5 datos que cambiarán tu forma de ver las piscinas

09/08/2015 - 12:04 am

Ciudad de México, 9 de agosto (SinEmbargo).- La natación es uno de los ejercicios más completos que existen para hacer trabajar el cuerpo en su totalidad y dar beneficios cardiovasculares. No obstante, pasar un rato en la piscina como toda diversión o deporte también oculta algunos peligros a la salud. Las vacaciones o el fin de semana en el agua puede que ya no sean tan divertidas después de este artículo.

Aquí hay una lista de componentes que se encuentran en la alberca y que pueden llegar a dañar la salud si no se tienen los cuidados pertinentes:

SD_01Desinfectantes

Foto: Shutterstock
Foto: Shutterstock

El cloro es utilizado en el 95 por ciento de las piscinas a nivel internacional debido a que elimina  de forma instantánea a la mayoría de gérmenes que causan enfermedades.

Pero en exceso estas sustancias pueden jugar en contra de la salud. Un trabajo publicado en International Journal of Andology encontró que el cloro puede ser perjudicial a los testículos debido a la permeabilidad del escroto. El resultado ha levantado sospechas de afectar la fertilidad masculina, ya que perjudicaría la calidad de los espermas.

SD_02Cloramina

Foto: Shutterstock
Foto: Shutterstock

Contrario a lo que se cree, los ojos rojos y la piel seca, no son precisamente culpa del cloro que hay en la alberca. Sino de la cloramina, una sustancia que se genera a partir de la mezcla del cloro con sudor, vegetación y hasta orina.

Algunas pruebas hechas por expertos han dictaminado que una continua exposición a esta sustancia puede derivar en afectaciones a la salud como el asma. Especialmente, en los más vulnerables, los niños.

De acuerdo, con Neumosur, una sociedad científica española, mientras más se inhalan estas partículas el riesgo es mayor y, por paradójico que parezca, los niveles más altos de cloramina se dan en piscinas que son cubiertas durante la noche.

SD_03Parásitos

Foto: Shutterstock
Foto: Shutterstock

En junio, un estudio se valió de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedad de los Estados Unidos para recopilar una serie de encuestas hechas a personas que terminaban sus vacaciones. Los resultados arrojaron el mayor número de enfermos con parásitos obtenidos en las piscinas y duchas en los últimos 20 años.

La investigación hecha por la investigadora Michele Hlavsa aseveró que la mayoría de las enfermedades se vieron reflejadas en problemas gastrointestinales, diarrea, al contaminarse principalmente por heces fecales de humanos y animales.

SD_04Hongos

Foto: Shutterstock
Foto: Shutterstock

De acuerdo con la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica un ocho por ciento de las personas de las personas que van a las piscinas en verano terminan contrayendo pie de atleta.

Por lo general, el cloro es suficiente para erradicar los hongos, sin embargo, las piscinas que están arriba del suelo y no en el él, son más proclives a generar este tipo de hongos dermatofitos, que se quedan en la piel.

Para evitar este problema, los expertos recomiendan a las personas usar sandalias cada vez que se sale del agua, ducharse antes y después de cada baño y no compartir toalla.

SD_05Radiación UV

Foto: Shutterstock
Foto: Shutterstock

Aunque no tiene que ver con lo que se encuentra dentro del agua, un aspecto que permea en la salud de las personas cada vez que van a la piscina son los efectos de los rayos del sol. El agua hace un efecto lupa que potencia los efectos de los rayos ultravioleta sobre la piel.

El cáncer de piel es el más frecuente en los jóvenes adultos, y el segundo tumor de mayor frecuencia en jóvenes de 15 a 29 años.

Un estudio de la Universidad de Northwestern, en Chicago, develó que la mayoría de personas no saben qué protector solar es más conveniente para su cuidarse de los rayos del sol.

Si bien la gente entiende en la etiqueta que a mayor índice de SFP (siglas en inglés para Factor de Protección Solar) hay una mejor protección solar, la investigación refirió que sólo el 29 por ciento de las evaluados tenían claro que la etiqueta del SFP no protege contra los rayos UVA, que pueden derivar en cáncer.

¿La recomendación? Verificar el “amplio espectro” en las etiquetas, y no sólo el SPF.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas