México también ve reducidas sus previsiones de crecimiento a un 2 por ciento en 2019, medio punto menos de lo esperado, tras la llegada al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador, por la persistente "incertidumbre en materia de políticas" y "la perspectiva de una inversión aún escasa".
Washington, 8 de enero (EFE).- El Banco Mundial (BM) recortó hoy drásticamente sus previsiones de crecimiento para América Latina a un 0.6 por ciento en 2018 y un 1.7 por ciento en 2019, lo que supone 1.1 puntos porcentuales y seis décimas menos que seis meses atrás, lastrado por la contracción de Argentina y un menor ritmo en Brasil y México.
Latinoamérica fue así la región mundial que ve una mayor rebaja en sus perspectivas de crecimiento del BM.
"Parte de la razón de este frenazo se debe a un cambio en las condiciones externas de financiación y a una suavización del comercio global", explicó Ayhan Kose, director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del BM, en conferencia telefónica.
Las últimas estimaciones del BM prevén que el cierre de 2018 en Brasil se sitúe en un crecimiento del 1.2 por ciento, 1.2 puntos porcentuales por debajo de lo previsto en junio pasado, para repuntar al 2.2 por ciento en 2019, tres décimas menos de lo calculado anteriormente.
Kose afirmó que la expansión en Brasil se vio "atenuada" el pasado año por la huelga en el transporte y la "incertidumbre" que rodeó las elecciones presidenciales del pasado mes de octubre.
El BM espera, sin embargo, que la economía brasileña avance en su repunte "suponiendo que se introduzcan rápidamente las reformas fiscales, y que la recuperación del consumo y la inversión supere los recortes del gasto público".
Por su parte, Argentina se estima que se contraiga un 1.7 por ciento en 2019, 3.5 puntos porcentuales por debajo de lo estimado seis meses atrás, "a medida que la consolidación fiscal produzca una pérdida de empleos y una reducción del consumo y la inversión".
México también ve reducidas sus previsiones de crecimiento a un 2 por ciento en 2019, medio punto menos de lo esperado, tras la llegada al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador, por la persistente "incertidumbre en materia de políticas" y "la perspectiva de una inversión aún escasa".
Como "puntos positivos", Kose situó los casos de Colombia, donde se espera que se acelere el crecimiento en 2019 al 3.3 por ciento; y de Chile, con una expansión moderada del 3.5 por ciento este año.
Entre los riesgos para la región, el BM destacó el posible endurecimiento de las condiciones mundiales de financiación, algo que genera "preocupación para los países con grandes déficit por cuenta corriente o que dependen en gran medida de los flujos de capitales, entre ellos Argentina, Bolivia y varias naciones del Caribe".
Igualmente, advirtió del peligro de que un "aumento de esas tensiones entre Estados Unidos y China retrase el crecimiento regional a mediano plazo a través de diversas vías, como las exportaciones, la confianza y el mercado de productos básicos".