abundante vegetación, lo convierten en el destino preferido de la gente que quiere disfrutar apaciblemente del entorno. Y también, de quien prefiere vivir permanentemente de “vacaciones”. Su playa más grande y popular es Crandon Park que se extiende al norte de la isla. Es un lugar público con canchas de voleibol playero, alquiler de kayaks, cabañas y todo un ecosistema de dunas, manglares, árboles tropicales y praderas de plantas marinas. La isla tiene además variedad de restaurantes, boutiques, supermercados, bancos, hoteles y clínicas. Todo bajo el maravilloso sol del Sur de la Florida.
Key Biscayne es también la “isla de las mujeres solas”. Mientras sus maridos, amantes, o parejas trabajan y hacen dinero, ellas y sus hijos, viven en un lugar ideal. Los complejos habitaciones se extienden a la orilla de la playa. Son condominios de lujosos departamentos. Aquí tienen todo: piscina, restaurantes, gimnasio, spa, canchas de tenis, tiendas, baños sauna, salón de baile, salón de juegos infantiles…
Este es el lugar elegido por Angélica Rivera para pasar temporadas en dos lujosos apartamentos ubicados a pie de playa, en el exclusivo complejo residencial Ocean Club en el número 799 de Crandon Boulevard. Entrar al lugar es imposible sin invitación previa de algún residente. El guardia de la caseta de vigilancia me da el pase número 71269. Recorrer las calles de esta lujosa urbanización es entrar a un mundo de lujo. Camino por la North Cabana Lane hasta el 791 para visitar las tres torres que componen este club residencial de más de 800 departamentos, villas y cabañas.
“El Ocean Club tiene su propio estilo distintivo de la isla. Independientemente de cómo llenar sus días -nadar en una piscina por el océano, jugar al tenis, comer o relajarse en una terraza con vistas al mar, tener los mimos en el spa- es una maravilla de comodidad y facilidad absoluta. Es un enfoque de vida sin esfuerzo, casual, con las cosas buenas de la vida. Aquí se encuentra de lujo sin limitaciones para saborear y disfrutar”, dice la publicidad.
Para llegar hasta la “Ocean Tower One” donde la Primera Dama disfruta de dos departamentos hay que recorrer las áreas de piscina rodeadas de camastros, canchas de tenis y restaurantes. Aquí los departamentos pueden costar entre 1 y 9 millones de dólares, según el tamaño y la ubicación. María Isabel, la portera con un fuerte acento cubano, dice que la señora Rivera llega varias veces al año para disfrutar de sus departamentos 304 y 404:
–Ella es encantadora, una señora muy elegante. Siempre viene con sus hijos y claro, con muchos escoltas por eso tienen dos departamentos –dice con una amplia sonrisa.
Efectivamente, sus vecinos se quejan del despliegue de seguridad que entorpece la serenidad habitual de este lugar paradisíaco. Llegan rodeados de escoltas en varias camionetas. Los agentes de seguridad siguen a la familia presidencial allí dónde van, mientras los residentes nadan, comen o hacen ejercicio, algo que resulta llamativo:
–Es incómodo estar comiendo con los guaruras rondado por aquí –comenta Laura Orellana, de origen venezolano que radica en este lugar desde hace más de cinco años. Aquí tienen sus departamentos mucha gente importante como el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, a quien vemos por aquí haciendo deporte. Nadie hace ese alarde de escoltas como la señora Rivera y sus hijos, hasta helicópteros sobrevuelan este lugar cuando vienen. Es muy incómodo, de verdad.
En el año 2005, Angélica Rivera creó una empresa offshore para comprar este departamento. Este tipo de “empresas paja” se crean en paraísos fiscales para evitar pagar impuestos y también para ocultar a simple vista el nombre del comprador. Se trata de un recurso muy utilizado entre los políticos y millonarios porque les asegura confidencialidad y seguridad en sus inversiones. La compra del departamento la hizo la empresa “Unit 304 OTO Inc. con dirección en el número 1000 de la avenida Brickell, despacho 400 en la ciudad de Miami, Código Postal 33131. La empresa está registrada bajo el número de documento P05000086829 el 16 de junio de 2005. En ese entonces, el departamento costó 1 millón 700 mil dólares. A través de la Ley de Transparencia, es fácil acceder a los registros públicos de las propiedades, donde aparecen los nombres de los dueños de este tipo empresas. Once años después, este departamento de la Primera Dama vale alrededor de 3 millones y medio de dólares, según dicen agentes de bienes consultados en la zona, que señalan que por concepto de impuestos, la señora Rivera ha pagado 332 mil 506 dólares, pero en los últimos años, sus impuestos los ha pagado otra persona.
Y es que Angélica Rivera no imaginaba que la prosperidad iba a llegar a su vida tan pronto. Después de casarse con Enrique Peña Nieto su bienestar aumentó de manera exponencial. Ahora dispone también del departamento 404, según comenta el personal del edificio. Es propiedad de su vecino el empresario Ricardo Pierdant, beneficiado por el gobierno de su esposo con contratos para construcción de distinta obra pública. La suma de los dos departamentos con 7 habitaciones y ocho baños, da un total de casi 9 millones de dólares.
La propiedad fue comprada por la empresa offshore Biscaye Ocean Holdings, LLC., creada por Pierdant y con domicilio en el 8395 SW 73 Ave. 114, en Miami, Florida, Código Postal 33143. Es la empresa que pagó los impuestos no sólo de este departamento, sino también del 304 propiedad oficial de la señora Rivera. ¿Por qué un empresario beneficiado con contratos de obra pública paga los impuestos de la propiedad de la esposa del Presidente de México?
Según los documentos obtenidos para esta investigación, Pierdant pagó a través de su compañía fantasma “Biscayne Ocean Holdings LLC”, el 3 de marzo de 2014, los impuestos del departamento a nombre de La Gaviota del 799 Crandon Boulevard 304. De acuerdo al documento obtenido emitido por el Real Estate Property Taxes del condado de Dade en Miami, Florida, pagó 29 mil 703.82 dólares en concepto de impuestos. Así lo demuestra el recibo: Echeck-14-104628. Ese mismo día, el 3 de marzo de 2014, Pierdant paga también los impuestos del departamento 404 ubicado en el mismo edificio. Según el recibo Echeck-14-104634 pagó 30 mil 633.34 dólares.