El Gobierno federal recortó 20 mil plazas laborales y ha realizado un ajuste al gasto público por “190 mil millones de pesos”, destacó el Presidente Enrique Peña Nieto en su mensaje nacional el jueves pasado en el marco del “mega gasolinazo”. Hoy presentó un acuerdo para fortalecer la economía familiar. Sin embargo, una parte del sector empresarial (Coparmex) no lo firmó porque se planeó en poco tiempo y no considera mejorar y transparentar el presupuesto. Las cifras lo prueban.
El gasto federal de enero a septiembre fue mayor al presupuesto programado, principalmente por un gasto programable superior por más de 174 mil millones de pesos, reportó Hacienda en su informe trimestral. Además, el gasto público también se destinó más a servicios personales que a inversión pública.
Ciudad de México, 9 de enero (SinEmbargo).– El sector empresarial que decidió no firmar el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico, presentado hoy por el Presidente Enrique Peña Nieto, destacó que el Gobierno federal, quien administra los recursos públicos, está obligado a asumir “compromisos específicos” para mejorar el manejo del presupuesto, hacerlo eficiente, transparente y, en su caso, corregir o castigar su mal uso.
El jueves pasado, en un mensaje previo al transmitido a nivel nacional por Peña Nieto, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) aseguró que hay un margen de maniobra para reducir los porcentajes de impuestos considerados en la fórmula para determinar los precios de las gasolinas, pero ello “pasa necesariamente por algún esfuerzo mayor del Gobierno para corregir su balance fiscal”; así como realizar un “recorte efectivo” al gasto público, el cual “no debe hacerse solamente reduciendo el presupuesto de inversión pública o los programas sociales, sino sobre todo mejorando la eficiencia del gasto”.
El Gobierno federal gastó más de lo programado en el presupuesto y más en servicios personales que en inversión pública de enero a septiembre del 2016, reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en su informe trimestral.
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En los primeros nueve meses del 2016, el gasto neto total ascendió a 3 billones 763 mil 358 millones de pesos, un 4.6 por ciento más que en el mismo periodo del 2015 y un 6.2 por ciento más de lo previsto en el presupuesto –220 mil 263 millones de pesos–, debido principalmente a un mayor gasto programable por 174 mil 507 millones de pesos, detalló la instancia.
“Un Secretario de Hacienda debe cuidar el presupuesto y no dar más de lo aprobado porque sino recurre a endeudarse”, dijo en entrevista un consultor internacional de Alemania que ha colaborado en diversas instituciones gubernamentales en México.
“No hay suficiente control en el presupuesto. Cómo es posible que se gaste más del aprobado [por el Congreso de la Unión], ¿qué valor tiene un presupuesto si no se respeta? Pero no empiezan por el ejemplo. Si Presidencia gasta tanto y sin control, ¿por qué las demás instancias sí deben ajustarse?”, añadió.
Aunque la Auditoría Superior de la Federación (ASF) analiza en qué se destina el gasto, añadió, “sus informes no tienen consecuencia, nadie toma en cuenta sus análisis”.
Al destinar más dinero del programado, el Gobierno recurre a endeudarse.
Para el consultor y economista, el problema no es que la deuda pública se acerque al 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), sino su ritmo de crecimiento en poco tiempo [estaba en 33 por ciento al inicio de la gestión], a pesar de que la economía no crece y que ese dinero no vaya a inversión pública.
Si en Europa un Ministro de Finanzas reporta un crecimiento de la deuda a un ritmo rápido y con pocos resultados como en fue el caso de Luis Videgaray, seguramente no lo considerarían para la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
En México, no obstante, Videgaray Caso dejó el cargo de Secretario de Hacienda por influir en la visita de Donald Trump al país. Y a José Antonio Meade Kuribeña, actual titular de la SHCP, le pasó una estafeta astillada: el peso depreciado un 20 por ciento frente al dólar, un crecimiento estancado y una deuda similar a la de la crisis económica de 1994-95.
Hoy el responsable de ello, sin experiencia en diplomacia, es el Canciller. Vino a aprender, dijo al tomar el cargo.
MAYOR GASTO EN SERVICIOS PERSONALES
El Gobierno federal no solo gasta más del presupuesto programable, también destina más en servicios personales que en inversión pública, por lo que la Secretaría de la Función Pública (SFP) debe gestionar el desempeño del sector público, expuso el consultor.
La SHCP sabe “el problema” que implica el pago de servicios personales en las dependencias gubernamentales y, mediante los ajustes al gasto anunciados el año pasado, intentó poner “un poco de presión” sobre las Secretarías, pero no se llevan a cabo en su totalidad “por la falta de credibilidad” de la institución gubernamental administrada, los primeros cuatro años de este sexenio, por Luis Videgaray Caso, aseguró en entrevista.
En un contexto de volatilidad en los mercados financieros que ha golpeado al peso, al mes de septiembre se han anunciado ajustes al gasto por 164 mil 78 millones de pesos, de acuerdo con el informe trimestral de Hacienda de enero-septiembre. El Presidente Enrique Peña Nieto dijo en su mensaje que han sido por 190 mil millones. En febrero se anunció uno por 132 mil 363 millones de pesos, principalmente en Pemex, y en junio otro por 31 mil 715 millones de pesos, en su mayoría en gasto corriente.
A pesar de ello, en esos nueve meses, el gasto neto total ascendió a 3 billones 763 mil 358 millones de pesos, un crecimiento de 220 mil 263 millones de pesos (4.6 por ciento más frente al mismo periodo de 2015).
Dentro del total, el gasto programable, que incluye salarios, sumó 2 billones 902 mil 262 millones de pesos, un incremento de 174 mil 507 millones de pesos (3.2 por ciento más).
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El informe trimestral de Hacienda de enero a septiembre expone que del total del gasto programable, el 26 por ciento fue para servicios personales con 755 mil 620 millones de pesos, 0.2 por ciento mayor al del mismo periodo del año anterior. A septiembre, se ha solicitado la eliminación de 11 mil 279 plazas, principalmente en la Secretaría de Agricultura, Ganadera, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y Hacienda.
En contraste, del pastel de gasto programable, sólo el 18.7 por ciento fue para inversión pública con 541 mil 533 millones de pesos, 12.7 por ciento menos que en el tercer trimestre de 2015. De acuerdo con el informe, esa caída se explica principalmente por la menores erogaciones en Pemex, debido al ajuste de gasto por 100 mil millones de pesos que realiza debido a la caída en los precios internacionales del petróleo.
De acuerdo con el consultor internacional, hay una falta de gestión de desempeño en el sector público. El Gobierno gasta mucho en servicios personales, “pero no en una mejora de la gestión de desempeño”, declaró.
“Los altos funcionarios tienen altos salarios, pero no hay una gestión de desempeño ni una rendición de cuentas como funcionarios públicos. Falta credibilidad y capacidad de liderazgo para manejar el talento humano dentro de las Secretarías. La Secretaría de la Función Pública debería posicionar el tema de gestión de desempeño en el sector público mediante objetivos, informes, capacitaciones y reuniones en equipo”, dijo.
Cuando los altos funcionarios públicos conviven y dialogan con el personal de enlace, operativo o mando medio, la productividad mejora, enfatizó.