Ciudad de México, 9 de junio (SinEmbargo).- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prepara una reestructuración con la que eliminaría plazas y áreas administrativas innecesarias, con el fin de adelgazar el aparato burocrático del Gobierno federal, publica este domingo el diario Reforma.
De acuerdo con el periódico capitalino, se pretende reducir el gasto corriente que actualmente asciende a más de 2.5 billones de pesos, equivalentes al 60 por ciento del Presupuesto de Egresos.
Además, también se propone desaparecer y fusionar plazas, programas y áreas administrativas.
Todo esto se origina luego de que en los últimos 12 años se registrara un crecimiento de casi 500 mil nuevas plazas en la nómina de la Administración central.
Actualmente la Administración central está conformada por 17 secretarías, la Presidencia de la República, la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y la Procuraduría General de la República. Además de 83 organismos desconcentrados y las entidades paraestatales: 105 organismos descentralizados, 78 empresas de participación estatal mayoritaria, 12 fideicomisos públicos, 7 fideicomisos que forman parte de la banca y 10 organismos no sectorizados.
A esto se suman las representaciones estatales.
El costo de este aparato burocrático aumentó, al igual que el número de funcionarios públicos.
Dentro de este complejo organigrama, existen áreas administrativas que se duplican e instancias que hacen que sea compleja la realización de trámites.
Según el investigador de la UNAM José Juan Sánchez, entrevistado por Reforma, el crecimiento desmedido de la administración pública comenzó en el gobierno del ex Presidente panista Vicente Fox.
El académico explicó al rotativo que entre 2001 y 2003 comenzaron a crearse plazas de mandos medios y superiores a fin de colocar a amigos e incluso familiares.
Pese a que en 2003 fue publicada la Ley del Servicio Profesional de Carrera, que establece reglas para la asignación de plazas de mandos medios y superiores, los empleos continuaron surgiendo, creándose puestos que no estaban regulados por dicha ley.
Este sistema continuó en el sexenio de Felipe Calderón y en la actual administración el número de plazas también ha aumentado.
Derivado de este crecimiento tanto en gasto como en personal, desde diciembre pasado la administración federal puso en marcha un proceso de reestructuración, con el que busca reducir los salarios de mandos medios y superiores, eliminar plazas y áreas administrativas innecesarias, cancelar y fusionar programas gubernamentales, y reducir el costo del aparato burocrático.
El subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, Fernando Galindo, reveló a Reforma que las dependencias entregaron el 30 de abril pasado un diagnóstico sobre sus estructuras burocráticas en el que incluyeron propuestas, aspectos que ya son revisados y cuya resolución se dará a conocer el próximo 30 de agosto.
Si bien Galindo reconoció que este proceso podría originar despidos, aún no sabe el número de plazas que se verían afectadas por este proyecto de reestructuración burocrática.