Marciano paisano

08/02/2014 - 12:00 am

El jueves pasado, día 6, un marciano que no sabía que los marcianos no existen llegó al planeta Tierra en su moderno platillo volador, equipado con una tecnología tan avanzada que aquí ni siquiera podríamos describir. Venía solo. Aterrizó en una esquina de la Ciudad de México, para más detalle junto a un puesto de periódicos. Se asomó a los encabezados de los diarios impresos de circulación nacional, y leyó:

El Sol de México: “Moody’s eleva calificación soberana de México”

Entendió el sentido positivo que la noticia tiene para el gobierno del país, sobre todo porque la calificación se llama “soberana” y eso de las palabras elegantes nos encanta aquí.

El Financiero: “México entra al club de los buenos pagadores”

El marciano entendió el significado positivo de lo que hizo Moody’s, pues con fama de buenos pagadores los gobernantes mexicanos podrán conseguir préstamos con mayor facilidad que antes. Dudó un poco, este marciano: “¿Y eso le conviene a los habitantes a nivel banqueta?”, se preguntó, y se respondió que no necesariamente.

El Economista: “Nota de Moody’s reducirá costos de crédito: SHCP”

Comenzó a entender más: este encabezado se refiere al costo de los créditos que pida el gobierno a nombre de los mexicanos de a pie, no al costo de los créditos que pidan los clientes de los bancos que operan en México (había pensado la frase “…de los bancos mexicanos”, pero corrigió antes de acabarla en su mente).

Excélsior: Reformas elevan la nota a México; crece confianza en el país: Peña

Sí, quedaba confirmado: los bancos mundiales ya tienen más confianza de que las deudas del gobierno serán liquidadas… y que podrán prestarle más, todavía más de lo que ya debe. Por eso lo festeja Peña.

Reforma: “Pega desconfianza a los consumidores”

Aquí la cosa toma un rumbo diferente, más bien opuesto. Mientras que los bancos mundiales ahora le tienen más confianza al gobierno mexicano, los mexicanos le tienen menos. Conclusión: lo que está haciendo la clase gobernante favorece a los capitales globales, trabaja para ellos; y perjudica a la población –o sea que trabaja en su contra.

LaJornada: “La confianza de hogares en la economía se hunde”

Esto es lo que le acabó por confirmarle el panorama al marciano, quien no tuvo problema para enterarse de que el índice de confianza del consumidor bajó -según las propias oficinas de gobierno- por la inseguridad, la depresión económica reciente, la creación y el aumento de impuestos. La noticia “buena” es que, gracias a que las autoridades están trabajando como se les indicó, los capitales que nos habían abandonado volverán como las oscuras golondrinas.

El Universal: “Se dispara en Cámara cifra de asesores”

“Tiene lógica el júbilo por la calificación de Moody’s -se dijo este Marciano-, para cosas como esta es que necesitan los préstamos que ahora fluirán más fácilmente.”

Le quedó claro: había llegado a un país cuya capa alta, con ayuda de las autoridades, impulsa el desarrollo y el crecimiento, pero siempre apuntando para arriba. La parte baja de la sociedad aporta el trabajo, el hambre y las carencias necesarias para que eso sea posible.

No era un Marciano común. Era de la clase rica, por eso traía un platillo volador tan avanzado. Al ver el panorama del país, decidió quedarse en lo que consideró simplemente el paraíso del sistema solar para la gente de clase muy alta, como él. Ya no quiso hacer caso del incómodo encabezado que le faltaba, el de Milenio: “Sigue el avance de autodefensas en Michoacán”.

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