Estudio vincula analgésicos con conductas violentas y homicidio

08/06/2015 - 12:05 am

Ciudad de México, 8 de junio (SinEmbargo).- Los consumidores de analgésicos opiáceos, como el Vicodín, así como algunos sedantes recetados como el Valium, pueden tener una mayor tendencia a las conductas violentas y al homicidio.

Estos resultados vinieron de un estudio del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, en el que también se desmintió que existiera algún vínculo entre la toma de antidepresivos y este tipo de comportamientos, como se ha informado comúnmente en los medios de comunicación.

Así, el doctor Jari Tiihonen, líder de la investigación, encontró que existen evidencias más firmes de que algunas personas que toman analgésicos recetados, como el OxyContin, Vicodin y medicamentos para la migraña podrían tener más probabilidades de homicidio, según informó HealthDay.

El estudio publicado en la revista World Psychiatry también encontró una relación similar con sedantes recetados llamados benzodiacepinas, que incluyen a fármacos como Valium, Xanax y Ativan.

Y aunque estos hallazgos no determinen que el consumo de estos fármacos lleve a alguien al homicidio, sí ofrece cierta seguridad sobre la inocuidad de los antidepresivos.

Para llegar a estas conclusiones, Tiihonen y su equipo revisaron los expedientes de 960 adolescentes y adultos finlandeses condenados a homicidio, y encontraron que las probabilidades de cometer un homicidio eran un 31 por ciento más altas cuando los infractores tomaban antidepresivos, en comparación con los momentos en que no los tomaban, reporta MedLine.

Sin embargo, especificaron que ese aumento que podría parecer alto, en realidad representa un cambio pequeño.

“Creo que podemos concluir que los antidepresivos no son tratamientos peligrosos en este aspecto”, dijo Tiihonen en un comunicado

Foto: Shutterstock
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Asimismo, HealthDay cita al doctor Alan Manevitz, psiquiatra clínico del Hospital Lenox Hill, en Nueva York cuando dice que ningún medicamento convertiría a una persona normalmente no agresiva en un asesino, en lugar de eso, es posible que un fármaco con unos efectos cerebrales particulares pueda ser el punto de inflexión para ciertas personas con tendencias a la violencia.

El experto dijo también que tiene sentido que las benzodiacepinas, usadas para la ansiedad y el insomnio, se asocien con un mayor riesgo de homicidio, que según mostró el estudio es de un 45 por ciento, el cual llegó a duplicarse en los menores de 26 años, pues los fármacos pueden tener efectos “de desinhibición” en el cerebro, lo que significa que quizá el control usual de los impulsos de la persona se reduzca.

“En alguien que ya tiene problemas de agresividad, eso podría ser peligroso”, dijo Manevitz.

En el caso de los analgésicos, en donde las probabilidades de cometer asesinato se duplicaban en los periodos en que eran tomados la conexión fue más difícil de explicar, aún más porque encontraron que los analgésicos no opiáceos, como el medicamentos para las migrañas y el Paracetamol recetado, se vincularon con un aumento del triple en el riesgo de homicidio.

“El motivo no está claro”, finalizó First.

 

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