Oaxacalifornia: el regreso navega a través del retrato íntimo de una familia mexicana en Estados Unidos que ve a nuevas generaciones crecer y abrazar su realidad bicultural rompiendo con el viejo “ni de aquí ni de allá”.
Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).- 25 años son una vida, y son el tiempo en que la cineasta Trisha Ziff tardó en reencontrase junto con su cámara con la familia mexicanoamericana Mejía para volver a explorar en las complejidades de sus identidades como migrantes en Estados Unidos, pero ahora desde las nuevas generaciones en el documental Oaxacalifornia: el regreso, que llegó ya a salas de cine.
En 1995, la cineasta británica conoció a los Mejía, Mercedes y Leo, un matrimonio joven que luchaba por acomodarse a un nuevo estilo de vida desde Estados Unidos, alejados de sus raíces y adaptándose a una cultura diferente junto a sus tres hijos a los que en casa se les enseñaba hablar español. Ahora, 25 años después, la familia ha crecido y a la tercera generación, los nietos de los Mejía, esa adaptación parece serles ajena.
“Es muy interesante la historia de aquí y de allá, quiénes son ellos, esa historia de identidad en un momento cuando hay mucho racismo en California especialmente con la gente que habla español”, señala la directora en entrevista con SinEmbargo, quien recuerda el discurso de odio de Donald Trump que durante su campaña presidencial acusó a los mexicanos de “violadores y asesinos”.
Teniendo en mente en cómo han cambiado los discursos y los presidentes a lo largo del tiempo y en cómo afectan a las familias migrantes en aquel país, lo directora revisita a la familia de la que una vez vio recibir su documentación para habitar el país de las esperanzas de muchos.
Ahora son seis nietos que han crecido completamente en este lado del río al que sus abuelos migraron. Ellos no hablan español, aunque abrazan sus raíces. Su corazón tiembla cuando en un partido de futbol compite México con Estados Unidos porque no saben a cuál apoyar, pues se sienten parte de los dos.
“Los hijos crecen y hablan español en la casa, pero la segunda generación, no lo habla. Los nietos tienen una relación con la cultura mexicana, pero es una cultura con distancia, tienen una versión de la cultura mexicana pero desde el punto de vista de la gente que vive en Estados Unidos y que es completamente diferente de las que existen en Mexico”, acentúa Ziff.
Oaxacalifornia: el regreso navega a través del retrato íntimo de esta familia, se mete por todos los lugares de su casa para conocerlos y comprenderlos mejor mientras esta nueva generación de adolescentes americanos reflexiona sobre el significado que tiene para ellos ser mexicanos y americanos simultáneamente.
Estos jóvenes comparten ante la cámara una especie de doble identidad que tratan de mantener:
“La última generación vive allá, su vida es allá, sus amigos, sus parejas están allá, y México es sólo una parte de ellos, aunque participan en eventos culturales, comen tamales, participan el bailen folklóricos o Vanessa, una de sus nietas, aprende a hacer mole, la realidad es que la música que escuchan, la radio que escuchan, la televisión que consumen es de Estados Unidos. El interés y obsesión con Disney de esta generación es parte del mundo de Estados Unidos, no es de México”.
“Esas contradicciones y conflictos de quiénes son. Son híbridos de una cultura”, agrega.
Oaxacalifornia: el regreso es una mirada a una familia, pero su historia se siente más universal. Es la historia de cualquier paisano o familiar que cruza la frontera en búsqueda de una mejor vida que no encuentra en México.
Filmada entre California y Oaxaca, el estado de origen de Mercedes y Leo Mejía, la cinta se convierte en una ventana para empatizar con una realidad bicultural y romper con el “ni de aquí ni de allá” siendo muestra de una apropiación de dos culturas que parecen complementarse.
Ahora este filme llega a salas cine con dos nominaciones al premio Ariel, al de Mejor Documental y a Mejor Música Original gracias al trabajo de Jacobo Lieberman y Andrés Sánchez Maher.
“Es una gran sorpresa porque uno siempre piensa ‘esta película es un trabajo muy modesto’, y es una película con una historia de vida muy personal. […] La música en la película es fenomenal y esta combinación de Andrés Sánchez Maher y Jacobo Lieberman funciona muy bien, hay diferentes partes de música que trabajaron mucho. Es muy importante para mí, estamos muy orgullosos”.
Oaxacalifornia: el regreso está disponible en el circuito comercial e independiente de entidades como el Estado de México, Baja California, Baja California Sur, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Sonora y Yucatán, para encontrase con su público.
“Creo que es muy importante cuando trabajo en un documental con gente enfrente de la cámara seguir con la relación porque es una cosa muy generosa con la gente que participa con nosotros, de confianza hacia nosotros”.