Ciudad de México, 9 de febrero (SinEmbargo).– La duración de la próxima dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) podría ser de apenas año y medio, pero su disputa tiene un significado enorme para la institución política que perdió el gobierno federal el 1 de julio de 2012, consideraron analistas y militantes albiazules.
En la próxima elección de dirigencia del PAN la credibilidad del partido estará en riesgo si se registran irregularidades, algo que no está descartado si se toma en cuenta que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha experimentado escándalos en votaciones directas de militantes, modalidad en la que por primera vez incursionarán los albiazules.
Si la experiencia resulta en un proceso desaseado, la credibilidad panista quedará en entredicho, en un momento en el que ya está puesta en duda por el escándalo de “los moches” de los que se acusa a los diputados federales panistas, en específico a su coordinador, el guanajuatense Luis Alberto Villarreal.
Así lo considera la académica del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Iberoamericana, Ivonne Acuña. La elección de la dirigencia significa asimismo una disputa por el manejo de un presupuesto otorgado a Acción Nacional por el Instituto Federal Electoral (IFE) de 917 millones de pesos para este año.
A ello se suma que la próxima dirigencia será la que encabece las campañas para renovar a la Cámara de Diputados federal y 15 elecciones estatales en julio de 2015.
“Se juegan el control del partido que es muy importante no solo adentro sino en el juego de fuerzas dentro del sistema político. Con el control se están jugando hacia dónde tendría que transitar el partido. El PAN se tiene que recomponer no sólo porque perdió la Presidencia de la República sino por todo lo que se movió, lo que ocurrió en el sexenio pasado”, dice Acuña.
Pero además el próximo dirigente será el interlocutor directo con el Presidente Enrique Peña Nieto, con el Poder Legislativo y Judicial, así como con los gobernadores.
En ese sentido el partido también se jugará una definición sobre el rumbo político a seguir, expresa por su parte el Senador panista Juan Carlos Romero Hicks, quien es uno de los aspirantes a contender por la dirigencia.
“Son muchas las cosas que se juega. Es una definición sobre el rumbo político, qué le dice el PAN a todos los sectores sociales. Al ser el cargo de mayor visibilidad -pero no la máxima autoridad que es la Asamblea-, tiene trascendencia en la vida interna y para la vida del país. El dirigente asiste a espacios diversos, con el Presidente, el gabinete, los gobernadores, el Congreso y con grupos de una sociedad que espera mejores condiciones”, dice el legislador.
Pero sobre todo, el PAN se juega el superar la crisis interna en la que lleva años o seguir cuesta abajo, plantea el especialista del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), Edgar Cortez.
“Lo que se juega es la posibilidad de mantener este proceso de deterioro o de poner un alto y tratar de construir una etapa distinta que le permita generar credibilidad y reposicionar el discurso que ha sido propio del partido. Están en un momento donde el dilema es ese, mantener un proceso de pérdida de credibilidad o intentar reconstruir al PAN”, advierte.
ELECCIÓN INÉDITA
La siguiente elección de la dirigencia en el PAN será inédita, ya que con el cambio a los Estatutos aprobados en agosto pasado por la asamblea panista, los 220 mil militantes serán quienes elegirán al nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN), actualmente encabezado por Gustavo Madero Muñoz.
La elección podría realizarse en la tercera semana de mayo y será la primera de la dirigencia luego de que el PAN perdiera la Presidencia en las elecciones del 2012. Aunque aún no se ha emitido la convocatoria para el proceso, el Senador Ernesto Cordero, los ex gobernadores de Guanajuato Juan Manuel Oliva y Romero Hicks, y la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota han mostrado interés en participar en la contienda. Madero tiene la oportunidad de buscar la reelección y al interior del partido se da por un hecho que lo intentará.
Parte del control del partido que estará en juego con la elección tiene que ver con las posturas que el instituto político tomará respecto a su papel como oposición, dice Acuña.
“Está relacionado con la vida interna, con quién va a hacer pactos el partido, que sabemos que está dispuesto a negociar con el PRI y vamos a ver, si Madero es quien queda entonces habrá continuidad, pero si quedan Ernesto Cordero o Josefina Vázquez Mota cabría preguntarse si sigue el apoyo, aunque se dice que las leyes secundarias saldrán en este periodo. Hay que ver cómo se reestructura el partido en función de las candidaturas en el 2015 y cuáles negociaciones se hacen al interior y con el gobierno federal a ver cómo se posiciona”.
Quien gane tendrá asimismo el control de la estructura organizativa para llevar a cabo su proyecto, señala por su parte Cortez.
“Lo que hemos visto es que finalmente el grupo, facción que mantiene el control de la estructura organizativa y burocrática es el que tiene la oportunidad de llevar a cabo su propio proyecto político, por eso es tan disputado: quien no logra ese control tiene un papel más secundario”, explica.
Otro aspecto que está en juego en Acción Nacional es distinguirse de los demás partidos, ya que el PAN ha hecho a un lado sus ideales éticos, algo que lo caracterizaba, considera Cortez.
“Es si realmente el PAN puede recuperarse, en alguna medida parecer una opción diferente al PRI y al PRD con una propuesta propia y planteando lo que había sostenido: una propuesta ética que ha perdido por completo y en cambio el PAN y PRD hoy aparecen como partidos políticos pragmáticos que buscan avanzar hacia sus propias posiciones y no responder a las necesidades de la ciudadanía”, critica.
LO QUE SE JUEGAN LOS GRUPOS
La credibilidad del PAN podría verse afectada si el proceso de la elección resulta desaseado, ante las dudas que han comenzado a levantarse por las sospechas de que el padrón de militantes está inflado, añade Acuña.
“Hay dos posibilidades: si se respeta el proceso y hay reconocimiento sin impugnaciones (del ganador) sería un punto a favor del PAN en general y de la militancia que decidiría por primera vez, pero si hay irregularidades van a quedar mal adentro y afuera, si no respetan su decisión será un punto en contra”, prevé.
Cuestionada sobre si la elección puede volverse un nudo ante la posibilidad de que entren en acción operadores electorales, lo ve posible.
“Sí creo que hay operadores, lo que se juega es una cuestión política. Se les ha cuestionado por el Pacto, por la reforma energética, hay que ver si están pensando en su militancia y en los votos para el 2015 y que la elección sea un proceso más transparente y limpio, si no, entrará el costo que quieran pagar tipo cochinero de lo que han acusado al PRD, y se sumaría el tema de los “Moches” que aún no está resuelto y eso debería hacerse, que lo hagan no lo sabemos”, responde.
La elección, que podría decidirse en una pugna entre maderistas y calderonistas/corderistas, dejará al grupo perdedor en una posición muy debilitada, pero quien gane no necesariamente será el salvador del PAN, plantea Cortez.
“Quedarán en posición de debilidad, pero el riesgo es que quien gane finalmente lo que va a recibir es un partido en crisis y ninguno de los dos oponentes representa una opción de reconstrucción del PAN, parece que quien gane tendrá el control de la estructura pero como un proyecto político con enorme descrédito y con la posibilidad de que sigan retrocediendo en sus posiciones político-electorales”, dice el especialista del IMDHD.
EL VOTO PANISTA
La trascendencia de la elección radica en que se elegirá por primera vez a la dirigencia mediante el voto directo de la militancia, expone por su parte el Senador Romero Hicks.
“Ese cargo es muy importante y se requiere que el dirigente tenga humildad, inclusión y visión estratégica”.
También pasa por atraer el voto de la sociedad, que es donde debe estar la fuerza del partido, señala el ex Gobernador de Guanajuato.
“La fuerza del PAN no son sus militantes, es la sociedad, desde el origen fue creado para ganar espacios de poder, debemos tener más ciudadanía y convertirnos en una opción política”, concluye.
- Un presupuesto para 2014 de 917 millones de pesos
- Interlocución con el Presidente de la República, el gabinete, los poderes Legislativo y Judicial, los gobernadores, entre otros
- Encabezar las campañas para las elecciones legislativas federales y las 15 estatales para el año 2015
- Recuperar su prestigio como un partido con ética