Fujimori pide la anulación de votos en regiones de alto apoyo a Pedro Castillo por supuestas irregularidades y "fraudes de mesa" durante la votación del 6 de junio.
Lima, 9 jun (EFE).- Keiko Fujimori elevó este miércoles la alta tensión electoral en Perú al pedir la anulación de unos 200 mil sufragios en regiones que abrumadoramente apoyan a su rival Pedro Castillo, cuando apenas falta por escrutar el 1 por ciento de los votos de las elecciones presidenciales del pasado domingo.
Fujimori, que de momento pierde la votación por unos 73 mil votos, fundamentó su pedido al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para que anule 802 actas electorales en supuestas irregularidades y "fraudes de mesa" cometidos por personeros (interventores) de Perú Libre, el partido de Castillo, durante la votación.
Este acto, para el que contó con el apoyo de varios estudios de abogados, lo sustentó con imágenes de las supuestas irregularidades, como firmas que no concuerdan, resultados "estadísticamente" inverosímiles o la parentela entre miembros de las mesas electorales.
Ninguno de los supuestos presentados por Fujimori y su equipo, liderado por el abogado y exdiputado fujimorista Miguel Torres, entra dentro de lo establecido por las leyes peruanas para anular votos.
Según la normativa, el plazo para presentar cualquier pedido de nulidad de actas vencía en la noche de este miércoles.
Para que esto pueda ser admitido se debe probar fehacientemente que el resultado de las actas fue fruto de amenazas, violencias o sobornos.
Fujimori indicó que su pedido de anular los votos de estos 200 mil ciudadanos fue precisamente "para defender el voto".
LENTO RECUENTO
Según dijo en su presentación ante la prensa, en donde no admitió preguntas, la candidata indicó también que el JNE deberá revisar con atención 1.200 actas observadas (en realidad, 800), lo que podría significar que hasta 500 mil votos están "en juego".
Con el 99.041 por ciento de los votos escrutados, el izquierdista Castillo cuenta con el 50.2 por ciento de las preferencias frente al 49.8 por ciento de la hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
El conteo de los votos finales avanzó muy lentamente durante la jornada mientras se iban resolviendo las observaciones técnicas de varias actas, que corresponden al porcentaje de votos que aún restan por contabilizar.
Las matemáticas dan opciones a Fujimori, pero son remotas y pasan por que en estas actas contengan un sesgo a su favor muy marcado para permitirle remontar la diferencia.
EVIDENCIAS Y CUARTELES
La denuncia del supuesto "fraude sistemático" ya fue lanzada por Fujimori el lunes por la noche, cuando el escrutinio apuntaba a Castillo como ganador.
Ese día presentó "indicios", en su mayoría recogidos de redes sociales y fake news sin mayor sustento para rebatir los informes preliminares de las misiones electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), que destacaron la corrección de los comicios.
Mientras, miles de simpatizantes de Fujimori se manifestaron en Lima para "defender el voto", al tiempo que algunos de sus votantes comenzaron a solicitar en las redes sociales la intervención de las fuerzas armadas e impedir que Castillo pueda ser proclamado oficialmente Presidente.
Frente a ese movimiento, el Ministerio de Defensa recordó en un comunicado que "las Fuerzas Armadas no son deliberantes y están subordinadas al poder constitucional, por lo que cualquier llamado a incumplir este encargado es impropio de una democracia".
Así, los militares reiteraron su compromiso con la Constitución, la democracia, el principio de neutralidad y con el respeto a la voluntad popular expresada en las elecciones celebradas el pasado domingo.
Las Fuerzas Armadas también exhortaron a la población a respetar los resultados y a trabajar unidos para fortalecer la democracia e impulsar el desarrollo del país.
RESPETO AL SUFRAGIO
Antes del anuncio de Fujimori, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, hizo un llamado a los candidatos y a la ciudadanía a respetar los resultados de la contienda electoral, y a los canales y las formas democráticas.
"Una competencia electoral no nos debe conducir al enfrentamiento entre los peruanos, en estos momentos es cuanto más requerimos de la tranquilidad", anotó la primera ministra, ante las movilizaciones de ambos partidos.